Los ojos de un dragón Targaryen. La luna que alumbraba a Nicole Kidman en ‘La reina del desierto’. O el mayor enfado de Clint Eastwood mientras rodaba ‘El francotirador’. Todo, tan variopinto, ha sido creado o motivado por grúas extremeñas. Concretamente, las de Grúas Eugenio, una empresa familiar de Plasencia que, sin buscarlo ni quererlo, se ha convertido en un referente para Hollywood. Su camino, su historia, que es casi fruto de un milagro, arranca hace algo más de una década cuando la crisis les golpea. La compleja situación les obliga a innovar y ampliar horizontes. Con esas, aparece una opción de negocio interesante: una empresa está montando una instalación termosolar en Marruecos y necesitan maquinaria. Estando allí, de un día para otro, llega alguien interesado en alquilar plataformas de elevación de personas, que así se llaman. Unas máquinas que, en Extremadura, a duras penas alquilaban por 30 euros el día, por las que les ofrecen cuatro veces más: «Primero no les hicimos ni caso, pero al final llegaron a ofrecernos 400 dólares y no pudimos rechazarlo», cuenta el director comercial de la empresa, Diego Hernández , que reconoce que no sabían realmente de qué se trataba todo aquello.Parten desde Extremadura y llegan a Ouarzazate para «ver de qué iba la historia». Era el cine. Estaban, sin saberlo, en un punto estratégico para las producciones de Hollywood en África. No tardaron, como reconoce Hernández, en darse cuenta de que allí había un tremendo nicho de mercado y se pusieron manos a la obra.Noticia RelacionadaLa filmografía de Grúas Eugenio es digna del deseo de muchos actores o directores: ‘El francotirador’, ‘La reina del desierto’, ‘Misión imposible’, ‘Fast and Furious 8’, ‘Juego de Tronos’, ‘La casa del dragón’ y ahora, por partida doble, ‘The Walking Dead’ -en España- y ‘La Odisea’, la última película de Christopher Nolan. La que, seguramente, sea la película más esperada de 2026 ha contado, también, con la maquinaria extremeña, que ya trabaja en pleno desierto, cerca de Ksar de Ait Ben Hadu, que muchos conocen como el pueblo marroquí del cine.El boom de ‘Juego de Tronos’Hernández, que habla con pasión de cada anécdota que ha vivido en su ya estrecha relación con el mundo del cine, admite que su gran salto en este sector viene de la mano de ‘Juego de Tronos’. Estando, precisamente, en Marruecos, un productor le dice que pronto vendrán a grabar la serie a un «pueblo chiquitín» de España. Ese «pueblo chiquitín» era Cáceres. Vio el cielo abierto.La productora se interesa en su maquinaria, pero les advierte que necesitarán muchos recursos. Ellos, cuenta Hernández, tiran de orgullo: «Tenemos para tres rodajes de ‘Juego de Tronos’ al mismo tiempo», recuerda entre risas. «Nos la jugamos porque no sabíamos qué magnitud tenía», reconoce, pero salió bien: «Nos alquilaron unas 70 máquinas y nos acabaron diciendo que era lo mejor que habían visto en Europa y África». De hecho, la maquinaria que alquilan es capital para el rodaje de la enorme batalla que se graba en Los Barruecos, que no es otra que la conocida en la serie como Batalla del Dragón, en la que se enfrentan, ya en la séptima temporada, las fuerzas de Daenerys Targaryen y las de la familia Lannister: «Nos gusta decir que fuimos los ojos del dragón». La ‘Fuente de los leones’ de ‘Juego de tronos’, en la primera foto, costó 30.000 euros. En la segunda foto, rodaje de la nueva película de ‘Nolan’ y después otro en Cáceres ABCDejaron tan buenas sensaciones que la precuela de la serie, ‘La casa del dragón’, también contó con ellos. Ellos montaron la famosa fuente de los leones, de más de 3.000 kilos. Fuente que, tras el rodaje, compró, por 30.000 euros, el propio Diego Hernández: «Quería que se quedase en Extremadura, ya veré si algún día la vendo», dice.El enfado de Clint EastwoodAnécdotas hay muchas, dice Hernández, pero hay dos que recuerda especialmente. La primera de ellas es la que, quizás, les hizo dar un verdadero golpe encima de la mesa dentro del mercado marroquí. El rodaje de ‘La reina del desierto’ era demasiado lento. Querían grabar por la noche, en el desierto y con la luz natural de la luna. Les lastraba. Hasta que Grúas Eugenio fabricó la luna, casi literalmente: «Subimos una plataforma aérea a más de 30 metros, enganchamos un grupo electrógeno y se hizo la luz». Son «experiencias y habilidades» que han ido acumulando con el paso de los años, aunque su impoluto trabajo molestase al mismísimo Clint Eastwood. La productora quería alquilar una maquinaria muy concreta para una escena de apenas 30 segundos por mucho dinero: «La verdad es que la factura era alta, nos sabía mal cobrar tanto por tan poco tiempo y le dije al operario que lo alargase un poco más de la cuenta hasta que este hombre -Clint Eastwood- se enfadó…».Sea como sea, en estos doce años ya en el mundo del cine, Grúas Eugenio se ha convertido en uno de los mayores proveedores de maquinaria de altura en Marruecos, también en su región. En este tiempo, se han especializado. Han comprado mejores máquinas, mejores grupos electrógenos y hasta aseos químicos, que, ahora, «son más lujosos por las personalidades que lo usan», bromea. No obstante, Hernández lamenta que, precisamente, su tierra, Extremadura, no haya sido capaz aún de «venderse» como un «gran escenario»: «En Marruecos producimos lo que aquí tenemos en Cáceres, Trujillo, Mérida o Plasencia, no sabemos ver la oportunidad», defiende. Oportunidad que ellos, en pleno desierto, sí supieron ver.

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