el laboratorio mundial contra la falsificación de billetes

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el laboratorio mundial contra la falsificación de billetes

En la década pasada, el Banco Central Europeo (BCE) lanzó una nueva serie de billetes llamada Europa. Una nueva hornada de euros que tenía un diseño más moderno, pero lo más importante, una seguridad mucho más reforzada que la serie inicial que se puso en circulación con el nacimiento de la divisa en los 2000. En esa seguridad mejorada trabajó el propio BCE y los bancos centrales de cada país del euro en un enclave secreto. Todos sus elementos fueron testados y validados en el Centro de Investigación de Reproducción de Billetes (RRC, por sus siglas en inglés), un laboratorio antifalsificación a nivel mundial del que es casi imposible obtener información. Ahora España será la sede de ese laboratorio.Este centro es uno de los secretos mejor guardados de los bancos centrales. No se hace ningún tipo de publicidad sobre él, no aparece en los informes de las instituciones y apenas hay un puñado de referencias en internet sobre su existencia. Su historia data del siglo pasado pero las organizaciones monetarias a escala global han logrado que se mantenga en un plano desconocido para el gran público.Noticia Relacionada estandar Si La UE quiere que los 10 billones de ahorro en depósitos ayuden a reactivar la economía Enrique Serbeto | Corresponsal en BruselasEl RRC fue fundado en 1989 para para probar e investigar la resistencia de los billetes y elementos de seguridad. Una manera de testar su facilidad de ser reproducidos o falsificados mediante las nuevas amenazas técnicas; a ‘grosso modo’, lo que se hace aquí es autofalsificar los billetes con las técnicas más avanzadas para ver vulnerabilidades y desde qué flanco podrían atacar la divisa los delincuentes. El gran objetivo del laboratorio es, así, que las divisas sean lo más difícil posible de falsificar. En su momento se decidió que Dinamarca albergara la sede de este centro. Se ubicó en el banco central danés en Copenhague, aunque por motivos de seguridad nunca se ha llegado a desvelar su dirección exacta.Países miembrosLa asociación que compone el centro la forman 14 bancos centrales de todo el mundo, varios de ellos pertenecientes al Eurosistema. Lo integran los bancos centrales de Estados Unidos, la zona euro, Canadá, Australia, Austria, Bélgica, Dinamarca, Inglaterra, México, Países Bajos, Noruega, Suecia, Suiza y, por supuesto, España . Los países a los que representan suponen más del 50% del PIB mundial. Desde su creación la sede ha permanecido en Dinamarca pero en la primera parte de 2024 se dio un giro radical a este planteamiento. El comité ejecutivo del RRC, en marzo de ese año, propuso su traslado a España, concretamente al Banco de España, a partir del 1 de enero de 2026. Aquello fue un movimiento orquestado por el banco central español que resultó en éxito.Había miembros de la asociación global que habían mostrado dudas sobre la capacidad de Dinamarca de seguir albergando el centro; surgieron algunas críticas internas. En ese momento, el Banco de España se postuló para quedarse con el laboratorio, que es fundamental a nivel mundial. Y las instituciones miembros de la asociación decidieron confiar en España. La comisión ejecutiva del Banco de España adoptó en julio de 2024 la decisión de ser la nueva sede, para lo que se creará una nueva asociación para gestionar el RRC a partir de enero de 2026 . «El Banco de España tiene mucho prestigio y experiencia relevante en un tema como este. Tenemos un laboratorio de análisis de falsificaciones que es referente y hemos analizando durante años elementos de seguridad, también en foros internacionales, etc.», explican fuentes del Banco de España, que confirman que el año que viene estará operativo el centro en nuestro país.Funcionamiento En este centro se autofalsifican los billetes para probar su resistenciaLa institución dirigida por José Luis Escrivá señala que en el Banco de España tienen una trayectoria muy amplia en la investigación de las falsificaciones de billetes y que han hecho «una apuesta por el efectivo, a través de Imbisa. Hay países que reducen el uso del efectivo y nosotros, al contrario, estamos muy involucrados». Imbisa precisamente es parte fundamental en todo esto. Es la sociedad Imprenta de Billetes, S.A., medio propio del Banco de España, que fabrica billetes en nuestro país. Hay Estados en Europa que han renunciado a fabricar euros en sus países pero en el caso del nuestro se ha hecho una apuesta fuerte. De hecho, recientemente, hace menos de dos años, se ha inaugurado la nueva planta industrial de Imbisa para fabricar billetes. «Las instalaciones se han concebido para aunar los exigentes requisitos de seguridad y la máxima protección medioambiental, incorporando los principios de innovación tecnológica y eficiencia de los procesos productivos», decía la institución cuando terminaron las obras en 2022. El laboratorio mundial antifalsificación estará ubicado en Imbisa, en la nueva planta, que es puntera a nivel de seguridad. «Trabajamos para tener unas instalaciones de primer nivel mundial. Las últimas tecnologías, personal muy formado, seguridad. El centro estará en unas instalaciones de máxima seguridad», indican fuentes del Banco de España. Una vez la sede esté en nuestro país, todos los trabajos para luchar contra la falsificación de billetes se harán en España. Pero, ¿cómo funciona por dentro este centro?Los trabajos de laboratorioEl laboratorio lo que hace es facilitar la investigación en su campo de competencia mediante la cooperación mutua y el intercambio de experiencias de los 14 bancos centrales para mejorar un bien público como es el efectivo y hacerlo más resistente a la falsificación y, de paso, minimizar los costes incurridos en la investigación. Los medios con los que cuenta el centro son recursos de la asociación conjunta, aunque nadie hace pública la aportación que realiza cada uno. «Aquí se investiga la reproducción de elementos de seguridad de los billetes», dicen en el Banco de España . En el detalle de lo que se realiza en este laboratorio está lo interesante. «Es un centro muy delicado porque investigamos cómo los delincuentes realizan y realizarán las falsificaciones», añaden.Serie Europa Todos los elementos de seguridad de la última serie de billetes de euro se probaron en este centro la pasada décadaEl trabajo que tienen los bancos centrales en este centro es pensar y hacer lo que haría un falsificador profesional. Es por ello que todas las medidas de seguridad que se implantan o pueden implantarse en las divisas a nivel mundial se ponen a prueba en este laboratorio. En otras palabras, lo que aquí se hace es autofalsificarse las propias divisas para comprobar cómo de sencillo sería que lo hiciera un delincuente. En el caso del euro, cada banco central tiene unas tareas respecto a la divisa y los trabajos de desarrollo de los billetes se reparten entre los países de la zona de la moneda única. «Todos los elementos de seguridad de la serie Europa se han testado en este laboratorio», indican las fuentes. El centro cuenta con muy pocos trabajadores fijos todo el año porque en realidad su funcionamiento es algo particular. Los miembros de la asociación se reparten entre ellos las semanas que utilizará cada uno el laboratorio. Aparte hay una serie de semanas optativas que cada banco central puede decidir utilizar o no. La colaboración y cooperación entre bancos centrales, en este sentido, es capital. No es extraño que entre ellos pongan en común elementos de seguridad, más allá de los foros en que coinciden a nivel internacional; para ello también se creó el centro, para poner en común los avances.14 bancos centrales integran el centro antifalsificaciones: Estados Unidos, la zona euro, Canadá, Australia, Austria, Bélgica, Dinamarca, Inglaterra, México, Países Bajos, Noruega, Suecia, Suiza y EspañaPor poner un ejemplo práctico: el BCE puede acudir a este laboratorio tres semanas para probar la tinta que utiliza en sus billetes. Lo que se haría en este centro sería comprobar la facilidad con la que esa tinta puede ser imitada por los delincuentes con determinados productos químicos y cómo quedaría en la impresión. Autofalsificarse para tratar de adelantarse a los malos. Así las cosas, las labores de este centro por dentro son absolutamente confidenciales y solo tienen acceso los bancos centrales de la asociación. Nadie puede conocer el detalle de lo que aquí se realiza hasta el punto de firmar acuerdos de confidencialidad. Aunque estará radicado en Imbisa, lo cierto es que su ubicación exacta dentro de la planta será un secreto bien guardado bajo llave para no dar pistas a nadie. Asimismo, ABC se ha puesto en contacto con la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco de Dinamarca, pero han rehusado dar información; el primero ha rechazado contestar y el segundo no ha respondido, lo que da cuenta del celo con que se preserva la información del centro.Más allá de ello, el centro sí que permite ciertos invitados muy restringidos, como por ejemplo las fuerzas de seguridad de los Estados. Desde el Banco de España explican que pueden invitar a la Policía Nacional, con la que ya cuentan en la propia institución nacional, para entender cómo funciona y operan los falsificadores.Material sensibleIgualmente, los equipos y materiales que se utilizan en este centro son custodiados con especial celo. Solo los trabajadores específicos de los bancos centrales conocen las herramientas y equipamiento de los que dispone el laboratorio, por cuestiones de seguridad. Y ahora todo ello habrá de ser trasladado a España en los próximos meses para que el centro pueda estar operativo en enero de 2026. «Traer el laboratorio a España no está siendo nada sencillo. Es un trabajo muy intenso tanto en la parte legal como física», afirman fuentes del banco central de nuestro país. Para ello, incluso, han sacado una licitación pública para transportar todos los equipos y materiales de Copenhague a Madrid .800 referencias Más de 800 referencias serán transportadas desde Copenhague a Madrid para el cambio de sede en 2026En esa licitación sí que se da algún detalle de los elementos a transportar, aunque la concreción final se le daría a la empresa que gane el contrato. Según los pliegos, el objeto del contrato es un «servicio de traslado de un laboratorio, incluyendo el desmontaje, transporte y posterior montaje de equipos, desde sus instalaciones de origen en Copenhague hasta su nueva ubicación en la Imprenta de Billetes».En la licitación se menciona que habrá productos inflamables y no inflamables, con alrededor de unas 800 referencias. En este sentido, se incluyen productos químicos como espráis, aerosoles para recubrimientos, tintas en formato líquido y espray, barnices, lubricantes, diferentes tipos de disolventes, pigmentos en polvo, resinas, adhesivos, glicerina, vaselinas… un listado muy extenso al que se añaden equipos y herramientas como planchas, láminas fotosensibles, lentes, filamentos, pipetas, probetas, etc. Todo ello estará operativo en 2026 y España será la sede del laboratorio, cuya utilidad es ahora esencial en la lucha contra las falsificaciones; aunque nadie desvela cuánto utiliza cada uno el centro, las fuentes confirman que se le da un uso bastante intensivo y que todos los miembros acuden a investigar cada año. «Ahora es más importante que nunca un centro como este. Cada vez tenemos más técnicas y elementos en los que pensar. Este laboratorio nos ayuda a ir un paso por delante. Nuestra ocupación y preocupación es ir por delante de los delincuentes, de las tecnologías, de la inteligencia artificial, de todo lo que tenga impacto en la falsificación de billetes», concluye el que será el nuevo anfitrión del RRC. Un triunfo ‘marca España’ en el que, por supuesto, se pondrá a prueba la nueva serie de billetes en la que ya está trabajando el BCE.

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