Donald Trump y su equipo aceleraban este martes para negociar acuerdos con socios comerciales, a pocas horas de la entrada en vigor de los aranceles ‘recíprocos’ -medianoche del martes, seis de la mañana del miércoles en España- que van a sacudir el orden comercial global . Los asesores del presidente de EE.UU. estaban implicados en conversaciones con decenas de países para encontrar acuerdos y aliviar esos aranceles, pese a la insistencia durante días por parte de altos cargos de la Casa Blanca que las tasas comerciales no eran negociables.El mayor desafío es China , uno de los países que más exporta a EE.UU. y su gran rival geoestratégico. «China está desesperada por llegar a un acuerdo, pero no saben por dónde empezar», aseguró Trump en un mensaje en su red social. «Estamos esperando su llamada. ¡Ocurrirá!», dijo con confianza el multimillonario neoyorquino, en un mensaje con varios objetivos: por un lado, ofrecer algo de esperanza a los mercados, que desde el anuncio de la semana pasada de aranceles se han desplomado y han rebotado con la noticia de las negociaciones para alcanzar acuerdos; y, por otro lado, animar a Pekín a implicarse en negociaciones, algo que también interesa a Trump, ante la preocupación incomodidad en su Gobierno y entre sus aliados sobre el impacto de su política comercial, con la amenaza de que desate una recesión global.Noticia Relacionada estandar Si La bolsa rebota un 2,3% tras dejarse 80.000 millones en tres jornadas ‘negras’ consecutivas Xavier Vilaltella y José María Camarero El Ibex recupera los 12.000 puntos aunque es el índice que menos aprovecha la recuperación europea, impulsada por el alza de Wall StreetEstá por ver si la llamada se produce y si apacigua la guerra desatada por Trump y ante la que el Gobierno de Xi Jinping no se ha amedrentado. El pasado miércoles, Trump, dentro de esos aranceles ‘recíprocos’ para unos sesenta países, anunció una tasa del 34% para China, que sería adicional al 20% con el que ya grava a la mayoría de las exportaciones chinas. Pekín respondió durante el fin de semana con el mismo arancel a las exportaciones estadounidenses a su país, 34%. Trump reaccionó con furia a la represalia y amenazó con un 50% adicional si Xi no retiraba ese arancel, lo que dejaría a las exportaciones chinas sujetas a un arancel del 104%.China ha defendido que luchará «hasta el final» en esta guerra comercial con EE.UU.. «La amenaza de EE.UU. de aumentar los aranceles contra China es un error añadido a otro error», dijo el Ministerio de Comercio chino en un comunicado este martes. «China nunca lo aceptará. Si EE.UU. insiste en esto, China luchará hasta el final». La realidad es que el gigante asiático tiene peores cartas que EE.UU.: sus exportaciones a EE.UU. son de unos 440.000 millones de dólares al año, mientras que los bienes que importa desde allí son solo de unos 150.000 millones.Al mismo tiempo que aseguraba que China está desesperada por llegar a un acuerdo, Trump anunció que estaba muy cerca de alcanzarlo con otro gran socio comercial, Corea del Sur . Sus negociadores, detalló, están de camino a Washington para cerrar los flecos. En la víspera, Trump habló con el primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba , lo que contribuyó a que la Bolsa de Tokio se disparara un 6% en la sesión del martes.El secretario del Tesoro, Scott Bessent , aseguró que cerca de 70 países habían contactado a la Casa Blanca para tratar de aliviar los aranceles y pronosticó que EE.UU. «podría acabar consiguiendo buenos acuerdos».El representante comercial de EE.UU., Jamieson Greer , compareció el martes ante el Senado para explicar el despliegue de las tarifas. Insistió en la existencia de negociaciones con algunos países y defendió que la política para acabar con los grandes déficits comerciales de EE.UU. «va en la buena dirección».

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