Con la publicación de la segunda lectura del PIB, el Instituto Nacional de Estadística ha confirmado que la economía española creció a un ritmo del 3,2% en 2024, y algo que en cualquier caso ya se sabía, que el producto interior bruto de nuestro país es el que más avanza de la eurozona . Es más, en 2024 España aportó cerca de la mitad del crecimiento de los países de la moneda común, que por lo demás se anotaron un discreto 0.9% de crecimiento, con cinco países en recesión (incluida Alemania). Estos buenos datos llegan tras un cuarto trimestre en el que el PIB español logró sobreponerse a la incertidumbre geopolítica sobrevenida y mantuvo ese 0,8% de avance que ya se había apuntado en los dos trimestres anteriores. Y según el INE lo hizo gracias a la robustez de la demanda nacional, que contribuyó en 2,8 puntos al crecimiento (un dato 1,1 puntos superior al del año anterior). En cambio, y principalmente debido a la atonía en la que está instalada Europa, la demanda externa apenas aportó 0,3 puntos , siete décimas menos que en 2023.Noticia Relacionada estandar No La actividad empresarial muestra síntomas de mejora en la eurozona impulsada por la manufactura Claudia T. Ferrero Las empresas experimentaron en marzo el mayor ritmo de crecimiento de los últimos siete meses, según el estudio de PMI de S&PCon esto, además, España mantiene el rumbo de crecimiento registrado en 2023 , cuando el PIB cerró en el 2,5%, y los sensacionales resultados de 2022 (+5,8%) y 2021 (+6,4%), años en los que se produjo efecto rebote tras el desplome del 11,3% que se dio en 2020, en plena pandemia. El Ministerio de Economía ha celebrado los resultados, que «siguen poniendo de manifiesto que España mantiene un crecimiento equilibrado, sostenible y robusto», ha dicho el ministro Carlos Cuerpo, que también ha hecho hincapié en el dinamismo del mercado laboral -con 500.000 puestos de trabajo nuevos el pasado año-, el crecimiento de la remuneración por asalariado -en torno al 5% interanual en los últimos trimestres- y la mejora interanual de la productividad por hora, que crece un 0,6%. El problema con estas cifras es que esconden desequilibrios de fondo sobre los que los expertos llevan tiempo avisando. Por ejemplo, que la expansión de la economía española descansa en buena medida sobre el gasto público y la inmigración, que aportó nada más y nada menos que el 42% de los nuevos empleos de 2024.Como ya explicó ABC, en un reciente informe la escuela de negocios Esade redujo las previsiones de crecimiento para España y estimó que nuestra economía se ralentizará al 1,9% en 2026 y al 1,7% en 2027, a la vez que conminaba al Ejecutivo a aprovechar el buen momento macroeconómico para hacer las reformas que necesita España para mejorar en competitividad y productividad. Entre los deberes pendientes, los expertos de Esade pusieron el foco en el envejecimiento, la vivienda, los altos niveles de desempleo y las barreras a las que se enfrentan las pymes, que conforman la mayoría del tejido productivo.

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