Mineros jóvenes que no habían llegado a contemplar profesionalmente el esplendor de la minería en sus comarcas y profesionales experimentados a los que el cierre de las cuencas en León, allá por 2018, no les había permitido la prejubilación. Así eran los cinco leoneses -David, Jorge, Rubén, Amadeo e Ibán- que este lunes perdieron la vida en la mina de Cerredo , en Degaña (Asturias), en un accidente que sumió de nuevo y después de varios años a las zonas mineras de León en el luto y el dolor. Noticia Relacionada Solo tenía licencia de investigación estandar No La dueña de la mina de Asturias en la que murieron cinco personas no tenía permisos de explotación José Ramón Navarro-Pareja | Villablino (LEÓN)Les unía el amor a su tierra, las comarcas de Laciana y El Bierzo, y la voluntad de permanecer en ella, pese a que las oportunidades laborales escasean después del cierre total de las explotaciones en la provincia de León hace siete años. Desde entonces, la zona se vio fuertemente sacudida por el cese de la actividad minera y la reconversión industrial que se planteaba como alternativa sigue siendo una quimera. El municipio asturiano en el que perdieron la vida estaba relativamente cerca de sus domicilios y dada la experiencia , en algunos de los casos, y que no pudieron acceder a la jubilación en 2018 por no cumplir los requisitos de edad, volver a la mina era una opción que, finalmente, resultó fatal.Rubén Souto, 50 añosDe Caboalles de Abajo, vivía con su familia en Villaseca, aunque seguía muy vinculado a su localidad natal. Era un minero experimentado. Llevaba «más de 15 años» trabajando en el sector, según ha detallado a ABC un conocido suyo. Primero lo hizo en la mina de Tormaleo (Ibias) antes de llegar a Cerredo. Nunca pensó en abandonar su trabajo. «¿Dónde iba a ir?. Tal y como está España, y en concreto esta zona, uno no puede arriesgarse a dejar su trabajo fijo e ir a otro sitio peor», sostiene este vecino de Villablino, «buen amigo» de la mujer del fallecido. A Rubén le quedaba ya poco para jubilarse -«calculo que unos dos años», dice este conocido- y estaba muy ilusionado pensando en que iba a pasar más tiempo libre con su familia, sobre todo con sus nietos. «Ya tenía uno y estaba a punto de tener otro». En sus ratos de descanso, «le gustaba mucho andar en bicicleta, hacer deporte en general». También «era un gran cazador».Ibán Radio, 54 añosDe Orallo, llevaba toda la vida vinculado al sector de la minería. « Le gustaba su trabajo », sostiene un vecino de Villablino con el que compartió tajo en Cerredo antes de que cerrara en 2018. Entonces, Ibán ejercía allí de vigilante. Al igual que Rubén, en su tiempo libre le gustaba pasar tiempo en el campo y cazar. «Era un buen cazador», conluye. Jorge Carro, 32 añosEs el más joven de los mineros fallecidos. Había comenzado a trabajar en la minería en Cerredo cuando se reanudaron los trabajos el pasado año. Vecino de Sosas de Laciana, tenía un hijo pequeño de unos dos años. Fue tenerlo lo que le animó a cambiar su pasión, la ganadería, a la que se había dedicado hasta entonces, por la minería. «A él lo que le gustaba realmente era el campo, el monte, sus vacas… Pero lo de ser autónomo no sale rentable, así que había optado por irse a la empresa privada , que al menos así tenía sus vacaciones», dice un conocido. Quienes le conocen le definen como una persona «muy trabajadora, muy sonriente y siempre alegre». Era, además, «muy conocido» y querido en la comarca leonesa de Laciana. David Álvarez, 33 añosNatural de Torre del Bierzo, también decidió embarcarse en el sector el pasado mes de enero, una vez que conoció la opción en la mina de Cerredo, que pertenecía a la empresa Blue Solving desde el pasado año. En su caso, ya había tenido contacto con las cuencas mineras. De hecho, trabajó en Antracitas de Salgueiro, la última mina de carbón que echó el cierre en la comarca berciana. Durante ese periodo se había dedicado a la construcción, pero algunos de sus conocidos relatan lo que en realidad le gustaba era la mina y que quería seguir la estela de su padre, que también tuvo esa profesión. Tragedia en la mina noticia No Cerredo, una mina marcada por la tragedia: historial de accidentes mortales en la explotación asturiana noticia No El baile de manos de la mina de Cerredo: tres dueños distintos en 15 años noticia No Qué es una bolsa de grisú, el enemigo silencioso detrás de la tragedia noticia No Los accidentes mineros más graves de la historia de EspañaAmadeo Castelar, 48 añosNatural de Villaseca y casado en Caboalles de Arriba, donde vivía, había trabajado durante un tiempo en labores de jardinería en el Ayuntamiento de Villablino. «Hará unos cinco años», recuerdan, pero ahora había regresado a la mina, en un proyecto que investigaba la posible reapertura de las instalaciones en la vecina Asturias y que estaba próxima a su localidad. Según publica El Comercio, había estado de baja recientemente y se había reincorporado a su puesto «hace unos diez días».

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