Titulares de todo el mundo recogían la noticia: la compañía norteamericana Colossal Biosciences anunciaba que había conseguido ‘desextinguir’ al lobo terrible , un cánido mucho más grande que sus actuales parientes (no en vano también ha sido bautizado como lobo gigante ), pero que desapareció hace unos 10.000 años tras la última glaciación. Hace seis meses nacían Romulus y Rhemus, dos cachorros modificados genéticamente para parecerse a lo que fue el extinto Aenocyon dirus. Tres meses más tarde llegó su ‘hermana pequeña’, Khaleesi (guiño a la serie ‘Juego de tronos’, que se inspiró en esta especie para sus lobos huargos, así como a tres de los inversores de la compañía, el escritor George R. R. Martin, autor de la saga; Kit Harington, actor que encarnó al personaje de John Nieve; y Sophie Turner, que dio vida a Sansa Stark). Y con aquellos pequeños y adorables cachorros blancos se reabría el debate de las implicaciones de ‘resucitar’ animales extintos hace miles de años.No era la primera vez que Colossal hacía un anuncio de tal envergadura. En los últimos años ha publicitado sus esfuerzos y avances por devolver a la vida al mamut lanudo, incluyendo un último hito de hacer crecer pelo de estos animales extintos en ratones . Además, la compañía está detrás de resucitar también al pájaro dodo , masacrado por los marineros que llegaron a la isla Mauricio a finales del siglo XVII; y de devolver a la vida al tilacino o tigre de Tasmania , que desapareció por causas parecidas en el siglo XX. Noticia Relacionada opinion Si ‘Resucitar’ al mamut: un paso más cerca, pero de otras cosas Miguel Pita Colossal Biosciences, la misma que hace ya dos años hizo pública su intención de ‘resucitar’ al mamut lanudo en 2028, ahora acaba de dar ‘un paso trascendental’ para lograrlo: reprogramar células de elefante a un estado embrionarioSu objetivo: «Combinando la ciencia de la genética con la exploración, nos esforzamos por revitalizar el latido ancestral de la naturaleza. Para ver al mamut lanudo rugir sobre la tundra una vez más. Para impulsar las economías de la biología y la sanación a través de la genética. Para humanizar a la humanidad. Y para recuperar las tierras salvajes perdidas de la Tierra», reza en grandes letras en su página web .Receta para ‘desextinguir’ un animalLa estrategia en todos los casos es la misma: modificar mediante herramientas CRISPR (la tijera genética que permite a los científicos cortar y pegar genes a placer) cambios sobre el genoma de una especie viva emparentada para que se parezca lo más posible al animal extinto, aunque nunca introduciendo genes antiguos directamente. En el caso concreto del lobo terrible se llegaron a realizar hasta 20 modificaciones en 14 genes del lobo gris, el mayor número hasta la fecha. Todo para que Romulus, Rhemus y Khaleesi tengan un mayor tamaño con unos músculos más desarrollados, pelaje blanco y colmillos más pronunciados que los lobos grises, aunque su base genética sea básicamente la misma.Noticia Relacionada En laboratorio estandar No Crean ‘ratones lanudos’, un paso más hacia la ‘desextinción’ del mamut José Manuel Nieves Los roedores han sido modificados genéticamente por Colossal Biosciences para que su pelaje sea similar al de los paquidermos extintos: grueso, rizado y rojizoSin embargo, este método ha levantado críticas, no por el manejo sin precedentes de las herramientas genéticas (algo que la mayoría de científicos alaba), sino por la definición que Colossal le da al concepto ‘desextinción’. «Si te pareces a una especie y te comportas como tal, entonces lo has logrado», declaró hace unos días a la cadena ABC Beth Saphiro, bióloga evolutiva, defendiéndose de los que afirman que los animales eran «híbridos» y no verdaderas ‘resurrecciones’. Llama la atención que la que ahora es su directora científica, hace unos años también se mostrara crítica con la compañía. «Visto desde un punto de vista conceptual y técnico, es algo imposible: es muy difícil conseguir un núcleo celular intacto de ADN antiguo», apostilla al respecto Marc Martí-Renom, jefe del Grupo de Genómica Estructural en el Centro de Análisis Genómico (CNAG) de Barcelona. «Lo que hace Colossal es ir cambiando genes de un pariente vivo para que se parezca lo más posible a la especie extinta; algo que es muy complicado de por sí, porque al manipular información genética es muy común que resulten modificaciones no deseadas en otras partes del genoma -señala-. Pero eso no es desextinción, es algo intermedio».El sueño de la clonaciónColossal no es la única organización que está detrás de la ‘desextinción’. Revive & Restore , también radicada en EE.UU., busca el mismo objetivo con especies como la paloma mensajera, que en un solo siglo pasó de ser el ave más común en Norteamérica a desaparecer a principios del siglo XX. Revive & Restore no se limita a la fauna extinta, también a la que está en peligro, aunque en este último caso con un enfoque diferente: la clonación . La compañía ha puesto en marcha un biobanco para preservar células vivas de animales que están amenazados para, en un futuro, repoblar sus hábitats con animales replicados de otros. De momento, han conseguido clonar con éxito al hurón de patas negras, del que apenas quedan unos 300 ejemplares en el norte de América. El hurón de patas negras clonado, a las tres semanas de nacimiento revive & restorePor su parte, la empresa china Sinogene Biotechnology, que ofrece servicios para clonar a mascotas, consiguió en 2023 el nacimiento de un lobo ártico de un beagle y creó un caballo idéntico utilizando células de la piel de otro equino. El sector no se está fijando solo en el reino animal: la empresa francesa Cellectis está investigando la oportunidad de ‘resucitar’ plantas antiguas, por ejemplo. También se están creando diferentes biobancos para coleccionar material genético de todo tipo de seres vivos no solo para preservar toda su información, sino también para mantener abierta la puerta a una ‘ desextinción ‘ futura. No obstante, y a pesar de que Colossal se erigía como la primera compañía en haber ‘resucitado’ una especie extinta, lo cierto es que este título lo ostentan científicos españoles. En 2003, un equipo de investigadores liderados por José Folch , director del proyecto y jefe de la Unidad de Tecnología en Producción Animal del Servicio de Investigación Agroalimentaria (SIA) de Aragón, consiguió clonar un bucardo (una subespecie de cabra montés ibérica que se había extinguido en el año 2000) a partir de las células criogenizadas de Celia, la última cabra en su especie que murió accidentalmente tras la caída de un árbol. El cadáver de la cabra Celia. A partir de sus células se intentó la clonación varias veces, aunque solo se obtuvo éxito en una ocasión y solo durante unos minutos archivoTras varios intentos, los científicos -quienes fueron instruidos por los colegas franceses que clonaron a la famosa oveja Dolly- lograron revivir al bucardo, si bien la alegría duró poco: a los diez minutos de nacer murió por problemas pulmonares (uno de los principales problemas médicos de los animales clonados).Otros ‘doctores Frankenstein’ españolesFolch no es el único ‘doctor Frankestein’ español. César de la Fuente, quien dirige el grupo de Biotecnología y Máquinas ( Machine Biology ) de la Universidad de Pensilvania (EE.UU.), lleva años ‘rebuscando’ en el código genético de los seres vivos moléculas que puedan servir como antibióticos. «Usando un algoritmo, recorrimos toda la información genética codificada de nuestro cuerpo y fuimos capaces de encontrar miles de compuestos antibióticos que jamás se habían descrito», cuenta. De ahí, gracias a su sistema de IA, bautizado como APEX —que permite, en cuestión de minutos, realizar tareas para las que antes los científicos empleaban años—, han rastreado todo el árbol de la vida de los seres vivos conocidos, desde microbios hasta mamíferos. Y no se detuvieron ahí: hicieron lo mismo con especies humanas antiguas, como los neandertales o los denisovanos, además de explorar todo el árbol de la vida, incluidos animales y vegetales ya extintos; así descubrieron, por ejemplo, que moléculas procedentes del mamut podrían ser claves de cara a futuros fármacos. «Ya hemos analizado toda la biología existente, tanto la viva como la ancestral», indica De la Fuente. El trabajo de su equipo ha comprimido décadas de investigación humana en tan solo unas horas.Noticia Relacionada estandar No Un científico español resucita moléculas de mamut para crear antibióticos Judith de JorgeTras identificar estas moléculas, el grupo lleva del mundo virtual al real, sintetizándolas con la ayuda de un robot que, siguiendo las ‘recetas genéticas’ proporcionadas por el algoritmo, fabrica los potenciales antibióticos en el laboratorio. Y su trabajo prosigue aún más allá: dos centenares de estos prometedores fármacos ya han sido testados en ratones. Sin embargo, las farmacéuticas no apuestan por su trabajo. «No es rentable económicamente desarrollar un antibiótico, incluso aunque sea un problema de salud mundial que mata a millones de personas cada año», lamenta. A pesar de que en su laboratorio se reviven moléculas y en ningún caso seres vivos, el equipo tiene claras sus líneas rojas: «Por ejemplo, si encontramos alguna secuencia que, según nuestras predicciones, pudiera ser una biotoxina o resultar perjudicial para la humanidad, nos detenemos», dice rotundo De la Fuente. «Nuestro objetivo es emplear la inteligencia artificial con fines positivos. Ojalá en el futuro podamos salvar vidas gracias a ello».¿Un zoo de criaturas imposibles?En esta misma línea se mueve Lluís Montoliu, investigador y vicedirector del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC). Él, junto a Francis Mojica, de la Universidad de Alicante -y ‘padre’ de la tecnología CRISPR que ha hecho posible la existencia de los lobos Rhemus, Romulus y Khaleesi-, además de Rául Pérez-Jiménez, investigador del CIC nanoGUNE, fueron capaces de revivir partes de bacterias de hace 2.600 millones de años . El objetivo: encontrar nuevas proteínas para ampliar la tecnología CRISPR que, como ha demostrado Colossal, está abriendo nuevas vías en la manipulación del ADN que no solo se limitan a recuperar vida pasada, sino también a ámbitos que van desde la agricultura (con aplicaciones para crear cultivos más resistentes) a la medicina (con tratamientos para enfermedades como el cáncer o la diabetes). Noticia Relacionada estandar No Rosas sin espinas, la creación de un equipo de científicos con participación española Patricia Biosca Un equipo internacional, en el que colaboran investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia, ha identificado y ‘silenciado’ los genes detrás de esta característica que estas plantas comparten con las berenjenas, el trigo y la cebada«En ningún caso revivimos bacterias completas», señala Montoliu para dejar claro cuál es su objetivo, algo que no tiene tan claro en el caso de Colossal. «¿Qué queremos hacer con todo esto, un zoológico de criaturas imposibles, un parque temático de especies extintas? Porque es una responsabilidad traer de vuelta a la vida animales que dejaron de existir en un entorno que no es el suyo», incide. Porque aunque la compañía -que cuenta con decenas de inversores y asesores que van desde la Premio Nobel de Química Carolyn Bertozzi al actor australiano Chris Hemsworth o al productor Steve Aoki- asegura que su intención es recuperar hábitats antiguos (afirman, por ejemplo, que los mamuts podrían evitar que el permafrost se derrita gracias a que sus pisadas compactarían el terreno), muchas voces se han alzado criticando qué pasaría si estos animales genéticamente modificados prosperan. «Creo que es algo que debería preocuparnos y de lo que deberíamos obtener respuestas».

Leave a Reply