Una abuela estadounidense prueba por primera vez las torrijas y opina sin rodeos sobre su sabor

La Semana Santa está a punto de comenzar. Son muchos los que esperan con ilusión estos días para ver a las cofradías y hermandades recorrer las calles de sus ciudades y pueblos. Aunque los eventos religiosos tienen una gran importancia en España, lo cierto es que la gastronomía también representa un papel importante .Hay quienes aprovechan para cocinar y hacer las recetas más típicas de esta festividad, especialmente las de repostería . Buñuelos , pestiños, leche frita , mona de Pascua… La lista es extensa, pero en ella no pueden faltar las torrijas . Noticias relacionadas estandar No Una anciana de Catarroja acoge a unos voluntarios y ellos se lo agradecen así Inés Romero estandar No José Andrés explica cómo cocinar las mejores torrijas Inés RomeroAlgunas personas consideran que este es el mejor postre de la Semana Santa . Y no es para menos. No hay nada como cerrar un delicioso banquete con una rebanada de pan frita que previamente ha sido empapada en leche aromatizada en vainilla, canela, críticos y anís. A pesar de que es un plato muy tradicional y que lleva haciéndose desde hace siglos, hay ciudadanos que todavía no lo han probado. Este es el caso de una abuela estadounidense . Su nuera, Rosy, es latinoamericana y le ha preparado unas torrijas bañadas en miel . Este ha sido el veredicto de la mujer, quien se ha quedado muy sorprendida por su sabor. Una anciana estadounidense prueba las torrijas por primera vezRosy le pone sobre la mesa a su suegra estadounidense un plato con dos torrijas bañadas en miel . La chica quiere que las pruebe y opine sin filtros sobre su sabor. A la abuela le llama mucho la atención este dulce. Tras degustarlo, este ha sido su veredicto final. «Muy buenas. Esto es maravilloso . Me encanta y con un café está muy bien», comenta. Además, la mujer pone en valor la salsa de miel. Le propone, incluso, hacer un negocio de torrijas. «Podrías venderlas y ganar un montón de dinero» , sostiene. La señora estadounidense lamenta que sean solo típicas en Semana Santa. «Podrían hacerse todo el año», declara.