En pleno ‘boom’ del sector de la defensa en Europa, el banco UBS ha decidido aumentar su participación en Indra , que junto con Navantia es una de las dos principales empresas armamentísticas de nuestro país. A través de su filial española, la entidad suiza ha incrementado su peso en la compañía del 4,021% que tenía ayer a un 4,669%, según se lee en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). De esa cantidad, que equivale a 220 millones de euros, un 1,532% es una participación directa, mientras que el resto corresponde a derivados financieros. Como ya se ha avanzado, esta compra se concreta en plena ebullición del sector armamentístico, tras un cambio de política exterior por parte de la Casa Blanca que ha obligado al Viejo Continente a acelerar los tiempos para ser más independiente en lo estratégico. A inicios de marzo la Comisión Europea propuso a los Estados miembro un paquete de medidas en defensa que podría alcanzar los 800.000 millones de euros , además de una relajación de su hasta ahora encorsetada política de déficit. Casi simultáneamente, Alemania anunció la creación de un fondo para inversión en seguridad cercano a los 400.000 millones, incluyendo también una reforma constitucional para revisar el techo de deuda.Noticia Relacionada estandar Si El mayor banco de Europa se adelanta para financiar el gasto millonario en defensa Daniel Caballero BNP Paribas muestra su «compromiso», y el sector español aún no mueve fichaEn el caso de España, el Gobierno se ha propuesto que los fondos dedicados al sector lleguen al 2% del PIB, extremo que se prevé difícil dada la enrevesada aritmética parlamentaria y la posición de su socio de Gobierno, Sumar. En cualquier caso, el anuncio ha activado a las empresas del sector , incluida Indra. Al ‘holding’ el renovado interés por las armas le ha sorprendido en pleno proceso de renovación tras la llegada de Ángel Escribano a la presidencia en sustitución de Marc Murtra, en un relevo que siguió a su vez a la sorpresiva salida de José María Álvarez Pallete de Telefónica. Un mes antes, los hermanos Escribano habían aumentado su participación en la empresa hasta el 14,6%, lo que los situó como segundo mayor accionista tras el Estado a través de la Sepi, que ostenta un 27%. El caso es que entre las injerencias de Moncloa y las exigencias de Europa, a la compañía le ha ido bien en Bolsa; desde el arranque de febrero los títulos se han revalorizado en torno a un 60%.

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