Desde Arabia Saudí la Fórmula 1 enseña un nombre de futuro que se postula como aspirante a campeón. Oscar Piastri, australiano de 24 años, piloto de McLaren, tripulante del mejor coche que circula en la parrilla de 2025, vence en las calles peligrosas de Yeda y se eleva como nuevo líder del Mundial después de hacer lo más difícil, doblegar a Max Verstappen. Los españoles continúan en la procesión del silencio, unos días con mejor cara y otros, con el ánimo por los suelos. Carlos Sainz acaba octavo y Fernando Alonso undécimo. El asturiano sigue sin puntuar este año, y parece difícil a tenor del pésimo rendimiento del Aston Martin.Es pupilo de Mark Webber, que ejerce de representante de pilotos como hace Fernando Alonso, y en su momento protagonizó un estrepitoso episodio al dejar colgado a Alpine para buscar su futuro en McLaren, donde ahora ejerce de patrón en la Fórmula 1 después de ganar en Arabia Saudí. De Oscar Piastri se dice que ni siente ni padece porque no le cambia la cara, siempre el mismo semblante pase lo que pase. Un gesto aséptico, lánguido, como si hubiese pasado un duelo, que se transforma cuando pisa la pista. Noticias relacionadas estandar Si fórmula 1 Alonso vuelve a verse con el peor coche José Carlos Carabias estandar Si De Lawson a Kvyat: las víctimas que deja Verstappen en Red Bull José Carlos CarabiasEl nuevo líder del Mundial posee una virtud que caracteriza a los dominadores históricos de este deporte. Determinación. Personalidad para sobreponerse al mundo de presiones e intereses que aprietan a los pilotos de F1. Empezó la temporada como número dos de McLaren y, sin llantos ni lamentos, llama a la puerta del campeonato con su tercera victoria del curso después de pasar por encima de su compañero y teórico dorsal 1, Lando Norris, y de lidiar con éxito frente al mayor inconveniente que existe en la F1, Max Verstappen.En Yeda todo lo hace bien Piastri. Sale como un tiro, rebasa a Verstappen en la pole, no cede en la primera curva y obliga al campeón holandés a cometer el único error: se come la chicane y es sancionado con cinco segundos. Un colchón con el que juega Piastri con maestría , sin dejarse amedrentar por el ritmo de Verstappen, el único piloto de la F1 contra el que no se puede apostar.No falla Piastri, que rueda firme y sin sobresaltos, a diferencia de su compañero Norris. Ya cometió un error el sábado en la clasificación, y repite el domingo. A la tercera comprende que solo puede adelantar a Hamilton, perro viejo, en la recta de meta con el DRS. Con un coche superior a todos, casi se deja un bocado de segundos al rozar la línea blanca a la salida del ‘pit’ en su parada para cambiar ruedas.Norris acaba cuarto y acelerado, pero su compañero Piastri parece mucho más consistente para asumir los galones y la presión de la victoria. Su adelantamiento a Hamilton, con mucho riesgo y por fuera, retrata al personaje.«Necesito un sofá, ha sido una carrera durísima –cuenta Piastri al final del día–. Durante muchas vueltas no pude seguir a Verstappen , me he comido los neumáticos. Tenemos que hacer más porque Verstappen está muy cerca».El holandés no tiene el mejor coche, pero él sí es el número uno. Capaz de extraer petróleo el sábado y de comprometer el triunfo de Piastri con un colmillo de tiburón al no ceder en la primera curva, allí donde no pasaban dos coches. Verstappen es la solidez y el talento en persona, y es insoportable cuando pierde. Como en Yeda. Cuando se le requirió para las entrevistas después de la carrera, el cuatro veces campeón se retiró del micrófono con una respuesta agria. «Voy a hablar poco , le doy las gracias a los aficionados, el resto es lo que es», contestó huraño.Carlos Sainz c ogió velocidad con el Williams y se sintió a gusto con el coche inglés en la quinta carrera. El octavo puesto de un equipo que venía de acumular fracasos en las últimas temporadas deja buen sabor de boca para el español, según reconoció. «Ha sido una carrera muy buena, y estoy bastante ilusionado con la última vuelta porque he ido muy rápido. Cambiar de equipo lleva tiempo, hay que tomárselo con filosofía».Fernando Alonso tiene un año complicado por delante. Buscar una motivación le costará. Undécimo, otra vez sin puntos. En Yeda casi se choca con el piloto de su agencia de representación, Bortoleto, al que ha colocado en la F1. «Te consume dar 50 vueltas de clasificación y acabar el 11, pero no sé correr de otra manera -dijo Fernando Alonso-. Pero lo que está garantizado es que siempre voy a dar el máximo».

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