Trump afirma ante Meloni que habrá, «al 100%», un acuerdo de aranceles con la Unión Europea

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Trump afirma ante Meloni que habrá, «al 100%», un acuerdo de aranceles con la Unión Europea

Si el objetivo de la visita de Georgia Meloni a la Casa Blanca era engrasar las relaciones de la Unión Europea y EE.UU. en medio de las turbulencias arancelarias agitadas por el presidente de EE.UU., el resultado fue un éxito aparente. Trump aseguró que habrá «al 100%» un acuerdo comercial con la Unión Europea, defendió que «Europa es muy importante para mí y para el mundo» y se deshizo en elogios a la primera ministra italiana. Meloni cerró una visita en la que todo fue sintonía con Trump, se fue de la Casa Blanca con el compromiso del presidente de EE.UU. de visitar Roma «pronto» y con la promesa de que se planteará también reunirse allí con otros líderes europeos.El desembarco de Trump en la Casa Blanca ha deteriorado las relaciones trasatlánticas por varios frentes. En Europa todavía escuecen el discurso agresivo que dio el vicepresidente de EE.UU., JD Vance, en la conferencia de seguridad de Múnich, en febrero. O las advertencias del secretario de Defensa, Pete Hegseth, sobre la salida de tropas estadounidenses de Europa. O el acercamiento de Trump hacia Vladímir Putin sobre la guerra de Ucrania, rematada con la inolvidable -y no por agradable- bronca con Volodímir Zelenski en el Despacho Oval.  Y, ahora, la guerra comercial global desatada por Trump complica todavía más la relación. Dentro de su anuncio de sus llamados aranceles ‘recíprocos’ del pasado 2 de abril, Trump atizó a la Unión Europea un arancel general del 20%, además de otros específicos, como el 25% al acero, aluminio y coches y otros que podrían llegar esta misma semana. Una semana después, con el desplome de los mercados, Trump dio marcha atrás, redujo los aranceles a todo el mundo -menos a China- al 10%, estableció una moratoria de 90 días y abrió un periodo de negociación con sus socios comerciales.Clave en las negociacionesEs en este momento clave -el comisario del ramo , Maros Sefcovic, estuvo en Washington esta semana liderando las negociaciones- en el que Meloni ha entrado en escena, convertida en la gran esperanza europea para aplacar a Trump. La líder derechista lideró una ofensiva de seducción hacia el presidente de EE.UU.. Se sentó en el mismo sillón del Despacho Oval en el que Trump y Vance acorralaron a Zelenski, pero recibió un trato muy diferente. «Ella me gusta mucho», dijo Trump sobre la primera ministra. «Está haciendo un trabajo fantástico en Italia. Estamos muy orgullosos de ella. La conozco desde hace mucho tiempo y siempre supe que tiene un gran talento. Es una de las grandes líderes del mundo y estoy muy orgulloso de ella».Noticia Relacionada estandar No Trump da marcha atrás: reduce los aranceles al 10%, excepto para China, que sube al 125% Javier Ansorena | Corresponsal en Nueva York La Bolsa de Nueva York se dispara un 6% tras el anuncioAntes de que llegaran al Despacho Oval, Meloni fue recibida con carantoñas por parte de Trump en la puerta de la Casa Blanca. Después, en el comienzo de un almuerzo de trabajo en la Sala del Gabinete, rodeado de varios de sus ministros, no tardó en defender que EE,UU. llegará a un entendimiento con los europeos. «Habrá un acuerdo comercial, al 100%», dijo el presidente de EE.UU. «Y será un acuerdo justo». «Las conversaciones avanzan bien», añadió Trump. Pero, al mismo tiempo, advirtió que «no hay ninguna prisa» y que los acuerdos serán «en los términos que quiere EE.UU.» o no serán.Meloni recordó que ella no es quien debe llevar a cabo esas negociaciones, que la UE actúa en bloque. Pero es evidente que ella tiene el papel de tender puentes hacia Trump, que ha repetido invectivas contra los europeos en los últimos meses, desde defender que el bloque se creó para «joder» a EE.UU. hasta calificar a los europeos de «patéticos». En los últimos días, la primera ministra ha estado en contacto regular con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para preparar el encuentro en la Casa Blanca y acordar posturas.Meloni regaló la oreja a TrumpMeloni regaló la oreja de Trump, lo mínimo que se necesita para tener un entendimiento con el multimillonario neoyorquino. Alabó sus políticas, dijo que actúan en la misma dirección en asuntos en la guerra contra la ideología ‘woke’ o en el control de la inmigración de indocumentados. También le dio la razón en muchas cosas que le interesan a Trump, otro elemento que funciona con el residente de la Casa Blanca: aseguró que hará más compra de gas licuado a EE.UU. y prometió tomarse en serio la elevación del gasto de Defensa, donde Italia es uno de los países que no llega al mínimo del 2% establecido por la OTAN, una de las cosas que más molestan a Trump.Para resaltar el pasado común entre ambos países, Meloni resaltó que era un 17 de abril, el mismo día en el que Cristóbal Colón -símbolo de la comunidad italoamericana- logró el encargo para su expedición a América -a Meloni se le olvidó mencionar que las Capitulaciones de Santa Fe fueron algo puramente español-, lo que Trump aprovechó para resaltar la cantidad de italoamericanos en EE.UU. y que «votan a Trump».«Quiero hacer a Occidente grande otra vez», l e dijo Meloni, en referencia al ‘Make America Great Again’ (MAGA, en español, ‘Hacer Grande a EE.UU. otra vez’), el célebre lema político de Trump. «Y lo podemos hacer juntos», le dijo a Trump.Meloni tuvo la habilidad de no incomodar a Trump. Pese a ser la líder más alineada con el movimiento MAGA -ella fue la única mandataria europea invitada a la investidura de Trump en enero- no ha ocultado diferencias con la Administración Trump. Por un lado, los aranceles, un asunto con mucho impacto para Italia, un país muy exportador y que tiene en EE.UU. al 10% de su mercado.Giorgia Meloni se reúne con Donald Trump en la sala del gabinete de la Casa Blanca AfpPreguntada por la prensa por su opinión de que los aranceles es algo «muy equivocado» , Meloni mantuvo la disciplina: respondió que ella cree «en la unidad de Occidente«, que «sencillamente, tenemos que hablar» y que «nos encontraremos en un punto intermedio para crecer juntos».«Estoy segura de que juntos somos más fuertes», insistió la primera ministra. «Y tenemos que encontrar la manera de hacernos más fuertes los unos a los otros en ambos lados del Atlántico».También se ha distanciado de Trump sobre Ucrania, donde se ha destacado como una de las voces más fuertes en la defensa de Kiev frente a la invasión rusa. Cuando fue preguntada por ello en italiano, interrumpió a la traductora para que su respuesta se ciñera a la inversión en defensa.Como era de esperar, no se materializó ningún avance concreto en las negociaciones comerciales. Pero sí logró una gran sintonía, algo que necesita la Unión Europea como agua de mayo. Y que supone un contrapunto con España: con un acercamiento a China muy poco oportuno por parte de Pedro Sánchez, la visita de esta semana del ministro de Economía, Carlos Cuerpo, a Washington volvió a mostrar la frialdad en las relaciones con EE.UU.

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