El Barça afrontaba ayer uno de esos partidos que todo el mundo da por descontado y precisamente por ello parece que ganarlo no tenga ningún mérito y sólo tienes que perder. Hay tanta euforia en Barcelona con Flick y sus muchachos que de la eliminatoria contra el Dortmund se ha hablado mucho menos en los días previos de lo que suele ser habitual en estas eliminatorias de la Champions. Lamine Yamal empezó acreditando este estado de ánimo acompañando el fluir de su equipo con remates de mérito, pero tal vez la primera ocasión realmente clara la tuvo Lewandowski, potente disparo centrado que Kobel pudo despejar a córner. Apabullante despliegue inicial de los locales, con ataques fluidos y suntuosos, ante un rival que deambulaba sin esperanza, sabiendo que sería ejecutado al alba. Barcelona 4 – 0 Borussia Dortmund Ida de los cuartos de final de la Champions League Barcelona Szczesny: Koundé, Cubarsí, Iñigo Martínez (Araujo, min.81), Balde; Pedri (Eric García, min.81), De Jong, Fermín (Gavi, min.74)); Lamine Yamal (Ansi, min.86), Raphinha, Lewandowski (Ferran Torres, min.81). Borussia Dortmund Kobel; Bensebaini, Anton, Can, Ryerson (Sule, min.78); Nmecha (Ozcan, min.67), Chukwuemeka (Reyna, min.67), Brandt; Adeyemi (Beier, min.46), Gittens (Duranvilles, min.78), Guirassy. Goles 1-0. Raphinha, min.25; 2-0. Lewandowski, min.48; 3-0. Lewandowski, min.66; 4-0. Lamine Yamal, min.77. El árbitro E. Eskas (Noruega). Amonestó a Adeyemi y Guirassy. Muy mal los alemanes con el balón, desastrosos. Parece mentira que un equipo de cuartos de la Champions tenga un juego ofensivo tan pobre. Ningún talento, ninguna imaginación, ni siquiera sabían correr en las contras. Poco a poco el Barça se fue calmando, el ritmo inicial menguó, las tonalidades grisáceas se hicieron más evidentes y los alemanes tuvieron algo más de llegada, aunque la continuaron administrando como unos auténticos incapaces. Daba la sensación que los de Flick volverían en cualquier instante a otra descarga eléctrica sobre el rival. Recuperaciones rápidas, presión agobiante. El árbitro Espen Eskas, que cobró más de 9.000 euros por arbitrar el partido, se comió una amarilla clarísima que merecía Balde por un pisotón.Un Dortmund muy atrasado cerraba los espacios a un Barça un poco más impreciso que en los minutos iniciales, y la solución llegó de falta lateral servida por Fermín, que Íñigo peinó de cabeza y Cubarsí primero y finalmente Raphinha remataron estirando los dos la pierna. Koundé daba despacho tranquilo y ordenado a cuanto llegaba a sus dominios. Los alemanes tuvieron su momento de ataque trivial e intrascendente, dejando claro una vez más, por si hacía alguna falta, lo mal que juegan al fútbol. Dani Olmo, en la grada: sospecha la próxima vez que vayas a fichar a un jugador y el equipo en el que está te ponga facilidades hasta en el pago para que te lo lleves y muy rápido. Flick muy activo en sus instrucciones pero excesivamente protegido contra un clima improbable. Lo poco que tenía Tec , lo paraba. Poca finura ofensiva de sus compañeros, cansados, en los minutos previos al descanso. Perdieron el hilo tras el gol, aunque lo del Dortmund con el balón era de los payasos de la tele. Sólo con algo de decencia chutando habrían conseguido empatar. Cuando el Barça no podía correr le sobraba Fermín y le faltaba Gavi . Cuando los rivales se le deshiniben y piensan más en lo que pueden ganar que en lo que pueden perder, la natural fluidez del Barcelona tiende al colapso.Noticia Relacionada Fútbol estandar Si El PSG se acerca a las semifinales ante un plano Aston Villa Javier Asprón Los de Luis Enrique dominaron y tuvieron premio en la prolongación con un tercer tanto que les da una buena ventajaPero justo en la reanudación el Barça le quitó cualquier misterio que pudiera quedarle al partido y seguramente a la eliminatoria y los tres delanteros intervinieron para acelerar el paso a semifinales. Lamine Yamal centró con gran delicadeza para que en un segundo centro de cabeza Raphinha le regalara el 2 a 0 a Lewandowski . El Barça tomó posesión de la noche, sin angustias, envolviendo a los alemanes en una telaraña densa y desmoralizante. Lamine Yamal, sin estar excepcional, todo lo que tocaba lo convertía en digno de ser narrado. A Fermín se le negaba el gol: por muy poco pero se le negaba. No se le negó a Lewandowski, que con el tercero cerró lo poco que quedaba por cerrar. Fermín, sin el premio del gol, fue sustituido por Gavi. Lamine Yamal tuvo el premio y con honor, porque el toque con que marcó fue mágico. Gran autoridad del Barça aunque es verdad que contra un pésimo rival. Fantástico Pedri. Si el Madrid no remonta contra el Arsenal , se hace difícil pensar en qué rival puede privar al Barça de la Champions 2025.

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