Las líderes del derecho a la vivienda que se miran en Colau

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Las líderes del derecho a la vivienda que se miran en Colau

De las pancartas del «No tendrás una casa en tu puta vida» a la amenaza de una huelga de pago de alquileres han pasado casi veinte años. Es el arco de dos décadas que va del nacimiento de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) al auge y protagonismo del Sindicato de Inquilinas e Inquilinos, el mismo arco que abarca una crisis inmobiliaria estructural que ha pasado de la imposibilidad de acceder a un piso de compra y la crisis de los desahucios generada por el derrumbe de 2008, a la situación actual, con precios de compra de nuevo en fase burbuja, pero con la alternativa del alquiler también fuera del alcance de la mayoría, por precios inalcanzables y oferta menguante. Noticia Relacionada estandar No La vivienda es el nuevo ascensor social: «Quien no tiene casa, tiene un estatus social más bajo» Mayte Amorós Un premiado estudio de la Universidad balear sobre la quinta ola de gentrificación en Palma alerta de que las clases sociales se están desdibujando y es más rentable tener activos inmobiliarios que trabajarLa situación ya no afecta únicamente a las grandes ciudades, sino que se extiende a urbes medianas, y los experimentos llevados a cabo en comunidades autónomas como Cataluña han resultado fallidos, en tanto que la limitación de las rentas de alquiler vigente desde hace un año y que permite la nueva ley de Vivienda efectivamente han conseguido al menos parar la escalada de precios, pero con la contrapartida de una contracción de la oferta en alquiler aún más perjudicial para el potencial inquilino, sin opciones en uno y otro mercado.Lo más agudo de la crisis de la vivienda ha pasado pues de tener el foco puesto en la compra a la casi desaparición del alquiler como alternativa, lo que explica también el paso del testigo, en cuanto a objetivos pero también generacional, de quienes en la calle y en los medios lideran las plataformas y asociaciones que defienden el «derecho a la vivienda».¿Del activismo a la política? Racu ha cutivado su faceta de actriz y Arcarazo es hija de un reconocido guionista: se las señala como herederas políticas de ColauEn esta transformación destacan las dos cabezas visibles del Sindicato de Inquilinas en Madrid y Barcelona, Valeria Racu y Carme Arcarazo respectivamente, que comparten, además de juventud y cierto parecido físico, trayectorias muy coincidentes, ambas formadas en parte en el extranjero, y compartiendo experiencia, las dos como becadas, en centros de la muy exclusiva y peculiar red Colegios del Mundo Unidos (CMU), la misma en la que estudiaron durante un curso la Princesa Leonor y la Infanta Sofía.Coincidencias escolares al margen, si hay algo que también tienen en común Racu y Arcarazo es una trayectoria como activistas muy parecida a la de Ada Colau, aunque falta por ver si ambas acabarán dando el salto a la política activa como sí hizo la exalcaldesa de Barcelona, de la pancarta y las ‘performances’ en la calle a convertirse en un referente indiscutible del espacio de los Comunes. Colau comenzó a hacerse un nombre en 2006 en el colectivo V de Vivienda, donde surgió el personaje, con capas y malla, que a modo de superheroína por el derecho a un piso interrumpía los mítines de los candidatos a a la Alcaldía de Barcelona en la campaña de 2005. Una vena por el espectáculo que ya había cultivado antes, de manera esporádica, haciendo sus pinitos como actriz y guionista en una serie de Antena 3. Curtida en asambleas, fue una de las impulsoras de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca en Barcelona, y en 2010 impulsó la campaña Stop Desahucios en lo más crudo de la crisis. Al amparo del movimiento 15-M acabaría cabalgando la ola política que la convertiría entre 2015 y 2023 en alcaldesa de Barcelona. Allí, incómoda a veces en su papel institucional, echando en falta su faceta de activista, vio con no poca frustración cómo las moquetas de los salones nobles acabaron por poner sordina a unas reivindicaciones que chocaron con las limitaciones de la política real. En un segundo plano político ahora tras tanto desgaste, Colau cultiva ahora las relaciones internacionales mientras que el espacio político que lideró aún confía en su regreso.DesparpajoEsta es la trayectoria de quien ahora se considera referente e inspiradora de quienes son sus herederas por ahora en cuanto al activismo; se verá luego si también en lo político. Por desparpajo ante las cámaras y unos planteamientos políticos y recetas para solventar la crisis inmobiliaria que desde el sector se consideran catastróficos, Valeria Racu y Carme Arcarazo ya han sido señaladas como ‘las nuevas Colau’.Valeria Racu (Moldavia, 1995), desde los cinco años en España, es la cara visible del Sindicato de Inquilinos en Madrid, en un movimiento que se quiere transversal y sin liderazgos marcados pero que ha descubierto en la joven una acerada y desenvuelta portavoz, fruto probablemente de su comodidad ante los focos. No en vano, cultivó su faceta interpretativa en series como ‘Doctor Mateo’ o ‘El tiempo entre costuras’, aunque también se la pudo ver en ‘Hay alguien ahí’ y en ‘Hospital Central’. Más currículum como actriz que el de Colau, quien también compartió con Racu experiencia como estudiante en el extranjero, un curso Erasmus en Italia.La trayectoria como estudiante internacional de Racu es algo más completa. Sobresale su paso entre 2012 y 2014 por el centro de Escuelas del Mundo en Costa Rica, donde llegó con una beca de la Fundación La Caixa. En una entrevista en ‘El País’, Racu relataba su experiencia en el proceso de selección de una red de colegios que también escogieron los Reyes para que la Princesa Leonor y su hermana, la Infanta Sofía, viesen mundo, en su caso en el centro de Cardiff (la capital de Gales, en Reino Unido). «Era algo muy simplón, pero me di cuenta de que tenía que destacar, lograr que me pusieran una etiqueta», explicaba al señalar que escribió su carta de presentación en verso, para que se fijaran en ella. Cuando le preguntaron por la educación de sus padres, dijo: «¿Qué poner? ¿Padre albañil y madre esteticista? Pensaba que buscaban un perfil concreto y alguien como yo no encajaría del todo». Formada antes en el IES Ramiro de Maeztu de Madrid, valoraba en la misma entrevista su paso por el CMU de Costa Rica –el de la India fue su primera opción– como una oportunidad única. «Recibir la educación que yo recibí por 70.000 euros es de élites», sentenciaba Valeria. «Por suerte, el modelo de CMU abre camino a gente como yo, que no la hubiera experimentado de otra forma. Es un elitismo que no quiere serlo», argumentaba sobre una red de centros que presume precisamente de dar a sus alumnos un marchamo internacional, humanista, y también en el caso de Racu y Arcarazo, activismo. No obstante, tras su paso por CMU, donde realmente forjó su incipiente liderazgo fue en la Escuela de Estudios Orientales y Africanos de la Universidad de Londres, donde estudió también becada un máster en Antropología Social. Allí se implicó a fondo en el movimiento estudiantil y, de hecho, estuvo al frente de la «huelga de alquileres» que un grupo de estudiantes protagonizó cuando la propiedad de los pisos en los que vivían se negó a aplicar una quita de rentas por la pandemia de Covid. Ya de vuelta a España, Racu se metió a fondo en el Sindicato de Inquilinas, una de cuyas propuesta estrella es precisamente la amenaza de una huelga de alquileres masiva.Recetas catastróficasSi en Madrid sobresale Racu, en Barcelona los focos se posan sobre Carme Arcarazo (Barcelona, 1996), con una trayectoria vital también parecida: tras su paso por centros públicos de Primaria y Secundaria en Barcelona, su expediente le permite acceder al Bachillerato como becada en otro centro de Colegios del Mundo Unidos, en este caso en el de Mostar (Bosnia-Herzegovina). Posteriormente se licencia en Economía y Ciencias Políticas por la Universidad de Ámsterdam y luego hace un máster en Estudios Urbanos en la UAB. De allí salta a un ‘think tank’ de Ciudad de México donde se centra en el desarrollo de «políticas para la protección de personas defensoras de la tierra y el territorio en riesgo» en ese país. Su desenvoltura en el mundo audiovisual es probablemente herencia familiar, en tanto que su padre, Lluís Arcarazo (1959), es un muy reconocido guionista con participación en numerosas ficciones para TV3, entre otras. En 2007 gana el premio Goya al mejor guion adaptado por ‘Salvador’ (Puig Antich), dirigida por Manuel Huerga. También ha destacado en su faceta de documentalista.En Madrid y en Barcelona, Valeria Racu y Carme Arcarazo son ahora la voz cantante de un movimiento que desde el sector inmobiliario se denuncia que propugna recetas que no solo no solucionarán el problema real de acceso a la vivienda, sino que lo empeorarán, con la citada huelga de alquileres en primer plano.

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