El Madrid volvió a demostrar que ha llegado a la parte clave de la temporada en plena forma. No pierde un partido desde el día 6, cuando fue derrotado por el Panathinaikos en Euroliga, y ante el Bilbao (88-70) sumó su octavo triunfo consecutivo, ese que le permite seguir como líder de la liga. Pese a que los vascos cuajaron una inesperada primera parte (llegaron al descanso con empate a 33), fueron sometidos en la segunda por Tavares e Ibaka . Los africanos les hicieron recular a base de canastas desde todas las posiciones y multitud de tapones (entre ambos sumaron siete) para convertir un duelo trampa en una plácida tarde, sin sobresaltos, para su afición. El Real Madrid, una vez más, firmó un contundente inicio ante los vascos. Eran Tavares y Garuba los que lideraban las cargas blancas, excelente e inesperado el nivel de conexión que caboverdiano y español han adquirido en las últimas semanas. Defienden, dominan bajo los aros y, ante la ausencia de Hezonja por descanso, estaban obligados a tirar del carro. Hugo González también enlazaba acciones destacadas y, con el apretado calendario, Mateo decidió dar bastante protagonismo a Ibaka y Rathan-Mayes , ambos con escasa relevancia en las últimas semanas. Todo parecía ir como la seda. A falta de un minuto para el final del primer cuarto, los locales vencían por diez puntos. Fue en ese momento cuando comenzaron a enlazar demasiados errores desde el tiro de tres (solo anotaron dos en 13 intentos en la primera parte), malas sensaciones que, unidas a las 10 pérdidas de balón, permitieron el renacer del Bilbao. Liderado por el estonio Kullamae y por el acierto exterior de Abdur-Rahkman , fue reduciendo la diferencia hasta que, cuando sonó la bocina del descanso, ya había conseguido el empate a 33. Noticia Relacionada Baloncesto estandar Si La NBA da luz verde para crear su propia liga europea: «Estamos listos para el siguiente paso» Pablo Lodeiro La competición contaría con diez equipos, entre los que estarían Real Madrid y Barcelona, y supondría una herida de muerte para la EuroligaSin ningún tipo de complejo, los vizcaínos seguían erre que erre, empeñados en amargarle la tarde al Madrid. Con lo que no contaban era con una versión tan gigante de Tavares , que en el ecuador del tercer periodo ya rozaba el doble-doble en puntos y rebotes. A su causa se unió Llull y, tras tres triples del balear, el último en los últimos segundos, los merengues alcanzaron una ventaja de 11, la máxima del partido. Olía sangre el Madrid y su inicio del último cuarto fue espectacular. González e Ibaka no mostraban piedad en ninguno de los dos lados de la pista y un dos más uno del congoleño aumentó la distancia de los locales hasta los 15. El golpe fue duro para el Bilbao , sus ganas y acierto no habían servido para controlar a la marea blanca y lo que parecía que iba a ser un igualado encuentro, acabó en todo un festín para el Real Madrid

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