Como ‘ Una bomba de Quevedo ‘ ha calificado el profesor de la Universidad Ca’ Foscari de Venecia Adrián J. Sáez el descubrimiento de ‘Desconsuelos de los dichosos’ (1633), un texto inédito hallado por sus colegas Antonio Azaustre y José Manuel Rico, profesores de la Universidad de Santiago de Compostela y de Huelva, en los Archivos Nacionales de Francia. A Francisco de Quevedo le arrebataron esta obra -junto con otras- cuando lo encarcelaron en San Marcos por los implacables dardos que el literato del Siglo de Oro le lanzó al conde-duque de Olivares ya desde 1633, como ha venido a confirmar el nuevo escrito.En este azote contra el valido de Felipe IV, Quevedo replica a 17 frases que formula el soberbio que ostenta el poder , al que tilda de basilisco o de sierpe y dice que habla el mismo lenguaje que el demonio. Con su escrito le recuerda a Olivares que por muy poderoso que sea, no podrá evitar la muerte y Dios castigará con rigor sus actos. He aquí varios ejemplos de cómo responde la Razón, encarnada en Quevedo, a lemas de las que presume el poderoso. Aunque no lo cita, claramente se dirigía al conde-duque, que llegó a jactarse, como en una de estas máximas, de ser «dueño de todo»:1. «No me puede dar más la Fortuna»«Diote inmensa suma de riquezas: considera a cuántos las dio por la traición, a cuántos por el adulterio, a cuántos por los homicidios, a cuántos por la impiedad, a cuantos hombres viles por la usura»Noticia Relacionada opinion Si Una bomba de Quevedo Adrián J. Sáez Desconsuelos de los dichosos’ añade una pieza fundamental a todos los textos en los que el autor del Siglo de Oro aborda el tema del poder«Diote oficios magníficos, puestos superiores: si tú los sirves, eres ministro; si te sirves de ellos, eres ladrón; si los sirves, su esclavo eres, si los haces servir, eres tirano»«Mira en nuestra España en cuán pocos siglos los que fueron ricos hombres ven hombres nuevos con sus títulos y estados; qué de casas magníficas se han quedado en solo el viento del apellido; cuántos tienen lo que es de otros, cuántos no tienen lo que es suyo»2. «Soy bien visto de mi rey»«Más antiguo es el caer de la gracia que los reyes»«Si la privanza la adquiriste con maña, enseñaste con el medio que te la pueden quitar; si fue inclinación del príncipe, no ignoras que puede cansarse de ti»«Decir cómo son los privados es decir lo que todos ven; decir cómo deben ser es decir lo que han visto pocos»«Los privados de cuya astucia y malicia necesitó la incapacidad u divertimiento de los reyes son privados por el rey y sin rey; el que para privar con su rey priva a su rey de serlo, ese es privado rey»«Cree que el hipo de la gente es por otro, no por otro mejor. Solo descansa el pueblo en la variedad: si eres bueno, desean otro aunque sea malo; si eres malo, otro aunque sea peor»3. «Los poderosos se humillan a mí»«Tu puesto, por quien se humillan, te desmiente la treta. Blasonas por reverencia liciones de la víbora: encogerse para picar; y de la flecha: bajarse para herir. Más poderosa es la ofensa del arco que se dobla más: quien se te humilla, se te dispara; quien se hinca de rodillas, se flecha; quien delante de ti deshace su autoridad, considera en tu ausencia qué hará de la tuya»4. «Los humildes me temen»«Dices que te temen, y callas que te aborrecen, siendo cierto que todos aborrecen a quien temen«Lo propio blasonan las prisiones, las desgracias, la horca y la peste»5. «Todo está en mi mano»«Tú y el demonio gastáis un mismo lenguaje»Detalle de Francisco de Quevedo ABC«¿Cómo puede estar en tu mano todo, si no está en tu mano acertar en nada? Esto solo Dios lo puede decir, y solo lo puede presumir un loco. ¿Cómo puede estar todo en tu poder, si tú estás en poder de tus apetitos?»6. «De mi gusto dependen todos»«Más parece bravata de mala mujer que blasón de buen ministro»«Todos dependen de tu gusto, y tú del ajeno: mira qué gusto puedes tener ni dar»7. «Hago cuanto quiero»«No puede hacer bien el que hace cuanto quiere, porque solo hace bien el que hace cuanto debe»«Lo primero que quieres hacer es mandar en todos y que en ti no mande nadie: y para esto, lo primero que haces es dejar que en ti mande la ambición, la vanidad, la codicia, la ira y la soberbia»8. «Puedo vengarme de quien aborrezco»«La venganza es como la abeja, que, por dar una picadura que se quita con lodo, se da la muerte. El poder fuera durable si no se vengara como puede. ¡Qué de poderosos he visto que, si perdonaran pequeños disgustos, se perdonaran a sí graves desdichas!»«Si le aborreces (lo que en los valimientos es ordinario) porque tu príncipe no le aborrece, igualmente aborreces a tu príncipe y a él»9. «Puedo aventajar a quien me agrada»«Tú no te agradas sino del cómplice en las temeridades con que te aumentas de los delitos con que te mantiene; del adulador que te autoriza los desatinos, que te canoniza las demasías: del que hurta con nombre de ministro, y te da con nombre de agradecimiento lo que hurta. Y como solos estos aventajas, por esto los dilincuentes te acompañan»10. «Nadie me contradice»«Porque en los buenos tienes amedrentada la verdad: y en los malos, comprada la mentira»11. «En mi semblante estudian los pareceres»«Mucho más tendrá de cátedra de pestilencia tu semblante, enseñando con los gestos, que de estudio»Retrato ecuestre del conde-duque de Olivares pintado por Velázquez Museo del Prado«Eres veleta de los lisonjeros: por tus facciones ven el humor que corre y aquel siguen; no hay en ti bostezo ni palmada sin culpa»12. «Mis parientes son preferidos en todo»«Por eso tienes más enemigos que parientes, y más quejosos que enemigos»«Ser pariente no es mérito: con eso solo pruebas que eres malo con toda tu sangre, que eres dilincuente con todo tu linaje»13. «Mis criados medran»«Si medras de tu hacienda, será poco; si de la del príncipe, será delito y no medra; si los enriqueces a costa de la república, para ellos hurtas: ladrón eres, no dadivoso»14. «Al que miro todos le estiman»«Más te valiera ser ciego que hacer errar a todos. Si solo porque miras estiman, tu vista ocasiona en los atentos a tu adulación la idolatría de los facinerosos y malhechores»15. «Al que no miro todos le desprecian»«Préciaste de peor bestia que el basilisco. Antes eres basilisco al revés: él mata con mirar; tú, con no mirar matas; aquel, veneno es limitado al que ve; el tuyo, contra los que no mira. No tienes límite. Desdichada sierpe eres»16. «No veo cosa que me pueda derribar»«Creo que no la ves tú, mas no que no la hay. Cuando te oigo decir que no ves cosa que te pueda derribar, te veo yo derribado; estas son de las cosas que las hay cuando no las ven»17. «Todos mis enemigos se mueren»«Primero estará despoblado el mundo que eso sea verdad. Si eso fuera así, ni tuvieras criado ni pariente ni séquito ni cómplices»«En tanto que no muriese tu soberbia, tu locura, tu vanidad, tu hipocresía, tu codicia, tu venganza y tu tiranía, todos tus enemigos viven»«Aún estarás muerto y hecho ceniza y tendrás enemigos: son persecución que pasa de esa otra parte de la muerte, que no se detienen en la sepultura, que se queda asida en la sucesión y en la hacienda y en la memoria»

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