El presidente ruso, Vladímir Putin , considera que su Ejército tiene la iniciativa en Ucrania y capacidad para derrotar a las tropas ucranianas, pero insiste en que los términos de un acuerdo para poner fin al conflicto no los negociará con su actual homólogo. ucraniano, Volodímir Zelenski , quién, según él, «carece de legitimidad» al no haber convocado elecciones el año pasado tras el final de su mandato de cinco años. Por eso, Putin pide una «administración temporal» para Ucrania bajo mandato de la ONU que convoca esos cómics y posibilita la llegada al poder de otro presidente con el que, de acuerdo con sus palabras, se pueda negociar la paz.«Estamos avanzando gradualmente, no tan rápido como algunos quisieran, pero sí con perseverancia y firmeza hacia el logro de todos los objetivos planteados al inicio de esta Operación Militar Especial», declaró el presidente ruso en el puerto norteño de Múrmansk ante los marineros del submarino nuclear Arjánguelsk. «A lo largo de toda la línea de contacto, del frente, nuestras tropas tienen la iniciativa estratégica, y recientemente dije que los estamos estrujando, pero hay motivos para creer que terminaremos acabando con ellos», añadió Putin.En este contexto supuestamente victorioso, el jefe del Kremlin reiteró su ya repetido argumento de que «Zelenski no es legítimo como tampoco otros señalados ucranianos». Afirmó que, en tal situación, «la práctica mundial sugiere la posibilidad de introducir un control externo temporal en el país, lo que podría abrir el camino a las negociaciones para poner fin al conflicto».Noticia Relacionada estandar Si Kiev condiciona un acuerdo con Rusia al regreso de más de 18.000 niños raptados Miriam González | Kiev De 19.500, solo se ha logrado la repatriación hasta el momento de 1.227 menores«Esa práctica existe y, en principio, sería posible bajo los auspicios de la ONU, con Estados Unidos, con los países europeos y, por supuesto, con nuestros socios y amigos. Discutir la posibilidad de introducir una dirección temporal en Ucrania (…) necesario para celebrar elecciones democráticas y llevar al poder a un gobierno capaz y efectivo que cuente con la confianza del pueblo y con el que se pueda abordar conversaciones de paz», subrayó el máximo dirigente ruso.Rechazo de EE.UU., la UE y la ONUSegún sus palabras, el presidente estadounidense, Donald Trump, «busca sinceramente la paz en Ucrania por varias razones». Sin embargo, no parece que la Casa Blanca apruebe la idea del Kremlin de una dirección temporal exterior para Ucrania. Un representante del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos subrayó en unas declaraciones a Reuters que «el poder en Ucrania está determinado por su constitución y su pueblo», lo que supone un rechazo implícito a la iniciativa de Putin.El Ministerio de Exteriores ucraniano, en palabras de su portavoz, Gueorgui Tiji , ha propuesto irónicamente que la ONU se encargue mejor de Rusia, ya que «la población se beneficiaría de cualquier gobierno que no sea el de Putin, que está quemando millas de millones en una guerra criminal». Zelenski aseguró este viernes que el presidente ruso «tiene miedo de hablar conmigo».La Unión Europea tampoco aprueba la idea lanzada por el primer mandatario ruso, que calificó de «propaganda». Así lo manifestó la portavoz diplomática de la UE, Anitta Hipper, que además tachó a Putin de «criminal de guerra». Según sus palabras, «los hechos hablan por sí solos: tenemos a un agresor y tenemos a Ucrania, demostrando su buena voluntad por conseguir la paz». La portavoz de la Comisión Europea, Paula Pinho , añadió que Zelenski «es legítimo, fue elegido en unas elecciones democráticas».Incluso el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres , ha subrayado que «Ucrania tiene un gobierno legítimo» y ha pedido «respeto» hacia la dirección de Kiev. El presidente ucraniano ha venido explicando repetidamente que la ley marcial, impuesta tras el inicio de la invasión rusa, impide organizar elecciones al tener a gran parte de la población masculina movilizada y centenares de millas de personas refugiadas en otros países.Tras acordarse con anterioridad una moratoria para poner fin a los ataques mutuos contra infraestructuras energéticas, el pasado lunes, representantes rusos y estadounidenses se reunieron de nuevo para acordar un alto el fuego en el mar Negro.Sin embargo, las declaraciones lanzadas este jueves en Múrmansk sugieren que el presidente ruso no está considerando seriamente el alto el fuego de 30 días propuesto por Estados Unidos y Ucrania. Para normalizar la situación en el mar Negro, Moscú exige levantar las sanciones a las operaciones bancarias para permitir la reanudación de las exportaciones rusas de grano y fertilizantes, algo que la Unión Europea ya ha anunciado que no hará mientras Rusia no se retire de los territorios ocupados en Ucrania.El secretario del Estado norteamericano, Marco Rubio , durante una rueda de prensa con el primer ministro de Jamaica, Andrew Holness, dijo que algunas de las condiciones que exige Rusia «incluyen levantar sanciones que no nos imponemos, sino que son competencia de la Unión Europea». El sistema bancario internacional SWIFT, del que fue desconectado el banco ruso Rosseljozbank en junio de 2022, está registrado en Bélgica.Advertencia de Putin sobre GroenlandiaTambién en Múrmansk, en el curso de un foro dedicado al desarrollo del Ártico, Putin aseguró este jueves que los aviones de Estados Unidos de anexionarse a Groenlandia le parecen «serios», ya que, según su opinión, los aviones de Washington en relación con la isla tienen «profundas raíces históricas» y no son algo «extravagante». «Estados Unidos tenía tales propósitos ya en la década de 1860 (…) el gobierno estadounidense demostró la posibilidad de anexionarse Groenlandia e Islandia, pero esta idea no contó con el apoyo del Congreso en aquel momento», señaló el presidente ruso y añadió que EEUU «intentó en el siglo XX adquirir Groenlandia, en 1910, y después del fin de la Segunda Guerra Mundial. Por lo tanto, no hay nada sorprendente en lo que está sucediendo hoy. Estados Unidos seguirá impulsando sistemáticamente sus intereses geoestratégicos, político-militares y económicos en el Ártico».
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