Rory McIlroy supera sus fantasmas y gana al fin la chaqueta verde

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Rory McIlroy supera sus fantasmas y gana al fin la chaqueta verde

Rory McIlroy llevaba desde 2011 teniendo pesadillas cuando pensaba en el Masters. Entonces perdió el torneo cuando cedió cuatro golpes de ventaja en la última jornada y parecía que esta cuarta pata del ‘Grand Slam’ no la iba a alcanzar nunca. Y en esta ocasión, después de 17 años visitando Augusta, al fin pudo lograrla a pesar de que estuvo a punto de repetirse la historia. En esta ocasión afrontó los últimos ocho agujeros también con cuatro tantos de renta y, después de un desenlace de locos, también los dilapidó.En esta ocasión, a su irregular actuación (73 golpes) se sumó la extraordinaria de Justin Rose (66) que firmó la mejor actuación del día y forzó un desempate en el que el norirlandés ya no falló. Fue entonces cuando rompió a llorar y fue su propio contrincante el que le consoló con gran cariño. Era consciente de lo que había luchado su amigo por la chaqueta y se sentía partícipe de su éxito. Porque en el camino, dejó algunas pinceladas de auténtico lujo.Noticia Relacionada Masters de Augusta estandar No Ballester la lía al orinar en el arroyo del mítico hoyo 13 durante un partido J. A. P. El castellonense, campeón del US Open amateur, compartía partido con el número uno mundial Scottie SchefflerHay golpes que bien valen todo un torneo. Y cuando se realizan en condiciones de extrema dificultad y encima salen bien, merecen que su ejecutor se gane la denominación de maestro. Después de salir en el hoyo 7, Rory McIlroy se fue al bosque de la izquierda y maldijo su suerte; sobre todo al llegar a su bola y ver que tenía el tiro bloqueado por los enormes árboles que flanquean el recorrido. Fue entonces cuando debió lidiar con una tremenda disyuntiva, si sacarla de manera conservadora al centro de la calle a riesgo de perder un golpe (los tres de renta que llevaba en ese momento así lo aconsejaban) o bien intentar un golpe imposible por alto, aun a riesgo de meterse en graves problemas. Y como los genios ven soluciones donde el resto de los mortales sólo encuentran problemas, el norirlandés se vino arriba: se sacó de la manga un ‘swing’ agresivo y muy elevado que sorteó toda la vegetación para terminar posando el proyectil a escasos metros de la bandera. El resultado fue tan inesperado que incluso le dio la risa floja al darse cuenta de la barbaridad que acababa de realizar, merecedora de aparecer en el resumen de los mejores golpes del año. Una vez hecho eso, lo de menos era consumar el ‘birdie’, lo que no hizo. Como si de Curro Romero se tratara, después de una gloriosa faena se le perdonaba no firmar la estocada.Un final con sorpresasCon el subidón de confianza que le dio ese momento, Rory se vino arriba y comenzó a desplegar su mejor juego. Tanto es así que con un ‘birdie’ en el 9 cerró los hoyos de ida uno bajo par (había empezado con un doloroso doble ‘bogey’ que le costó levantar) y pudo afrontar los de vuelta con cuatro de margen sobre el segundo clasificado. En principio era Bryson DeChambeau , mas de repente apareció un Justin Rose , que revivió después de su debacle sabatina. Además, como si quisiera mejorar las opciones del inglés, McIlroy había cometido un inoportuno doble ‘bogey’ en el 13 y otro tropiezo en el 14, lo que sumado a dos ‘birdies’ del veterano en el 15 y 16 hicieron que el campeón olímpico volviera a recuperar el liderato dos días después.Noticia Relacionada Golf estandar Si El nuevo Rahm ve el Masters con otros ojos Miguel Ángel Barbero El doble ganador de ‘majors’ reconoce llegar este año a Augusta mejor que nuncaA partir de ahí se sucedieron las alternancias al sumarse Ludvig Aberg a un inesperado triple empate cabecero. El carrusel de resultados en los siguientes minutos hizo que el sueco se cayera de la lucha y que ‘Rosie’ se metiera de lleno con otro golpe ganado en el 18, para acabar con una meritoria tarjeta de 66 impactos. Esto obligaba al de la isla esmeralda a hacer lo propio en alguna de las dos últimas banderas si quería evitar el desempate y, aunque lo hizo en el 17, en el último pinchó de nuevo. Se dice que los últimos nueve hoyos del National son los que deciden las chaquetas verdes y, en esta ocasión, se volvió a certificar, para mal. A pesar de afrontarlos con cuatro golpes de renta, Rory se colapsó otra vez en este campo . La historia de la chaqueta que se le escapó en 2011, cuando también afrontaba esos agujeros finales con cuatro tantos de renta, sobrevolaba de nuevo en el ambiente cuando arrancó el ‘playoff’.Pero, en esta ocasión, el menudo golfista mantuvo los nervios templados y fue capaz de superar a su amigo, que fue segundo por tercera vez.Rahm subió puestosPor lo que respecta a Jon Rahm, siguió en su línea de buen juego, aunque sin una excesiva recompensa en el resultado (acabó decimocuarto). Una vez más ganó al campo (69) y de no haber terminado nuevamente con ‘bogey’ en el 18 se habría ido con mejor sabor de boca de Augusta . «He jugado muy bien, muy libre y cómodo, como hacía tiempo que no me sentía. Si me tengo que dar una nota sería un seis, pero también es verdad que al ir sin presión es más fácil hacerlo bien», reconoció el vizcaíno.Clasificación final 1. Rory McIlroy (NIR), -11 (72+66+66+73) 2. Justin Rose (ING), -11 (65+71+75+66) 3. Patrick Reed (EEUU), -9 (71+70+69+69) 4. Scottie Scheffler (EEUU), -8 (68+71+72+69) 5. Sungjae Im (COR), -7 (71+70+71+69) Bryson DeChambeau (EEUU), -7 (69+68+69+75) (…) 14. Jon Rahm (ESP), -3 (75+71+70+69).

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