Bajo el disfraz de una academia de inversión, IM Master Academy llegó a captar en torno a 30.000 jóvenes (algunos de ellos menores) prometiéndoles convertirse en auténticos ‘brokers’ de Wall Street si seguían algunos consejos. Lo primero era pagar una cuota y, después, más que formarles en inversión, se les presionaba psicológicamente para captar nuevos ‘adeptos’ a la causa haciéndoles creer que así multiplicarían sus ganancias. Esa es la versión de RedUne, la red contra el abuso de las sectas, que explica a ABC cómo en cuanto le llegaron varias amenazas presentó una denuncia contra la entidad por delito de estafa . El juicio, encargado al juez Peinado, se encuentra en fase de instrucción y se está investigando a ocho personas. En el auto dictado por el juez, al que ha tenido acceso ABC, se dice que la mencionada academia de formación online ofertaba, de cara a la galería, cursos de aprendizaje sobre el mercado de ‘trading’ o de las criptomonedas, pese a carecer de autorización para prestar servicios de inversión en España. En estos cursos anunciaban que, mediante el pago de una cuota inicial de 250 euros y una mensualidad de 150 euros , se obtendría un gran beneficio en un breve periodo de tiempo. No obstante, la formación realmente proporcionada en esta materia resultaba ser escasa y de baja calidad, ya que se centraba mayoritariamente en la captación de nuevos potenciales clientes para la empresa. Así, presuntamente, a través de presiones sociales por parte de los integrantes de la compañía y de información esquematizada y guionizada que facilitaban a los alumnos, se les instruía y presionaba para conseguir nuevos ‘adeptos’ prometiéndoles que, según el número de clientes que trajeran , obtendrían beneficios económicos que iban ascendiendo desde la condonación de cuotas mensuales hasta el ir ganando cada vez más dinero, pudiendo ascender así en la propia compañía. Según los indicios, la formación proporcionada por IM Master Academy consistía en recomendaciones de operaciones con opciones binarias, prohibidas por la Unión Europea, y en «señales», es decir, recomendaciones diarias de ideas de inversión y operaciones sobre productos financieros, sin advertir del riesgo que podían conllevar y asegurando la fiabilidad de la inversión. Esta formación se dirigía mayoritariamente a jóvenes y menores sin conocimientos o contacto previo con el mundo de las inversiones, quienes perdían gran parte del dinero invertido y, en algunas ocasiones, abandonaban sus estudios para dedicarse a la captación de nuevos clientes para la empresa.

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