El Madrid ha salvado el primer ‘match point’ que tenía en el horizonte. Con sufrimiento, después de jugar buena parte del partido con diez tras la expulsión de Mbappé , se ha llevado los tres puntos en Vitoria, ante un Alavés al borde del descenso, y se mantiene en la lucha por la Liga. Próxima parada la vuelta de los cuartos de final de Champions, donde tendrá que remontar un complicado 3-0 si quiere continuar caminando en su competición fetiche.Alavés 0-1 Real Madrid Liga | Jornada 31 Alavés: Owono; Tenaglia, Mouriño, Abqar (Diarra, min.76), Manu Sánchez; Antonio Blanco (Protesoni, min.83), Joan Jordán (Guevara, min.76); Carlos Vicente, Aleñá (Cabanes, min.83), Carlos Martín (Toni Martínez, min.60); y Kike García. Real Madrid: Courtois; Lucas Vázquez, Asencio, Rüdiger, Fran García (Brahim, min.77); Valverde (Ceballos, min.92), Tchouaméni, Camavinga; Arda Güler (Bellingham, min.62), Mbappé y Rodrygo (Vinicius, min.62). Goles: 0-1, min.34: Camavinga. Árbitro: Soto Grado (C. Riojano). Expulsó por roja directa a Mbappé (min.38) y a Manu Sánchez (min.70). Amonestó a Jordán, Carlos Martín y Tenaglia por parte del Alavés y a Camavinga, Lucas Vázquez, Vinicius y Courtois por parte del Real Madrid. Mendizorroza, y más con los babazorros jugándose la permanencia, no es buen sitio para jugarse la Liga. Las pequeñas dimensiones de este campo y la pasión con la que se vive el fútbol en Vitoria lo convierten en una caldera y con ese empuje salieron los de Coudet. Apretando en la salida del Madrid desde atrás y tratando de encajonar al equipo de Ancelotti, que vivió la cita desde uno de los palcos del estadio, sancionado por acumulación de tarjetas. Un hecho que habla de la difícil y tensa temporada que está teniendo el Madrid, intensificada por la excelencia en el juego que está consiguiendo el Barça. Tan propios de estas fechas, el triunfalismo y las aclamaciones de la afición madridista, que espera un milagro la semana que viene en el Bernabéu, parecen lejanas, aunque tratándose del Madrid , todo puede ser.La primera parte tuvo de todo. El Alavés trató de explotar el duelo de Carlos Vicente con Fran García por la derecha, pero fue Camavinga el que abrió la lata cuando el Madrid logró desperezarse, con un trallazo desde la frontal. De los mejores en el Madrid, que ya había metido el miedo en el cuerpo a la afición local minutos antes con un gol de Asencio que anuló el árbitro por falta al tratar de rematar un córner. El central recibió pitos por parte de toda la grada cada vez que tocaba el balón y cánticos deseándole la muerte por un sector de ella. Algo que le viene ocurriendo en otros campos, pero que se preveía este domingo pues a las afueras de Mendizorroza se estuvieron repartiendo pasquines contra él, señalando su presunta implicación en la difusión de un vídeo pornográfico de una menor de edad.De vuelta en lo deportivo, el Alavés jugaba de tú a tú al Madrid, que había aprovechado su talento para ponerse por delante. Todo se torció para los visitantes aún más a cinco minutos del descanso cuando Mbappé , desparecido hasta entonces, hizo una entrada muy dura, con la plancha a la altura del gemelo, sobre Antonio Blanco. Más trabajo para Soto Grado , sustituto de Martínez Munuera tras su permiso de paternidad, que tras revisar la acción en el VAR expulsó al francés. Si el Madrid pasó aculado en su área buena parte del primer tiempo, con un jugador más sobre el césped y sólo un punto por encima del descenso tras la victoria el sábado de Las Palmas, los babazorros tocaron arrebato. Toni Martínez se unía al veterano Kike García en la punta. Balones al área. Un movimiento que Davide Ancelotti quiso contrarrestar dando relevos y metiendo piernas frescas. Fuera Güler y Rodrygo, desapercibidos en ataque. Dentro Vinicius y Bellingham. Los dos titularísimos partieron desde el banquillo pensando en la vuelta de los cuartos de final frente al Arsenal, pero ante la incertidumbre les tocaba faenar. Poco después de entrar la desigualdad numérica desaparecía, con una nueva expulsión. Esta vez de Manu Sánchez . Soto Grado habría deseado librar en este domingo de Ramos. Quién no.La roja y la entrada de Bellingham, que le dio más peso al centro del campo del Madrid junto a Fede Valverde, permitieron a los visitantes empezar más cómodos, aunque sin ninguna aproximación del todo peligrosa por parte de ninguno de los dos equipos. Más tensión que fútbol, en general hasta los últimos minutos, donde se desataron los dos equipos. El Alavés por necesidad y el Madrid aprovechando los espacios. Bellingham la tuvo para sentenciar, solo frente a Owono dentro del área, que sacó una mano milagrosa para mantener vivos a los suyos. No sirvió para nada. El marcador ya no se movió, con el Madrid pidiendo la hora, pero aferrándose a la lucha por la Liga a cuatro puntos del Barça. Mendizorroza seguirá sufriendo las siete jornadas que quedan, metido de lleno en la lucha por ver a su equipo el año que viene de nuevo en primera.

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