La visita del Barcelona a Milán no destilaba buenos presagios. Los azulgranas llegaba tras caer por la mínima ante el Bayern de Múnich , con solo 48 horas de descanso y tras confirmarse la grave lesión de Metu , que después de romperse el Tendón de Aquiles no volverá a jugar esta temporada. Muchos problemas que fueron solventados a base de triples por Darío Brizuela. El vasco se fue hasta los 27 puntos y, junto con Punter (25), convirtió una encerrona en una plácida victoria para los azulgranas (88-98), la cual le acerca aún más al objetivo de clasificarse para los playoffs de la Euroliga. Tras un genial inicio de los azulgranas, muy certeros Parker y Sarr en el lanzamiento, consiguió el Milán reengancharse al encuentro en un santiamén gracias al talento de Shields y Mirotic , los dos mejores jugadores de la plantilla italiana. Estaba nervioso el Barça, precipitado Hernangómez en el poste y, aunque el equipo se entregaba a las transiciones, no conseguía hacer mella en la defensa rival. Pese a que había ido ganando por siete, su desventaja era ya de cinco puntos después de dos trabajadas canastas de Caruso en el poste. Las alarmas estaban a punto de encenderse hasta que Fall , con sus más de 220 centímetros de estatura, comenzó a dominar la zona local a su antojo, una bombona de oxígeno que permitió a los de Peñarroya llegar al segundo cuarto con ventaja (21-25). Poco después, fue Punter y su eléctrico baloncesto los que se hicieron dueños del guion. Cuando el estadounidense está inspirado, al Barcelona se le disimulan todas sus malas costumbres. Brizuela también se contagió de su espíritu y, tras tres triples consecutivos con su firma, cada uno más espectacular que el anterior, la distancia aumentó hasta los nueve puntos. Guerreaban los locales y manejaba el Barça con mucha soltura la situación. Sarr , solo 18 años, demostraba por qué Peñarroya confía tanto en su figura, fiero el italiano, todo un prodigio físico que permitió a los suyos llegar al descanso con un gran resultado (44-55). Tras la reanudación, los azulgranas no aflojaron en su contundente baloncesto, fantástica su defensa, bien sus circulaciones y pases extra para encontrar al tirador liberado. Sarr era el absoluto protagonista en ambos lados de la cancha pese a que el Milán, poco a poco y gracias al acierto de Shields , recortaba distancias. Los de Messina, tras dos tiros libres del canadiense, se colocaron a seis, un parcial que coincidió con una sequía anotadora de los españoles que se hizo eterna. Como casi siempre, fue Punter el que deshizo el embrollo con dos triples seguidos antes del último acto (63-74). El del Bronx y Brizuela volvieron a la carga, un dúo dinámico que hizo trizas a los transalpinos desde el tiro de tres. Con 20 puntos de renta, a los catalanes solo les quedó jugar con frialdad, dejar pasar los minutos y llenar de buenas sensaciones su maltrecho corazón.

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