Su Santísima Trinidad: las novelas que marcan su obra

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Su Santísima Trinidad: las novelas que marcan su obra

Lector de Víctor Hugo, Homero y Faulkner, también devorador de Flaubert, Mario Vargas Llosa forjó una vocación y una voz literaria en sus años en el Leoncio Prado y luego en la Universidad de San Marcos. En él carburó desde muy pronto lo literario como un mecanismo liberador: la lectura lo hizo libre en el Perú de Manuel Odría y en el hogar del padre autoritario. Sus obras principales, los cimientos de su literatura se sostienen en tres grandes columnas: ‘La ciudad y los perros’ (1963) , novela que inaugura la renovación del Boom; ‘Conversación en la catedral’ (1969) , una proeza de habilidad técnica narrativa y una radiografía de la novela como proposición política y ‘La fiesta del chivo’ (2000) , que es la síntesis de la novela histórica, política y el broche de oro de la novela del dictador. La ciudad y los perrosLa literatura fue su primer acto de insurrección. Un espacio de libertad. Tuvo que reponerse Mario Vargas Llosa del cambio de su infancia en Cochabamba , arropado primero por la familia materna, a los años en Lima junto a su padre, a quien pensaba muerto y cuya aparición llegó justamente para aguarle su fiesta de niño lector con pintas de serio y letrado señorito. «Para mí conocer a mi padre fue un cambio total en mi vida. Con él conocí la soledad. Pasé de vivir con una familia casi bíblica, la familia de mi madre, a vivir casi solo en Lima con una figura autoritaria, distante, intransigente. Con mi padre descubrí el miedo».MÁS INFORMACIÓN No Muere Mario Vargas Llosa a los 89 años, un premio Nobel de Literatura con una vida de novela, por Carlos Granés Si El Hannibal Lecter de la literatura mundial, por Rodrigo Fresán Si El último ‘boomcano’, por Fernando Iwasaki No Reacciones: «Descansa en paz, ilustre peruano de todos los tiemposLa vocación literaria nació de ese malestar. Si a la familia de su madre le gustaba que escribiera versos, a su padre eso no le hacía ninguna gracia. La literatura le parecía de bohemios, de gente que no servía para nada, incluso le parecía poco viril. «De manera muy cobarde, porque yo le tenía mucho miedo, leyendo y escribiendo le llevé la contraria. Cuanto más le disgustaba a él la literatura más yo me interesaba en ella. Me mandó a una Academia Militar, el Leoncio Prado, con la intención de que dejara la literatura y en lugar de disuadirme, al contrario, me dio tema para mi primera novela.Fotogalería: la fascinante vida de un autor icónico ABC’La ciudad y los perros’, ganadora del Premio Biblioteca Breve en 1962 colocó a Vargas Llosa en el epicentro del Boom. Así lo explicó el editor Carlos Barral. La escribió en Madrid, ciudad a la que llegó a mediados de los años cincuenta para cursar un doctorado en literatura de la Universidad Complutense. Ya era licenciado en Derecho por la Universidad de San Marcos. En Madrid se aficionó a escribir en las fondas y bares alrededor de la esquina de Menéndez Pelayo con Doctor Castelo, cerca de la pensión donde vivía. Escribía a máquina en la habitación de una pensión y garabateando en sus libretas bajo la mirada del camarero estrábico de un bar donde hoy funciona Arzábal. «¿Y cómo va eso?», me preguntaba el hombre dándome palmaditas en la espalda. Eso me ponía nerviosísimo».’La ciudad y los perros’ narra las vidas de los cadetes en el colegio Leoncio Prado de Lima, centrándose en la relación de los jóvenes estudiantes con la estructura militarizada de la institución, y sobre todo en esas reglas paralelas y contradictorias con las órdenes de los superiores. Tal y como indicó el académico peruano Marco Martos en la edición 50 aniversario de la RAE, «la aparición de la novela marcó un paso importante en la superación de la temática indigenista, de la búsqueda de raíces y valores prehispánicos y marcó un hito en la experimentación técnica». Pero fue, sobre todo, un primer ejercicio estético y literario para recomponer los cimientos de una narrativa contemporánea.Conversación en la catedralLo dijo en varias ocasiones. ‘Conversación en la catedral’ fue la novela que más canas verdes le sacó y la única que salvaría en medio de un incendio. Fue su obra maestra. Ambientada en el Perú de Odría, tiene lugar en un bar, la Catedral, en el que Zavalita y el zambo Ambrosio conversan. Es la ejecución de ingeniería literaria que define a Vargas Llosa como uno de los grandes narradores de la literatura universal del siglo XX. Diálogos cruzados, fragmentos encajados y el minucioso tapiz moral de la sociedad peruana envilecida bajo la presión de un poder dictatorial. ¿Cuándo se jodió el Perú? es una frase que, a la manera de epicentro narrativo, enuncia la consecución de una tragedia y el levantamiento de una proeza narrativa. Vargas Llosa se muestra, sobre todo, como un inmenso lector y un ciclópeo narrador.Para ese momento ya había escrito ‘La ciudad y los perros’, ‘Los cachorros’ y ‘La casa verde’, esta última ganadora del Premio Rómulo Gallegos de Novela en 1966. Había vivido en Madrid, París, Barcelona e Inglaterra, fue justamente en ese lugar donde la terminó «Conversación en La Catedral me sacó todas las canas que tengo. Es el libro más complicado de todos los que he escrito. Me demoré casi tres años. Me sacó canas verdes, ¡oh! Era compleja también por otras cosas más allá de la técnica: yo quería escribir una novela sobre el tiempo de Odría, una dictadura profundamente corrompida. También quise contar el estado de ánimo de mis compañeros de generación. Todo eso lo volqué en esas páginas». La dictadura de Odría fue trágica para la generación de Vargas Llosa. Es una novela coral que atraviesa veinte años de la historia política peruana y que se construye a partir de un fresco político, social y moral: ricos y pobres; militares y civiles; negros y blancos; cholos; ilustrados y analfabetas; trabajadores y estudiantes; explotadores y explotados; burgueses y proletarios; apristas y comunistas; prostitutas, trepadoras, arribistas, hampones de cuello blanco y del lúmpen, escritores, reporteros… Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez, Julio Cortázar y Álvaro Mutis se refirieron a ella como la gran novela política de Latinoamérica. Y lo seguirá siendo. La fiesta del chivoEs la síntesis de su maestría literaria. En él coinciden el novelista avezado, el hombre cosmopolita, el desengañado de la izquierda representada en la Revolución Cubana y el exilado, el desterrado, aquel que tras perder en sus elecciones contra Alberto Fujimori en 1991 dejó el Perú y se volcó en la escritura. De esos años nace La fiesta del chivo (2000) su más feroz crítica al poder: una novela que tiene la fuerza oral del teatro, la caracterización dramática canónica, la potencia de las metáforas y la expresión del castellano más mordaz y a la vez depurado. Faltaban diez años para ser premiado en Estocolmo, pero ya era Vargas Llosa un nobel indiscutible, un narrador infalible. En ‘La fiesta del chivo’, Mario Vargas Llosa narra los últimos días del dictador Rafael Leónidas Trujillo en la República Dominicana a través de Urania Cabral, una exitosa abogada que abandonó el país de forma misteriosa siendo una niña. Tres décadas después, regresa para visitar a su padre moribundo, el senador Agustín «Cerebrito» Cabral, un antiguo alto cargo del Régimen que cayó en desgracia. Durante ese viaje, se desvelará el secreto que la protagonista ha guardado celosamente desde su huida. Su potencia narrativa propició las adaptaciones al teatro y al cine y marcó un hito en la novela política latinoamericana justamente en un momento de deterioro de la democracia liberal.Tal y como explicó Juan Antonio Masoliver Ródenas, ‘La fiesta del chivo’ representa, pues, un regreso a la primera etapa narrativa de Vargas Llosa, la que va de La ciudad y los perros a La guerra del fin del mundo. La novela tiene dos personajes centrales: Urania, símbolo de la pureza ultrajada, y Rafael Leónidas Trujillo, un caudillo que se cree salvador de la patria, asesino y despiadado violador. Se mueve en dos planos temporales, los años sesenta, y un plano dramático, de orden metafórico, político y moral sobre el agravio, abuso y los desmanes del poder

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