Abriendo una conferencia nacional para preparar los próximos presupuestos del Estado, François Bayrou , primer ministro del gobierno presidido por Emmanuel Macron , ha denunciado la situación catastrófica de Francia: «Está en juego la supervivencia de nuestro país. Trabajamos poco. Tenemos muchas deudas. No producimos lo suficiente para asegurar nuestra independencia».Elegido primer ministro el 13 de diciembre pasado, Bayrou ha tardado cuatro meses en reconocer la situación catastrófica de Francia, que ya costó el mismo puesto de jefe de gobierno a cuatro de sus predecesores en el cargo en apenas año y medio.Tras ese periodo de «reflexión», Bayrou y su gobierno han comenzado a preparar los próximos presupuestos del Estado para los próximos días en la Asamblea Nacional. Ante la gravedad sin precedentes de la situación, Bayrou ha reunido en la mañana y tarde de este martes a parte de su gobierno, acompañado de empresarios, sindicalistas y alcaldes de Francia para anunciarles las «grandes líneas» de una situación nacional desastrosa.Noticia Relacionada estandar Si Macron pide la suspensión de las inversiones francesas en EE.UU. tras la imposición de aranceles a la UE Juan Pedro Quiñonero | Corresponsal en ParísDe entrada, Bayrou ha lanzado una advertencia solemne, sin precedentes, desde hace muchos años: «Esta en juego la supervivencia de nuestro país». Catástrofe que, a su juicio, tiene razones múltiples, acumuladas durante varias décadas.«Somos el país que gasta más dinero público. Gastamos el 57% de nuestro PIB, cuando solo tenemos un 53% de ingresos», comienza recordando Bayrou, sacando esta primera consecuencia: «Siendo el país que más dinero público gasta, en la OCDE, nuestro nivel de vida, el nivel del paro y las desigualdades no ocupan ese mismo puesto. Otros países lo hacen mejor que nosotros, gastando menos». Confirmada esa realidad, que tiene algo de tragedia histórica, Bayrou ha recordado dos detalles: los franceses trabajan «poco» y el Estado gasta demasiado.«Francia debe afrontar una montaña de dificultades», declara Bayrou, agregando: «Estamos faltos de recursos porque no trabajamos lo suficiente. Es muy urgente que reduzcamos nuestra dependencia agrícola, industrial e intelectual».El primer ministro no ha deseado agravar la crisis recordando una de las grandes batallas sociales en curso. Macron ‘impuso’ la jubilación a los 64 años, muy aplazada en el tiempo. Sindicatos, extrema derecha y extrema izquierda, apoyados por la opinión pública, desean restaurar la jubilación a los 60 años, cuando en el resto de Europa la jubilación se toma a partir de los 65 o 67 años.Trabajando menos, gastando más, Francia es víctima de unos déficits y endeudamiento catastróficos, que Bayrou comenta de este modo: «Nuestras deudas amenazan nuestra independencia. Más crecen las deudas, más se recorta nuestra independencia».¿Cómo «resolver» ese rosario de desastres?Presentando la conferencia nacional del martes, Bayrou ha anunciado tres promesas calladamente ambiguas, para los próximos presupuestos del Estado: «Independencia en materia de seguridad y defensa». «Rechazo del endeudamiento». «Relanzar la actividad económica del país…».Promesas por cifrar, en concreto. Instituciones, gobierno y especialistas estiman que Francia debe hacer recortes por valor de 100.000 millones de euros en tres años. Para los próximos presupuestos se anuncian recortes por un montante de 40.000 millones de euros…Noticias recibidas con un rosario de amenazas. Los sindicatos anuncian manifestaciones nacionales de protesta. La extrema derecha de Marine Le Pen y la extrema izquierda de Jean-Luc Mélenchon , apoyadas por el PS, el PCF y los ecologistas, anuncian una moción de censura parlamentaria si el gobierno «no respeta» sus «prioridades». La catástrofe económica nacional coincide con la crisis política más grave desde la fundación de la V República, entre 1958 y 1965.

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