La cumbre de aliados euroatlánticos, reunida en el Elíseo durante cuatro horas este jueves bajo la presidencia de Volodímir Zelenski y Emmanuel Macron , y presentada como «coalición de voluntarios» que ofrezca a Kiev «garantías de seguridad», no respondió a la mayor petición ucraniana y confirmó una división profunda de los aliados, incapaces de presentar un sólido frente común.Doce horas antes del inicio de la cumbre, un consejero del presidente ucraniano hizo pública la primera y mayor petición ucraniana, en estos términos: «Lo importante será la disposición a combatir y defenderse, junto a las tropas ucranianas. No necesitamos misiones de mantenimiento de la paz. Se trata de asegurar el futuro de la seguridad europea, en común, en los frente ucranianos». Petición matizada por Zelenski de este modo: «La cuestión importante de la presencia de soldados de varios países europeos en Ucrania. Cuestión que debemos comenzar a discutir con el resto de los aliados que participarán en la coalición de los voluntarios que desean ayudar a Ucrania».Terminada la cumbre de 31 aliados, Macron resumió la respuesta aliada en estos términos: « No hay unidad a ese respecto. El día que se firme la paz podrán estar presentes fuerzas de mantenimiento de la paz».Noticia Relacionada estandar Si La UE matiza sus planes de crisis: «La preparación es como tener un seguro» Enrique Serbeto El Ejecutivo comunitario deberá encajar en la legislación europea y en las nacionales su plan de preparaciónAnte la prolongación de la guerra, por parte de Putin, la «coalición de voluntarios» y la demanda ucraniana de presencia de soldados aliados confirmó la existencia de dos grandes bandos, divididos, a su vez, en varias ‘familias’.La Francia de Macron y el Reino Unido de Keir Starmer enviarán a Kiev dentro de unos días a un equipo que deberá estudiar el futuro ‘formato’ del Ejército ucraniano, confirmando el proyecto de la participación de soldados aliados como fuerzas de «mantenimiento del orden». Los portavoces de Putin responden a las ambiciones franco-británicas afirmando que «París y Londres están preparando una intervención militar en Ucrania».Desde una óptica paralela, la Alemania de Friedrich Merz es partidaria de fundar un nuevo sistema de seguridad y defensa basado en las armas nucleares de Francia y el Reino Unido.En el bando opuesto, la España de Pedro Sánchez , la Italia de Giorgia Meloni y la Croacia de Zoran Milanović , son hostiles, con matices, al envío de soldados nacionales.Durante la cumbre, Milanovic insistió en su rechazo nacional: «Ningún soldado croata irá a Ucrania por ningún concepto». Más cauta, Meloni reiteró su oposición al envío de soldados a Ucrania, por ningún concepto. Sánchez, tan locuaz en Madrid y otros lugares, estuvo presente en la cumbre, pero se escudó entre silencio y posiciones generalistas. En días pasados, la edición francesa de ‘Pravda’ subrayó que Meloni y Sánchez comparten posiciones distintas a las de Francia, Alemania y el Reino Unido, que lideran la oposición frontal contra Putin .Una cumbre tan urgente y excepcional terminó sin posible comunicado común, haciendo promesas en orden disperso sobre ayudas y nuevos proyectos.Ante tales evidencias, Volodímir Zelenski declaró: «Europa debe probar que puede defenderse».

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