En el rodaje de la nueva serie sobre el 23-F

Home People En el rodaje de la nueva serie sobre el 23-F

Nadie lo sabe, pero en un palacete del centro de Madrid se decide el futuro de la democracia española. Todo pende de un hilo. El presidente del Gobierno ha reunido a su Ejecutivo ante una votación trascendental en las Cortes. La cita es en la calle Santa Isabel. Aquí fuera la vida parece más tranquila, nadie está preocupado: los paseantes disfrutan del sol, grupos de chavales matan el tiempo con el móvil y los turistas miran los edificios monumentales del centro, entre ellos el Palacio de Fernán Núñez , en cuyo interior el presidente habla con contundencia a sus ministros, que lo miran entre la admiración y el recelo. Pide que hagan lo que sea para conseguir el sí de los procuradores, «hasta llevarlos a la cama y arroparlos si hace falta». Lo que nadie sabe en la calle es que en el trayecto que va del portal a la primera planta hay una máquina del tiempo en forma de rodaje que se activa al descorrer una cortina.El primer vistazo impresiona. Al traspasar el telón –tupido, pesado, negrísimo– 16 hombres y una mujer aparecen sentados en una mesa de madera noble. La luz, ya de por sí tenue, es tamizada por el incesante humo que sale de sus cigarros y de unas máquinas que envuelven todo como en una bruma del ayer. Hemos llegado a 1976, no hay duda . En el quicio de la puerta que separa el inmenso salón de un cuarto adosado, un hombre revisa el cuadro con atención pero sin nervios. Es el director de cine Alberto Rodríguez, que después de ‘ La isla mínima’ y ‘Modelo 77 ‘ vuelve a mirar a la Transición, ahora con la adaptación en cuatro episodios del libro ‘Anatomía de un instante’ para Movistar Plus+. Alguien pide al periodista que vaya a ese cuarto rápido. Al pasar por el lado del presidente y de su cohorte la sensación es la de haberse colado en la fotografía que los compañeros de Archivo de ABC habían localizado antes. Ahí están Adolfo Suárez –mirada fija a su interior mientras repasa en la mente el discurso–, Gutiérrez Mellado –pálido, delgadísimo, juguetea con el paquete de tabaco– y los demás ministros. El «están» no es exagerado. Solo al llegar al otro lado de la sala y ver en la pantalla del ‘combo’ del director sus caras en primer plano se descubre que Adolfo Suárez es Álvaro Morte y que Manolo Solo se ha dejado una docena de kilos para encajar en el traje y en el rostro de Gutiérrez Mellado.Momentos clave Arriba, Alberto Rodríguez repasa una escena con Álvaro Morte (Suárez) con Manolo Solo (Gutiérrez Mellado) atento detrás. Abajo, Carmen Díez de Rivera es Alejandra Onieva // Julio Verge«El libro es un paseo sentimental por la Transición, lo que despierta muchas sensaciones, y eso siempre es complejo de manejar», dice el cineasta, que se mueve en el set de rodaje con una calma inusitada: apenas un apunte por aquí, una indicación por allá, un gesto sutil con la mano… No le hace falta más porque con la mayoría de los que le rodean lleva trabajando media vida desde Sevilla para el mundo, ya sea el guionista Rafael Cobos , el diseñador de vestuario Fernando García , el jefe de arte Pepe Domínguez del Olmo … También, porque es de naturaleza tímida, que no hay que confundirlo con falta de severidad. O, quizá, por esa inseguridad del artista cuando está en medio de la creación. Por eso, cuando Alberto Rodríguez conversa con ABC junto al productor de esta ‘Anatomía de un instante’, José Manuel Lorenzo , busca siempre desviar la mirada al material original, al libro: «Cuando me llegó la propuesta me dio mucho miedo, pero por otro lado era un material tan sólido… Si nos apoyamos en esa base, nos podremos caer, pero es más difícil». Antes Después Reconstrucción del momento en que Suárez (Álvaro Morte) pide a sus ministros que logren los apoyos para aprobar la Ley de reforma política. Arriba, Suárez preside la mesa que ahora han reconstruido al detalle Archivo ABC / Julio VergeEn esa «base» ha encontrado la forma de meter mano a un momento histórico inabarcable, tan lleno de escenasy de personajes que lo convertía en un proyecto imposible. Hasta que decidieron centrarse en la historia de «los tres traidores» . Adolfo Suárez, Gutiérrez Mellado y Santiago Carrillo. Los tres «enfadaron» a los suyos para encontrar un punto de equilibrio que hiciera de la Transición algo factible. «El corazón de este proyecto es el instante en el que tres traidores no se tiran al suelo», cuenta Lorenzo, de DLO Producciones, que lleva tratando de filmar la Transición seis años hasta que, por fin, dio con el libro. Un largo viajePorque en este proyecto hay una especie de vocación de encontrar un ‘canon’ que aterrice la vorágine frenética de aquellos años salvajes en una narración completa. «Tiene que ser una serie para el público que lo vivió y también para los jóvenes que no lo recuerdan. Por eso la hemos planteado como un ‘thriller’ muy entretenido», cuenta el productor, a lo que Rodríguez, que lo escucha a unos metros como despistado, responde: «Espero, espero… ¿te imaginas que queda un tostonazo?», dice con una fragilidad que el resto de su filmografía desmonta: ‘7 vírgenes’, ‘After’, ‘Grupo 7’, ‘El hombre de las mil caras’ … Noticia Relacionada Pasando por ‘La casa de papel’ estandar Si Álvaro Morte, del microteatro al West End Julio Bravo El actor, célebre por su papel de El profesor en la popular serie, ha debutado en la escena londinense junto a Lily Collins en la obra ‘Barcelona’En esas, aparece por la puerta Álvaro Morte. Viene de rodar la secuencia 140, es el día 20 de un rodaje que se alargará hasta el 5 de junio. Así que cuando saluda, la inflexión de voz con la que interpreta a Adolfo Suárez se le escapa. Se ríe. El parecido, ya sin objetivos entre medias, es todavía más alucinante. El perfil es el mismo que la memoria ha dibujado del líder de la UCD. «No estamos haciendo una imitación, solo quería que tuviera el halo de Suárez, que se respirara a Suárez. Porque además, la imagen que cada uno ha construido del presidente es diferente, y más teniendo en cuenta que él se alejó de los focos muy pronto y solo queda el recuerdo», explica el intérprete, que ha visto decenas de vídeos para capturar esa gestualidad que ahora muestra . Y eso que la opción de Morte como Suárez no era, ni de lejos, obvia. Le hicieron el casting a distancia desde Londres, en un día que tenía doblete en el teatro del West End . Los convenció a todos. Histórica portada de ABC del 19 de noviembre de 1976Máximo detalle«Que no me entere yo de que están hablando de Carrillo, que es el enemigo… Que ya bastante tengo yo con los militares». Habla Gutiérrez Mellado, pero ahora no hay cámaras. En realidad, es Manolo Solo, metido en su papel incluso fuera de plano, cuando ve cómo Alfonso Osorio le entrega un papel a Suárez «de parte de Carrillo» para verlo. Aquí todos se han convertido en expertos de la historia, en unos fanáticos de unos instantes que durarían años. Lo demuestra Manolo Solo cuando, unas horas después de una primera conversación con ABC, se acerca de nuevo para apuntar con certeza dos de los libros en los que más se apoyó para clavar su construcción del personaje:’Un soldado de España’ y ‘Un militar del siglo XX’. Aquí la precisión es una obligación. En la mesa, los papeles son calcos mecanografiados con todos los procuradores de las Cortes. Los mecheros tienen el escudo labrado, igual que las cajas de plata o los lomos de los libros, incluso los que no se ven. Es una finura que el ojo no atisba pero que la cámara captura. «Son esos detalles los que hacen crecer la ficción», dice Pepe Domínguez del Olmo, director de Arte, que ha visto cientos de fotos, ha visitado La Moncloa y ha recorrido decenas de palacetes hasta reconstruir la misma sala que hoy visitamos. Igual que Fernando García, al que la pasión por su trabajo le desborda cuando habla de los 47 vestuarios que ha diseñado para Adolfo Suárez, los más de 300 uniformes de militares que ha tenido que revisar o los casi 3000 figurantes que desfilarán, de época, ante las cámaras de Alberto Rodríguez. «Las cosas cotidianas son las que quedan para la posteridad», rematará después el director. Objetos reproducidos con detalle para el rodaje de ‘Anatomía de un instante’, de Alberto RodríguezAvanza así la jornada 20 de rodaje, la que empieza con Suárez el 30 de septiembre de 1976 buscando los votos de los procuradores y que, apenas unas horas después, concluye el 19 de noviembre de 1976 entre aplausos tras el hito. «El libro es inabarcable», se aferra de nuevo Alberto Rodríguez. Casi tanto como apretar en 1.200 palabras tres secuencias clave de la historia de España mientras por detrás pasa Carmen Díez de Rivera, personaje importante en el episodio que hoy se rueda. Mientras, Alberto vuelve del set con la mirada perdida. Se queda callado. ¿Qué piensas? «Nada, en una tontería… En si el ministro Alfonso Osorio debería mirar a Suárez o debería mirar a Fernando Abril Martorell.Lo ha hecho a Suárez, ¿verdad? ». «Sí», le responde Paz ‘Pachi’ Jiménez, la ‘script’, «la que hace que todo esto funcione de verdad». «Repetimos».

Leave a Reply

Your email address will not be published.