‘Parenostre’, película dirigida por Manuel Huerga y protagonizada por Josep Maria Pou, llega a los cines el 16 de abril y lo hace intentando responder a una difícil pregunta, ¿quién era en realidad Jordi Pujol y qué papel jugó su familia en su caída? «No hemos de tener miedo de hablar de la historia reciente. Está bien abrir debates. Los documentales están bien, pero la gente quiere historias. Seguro que habrá quien diga que blanqueamos a Pujol y otros dirán que lo demonizamos, pero lo que es incuestionable es que Pujol es una figura esencial de la Cataluña contemporánea y está bien hablar de ello», asegura Huerga.La película arranca en 1988, cuando Jordi Pujol Jr, interpretado por Pere Arquillué, le pide a su padre que le deje encargarse de una reunión con el empresario Javier De la Rosa . Pujol, que acaba de ser reelegido como presidente, no tiene tiempo de encargarse personalmente y duda, pero al final cede ante las presiones de su hijo. Aquí comenzará el descenso a los infiernos del personaje. «Es el pecado original. Cuando estás muchos años en el poder, empiezas a creer que el país es tu casa y tu familia es el país. Al final, podemos decir que Pujol construyó una Cataluña a su imagen y semejanza», señala Huerga.La película presenta los hechos que se hicieron públicos en julio de 2014, cuando se descubrió que la familia tenía cuentas ilícitas en Andorra, aunque sólo lo utiliza para poner en contexto el drama de la película. El foco del relato está sobre todo en la reacción de Pujol y sus hijos ante el descubrimiento de dichas irregularidades. Por tanto, el filme no quiere clarificar las verdades y mentiras de la corrupción del pujolismo, sino ver el efecto que tuvo en la familia. «Está claro que estamos viviendo una rehabilitación de la figura de Pujol, como si ya lo hubiésemos castigado suficiente. Su juicio es en noviembre y ya se encargará la justicia de decir de lo que es culpable. Creo que ahora Cataluña está más domesticada, más españolista, y la figura de Pujol ya no da miedo», asegura Huerta.El independentismo como motor del escándaloLo que queda claro es que la familia puede ser tanto sostén emocional de un personaje público como una rémora política. Las figuras de Oriol Pujol, Jordi Pujol Jr y Josep Pujol son los que peor quedan en la película. Además, el guion, escrito por Toni Soler, no duda en vincular directamente la irrupción del procés y el abrazo de Convergència con el independentismo con la caída de los Pujol, en un ejercicio de vasos comunicantes que hace que aparezca en pantalla Juan Carlos I , y el comisario Villarejo, confirmándolo de viva voz. «El filme habla sobre todo de la doble moral de los Pujol, de cómo se autojustificaban. Es como esas películas de la mafia, que por un lado están bautizando al niño y por el otro están matando a 23 personas. Los Pujol no mataron a nadie, pero hablaban del país en mayúsculas y luego llevaban su dinero al extranjero. Más allá de eso, la relación de su caso con la independencia es evidente», dice Huerga.Si algo destaca en la película es la interpretación de Josep Maria Pou , un hombre de 1,95 metros de altura en las antípodas del ex presidente de la Generalitat. «Queríamos huir de la imitación. Desde el primer minuto el espectador se olvida del Pujol real y se deja seducir por la interpretación de Pou, que es tan buen actor que no necesitas decirle mucho», comenta Huerga. Para el actor, el reto ha sido mayúsculo. Según Pou, interpretar a alguien todavía vivo es una gran responsabilidad, pero el hecho que físicamente fueran tan diferentes le ha ayudado a descargarse de la presión. «No se trataba de hacer una imitación , sino tomar la esencia de lo que Pujol ha representado. La imitación siempre está a cinco milímetros de la caricatura», añade Pou. Por su parte, Carme Sansa interpreta con convicción el papel de Marta Ferrusola.Noticia Relacionada Directores de prestigio estandar No Los españoles Carla Simón y Oliver Laxe competirán en Cannes por la Palma de Oro F. M. La directora de ‘Verano, 1993’ y ‘Alcarrás’ competirá por la Palma de OroEl filme es la primera película española rodada íntegramente en un decorado virtual. Todo está grabado en un único plató, convertido en la casa de los Pujol en la avenida General Mitre . «Podría haber sido la avenida President Pujol», lamenta Pou en la última frase de la película. «Mucha gente ni se entera que todos los fondos son digitales. Los actores a veces se quejan de rodar en fondos verdes imaginando que abren una puerta que no está allí, pero yo siempre les digo que por qué no se quejan entonces del teatro, que es una caja, o cuando hacen monólogos y no hay nada más que ellos en escena», afirma Huerga.

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