El exfutbolista del Real Madrid Fernando Morientes ha vivido un episodio estresante para su salud. Según desveló en la Cope, donde colabora como analista, fue ingresado de urgencia y estuvo hospitalizado cinco días después de sufrir un tromboembolismo pulmonar. Una afección grave que tiene que ver con el síndrome de la clase turista y los viajes en avión.Según describió Morientes, «se trató de un coágulo que se había formado por la inmovilidad prolongada en los viajes. Un coágulo que nace en la parte posterior de la rodilla por tanto tiempo en el aire, parado. Mi sangre se espesó en el avión, y poco a poco ese trombo se salió hacia las venas, se alojó en el pulmón y ese fue el dolor que tenía».Morientes se recupera, aunque el pronóstico de esta dolencia pudo tener consecuencias fatales durante la crisis, según argumentan a ABC los doctores José Calabuig, responsable del servicio de Cardiología de la Universidad de Navarra, y José Burzaco, director médico del Hospital Pío XII de Madrid.Noticias relacionadas estandar Si Cuerpos al límite Vivir sin dolor: misión imposible tras dejar el deporte José Carlos Carabias estandar Si Los patrocinios que ponen en peligro los aranceles de Trump josé carlos carabias«Desde hace años está descrito como el síndrome de clase turista -explica José Calabuig, médico de cabecera de Miguel Induráin -. Estar mucho tiempo sentado en el avión implica que las venas se comprimen, que no se flexionan las ingles y que se complica el retorno venoso. Si hay alguna dilatación de las venas, secuelas de alguna operación o varices, la sangre se estanca y puede surgir algún trombo. La sangre sube del gemelo al corazón. Y si el trombo es potente, tapona una arteria».Los vuelos de larga duración suponen un ejercicio de riesgos para personas con propensión a los trombos. «Cuanto más larga es la duración del vuelo, más riesgo existe de sufrir una embolia pulmonar», analiza el doctor Jon Burzaco, del Hospital Pío XII de Madrid.«Si se pasa mucho tiempo sentado, la sangre no se mueve. El hecho de estar parados puede provocar trombos -comenta Jon Burzaco-. Se produce una compresión de los vasos sanguíneos que complica el retorno de la sangre desde las piernas al corazón».La ropa ajustadaJosé Calabuig asegura que el trance que vivió Morientes «le puede pasar a cualquiera. Evidentemente tienen más riesgo las personas con sobrepeso, las que llevan ropa muy ajustada o las que tienen dificultades de movilidad y no pueden estirarse».«Existen unas tablas con el índice de riesgo en el síndrome de la clase turista en los aviones -explica el doctor Burzaco-. Cada dos horas de vuelo , aumenta un 25 % el riesgo de sufrir un trombo, si no te mueves o no estiras las puntas de los pies».Los remedios parecen simples para evitar esta hospitalización que ha sufrido el exjugador del Real Madrid. «Se aconseja estirar la punta de los pies, estirar el cuerpo en el asiento, caminar cada dos horas y, sobre todo, no llevar ropa apretada», matiza José Calabuig.«Un vuelo corto no comprime las venas tanto como uno largo -sigue el doctor Burzaco- En vuelos de más de cuatro horas se puede producir una oclusión de la venas y una trombosis. En la clase business no suele suceder porque los pasajeros pueden estirar, tumbarse o mover el cuerpo».«Las embolias pulmonares nos dan mucho miedo a los cardiólogos porque mayoritariamente son mortales -cuenta el doctor Calabuig-. El paciente tiene una sensación de molestia fuerte en el pecho y falta de aire que puede desembocar en una parada cardiaca. Antiguamente, te hablo de hace más de treinta años, las embolias pulmonares eran la primera causa de muerte hospitalaria».

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