La complicada decisión de cuándo jubilarse está cambiando el comportamiento de muchos españoles que están optando por retrasar su retiro y así seguirán haciéndolo en los próximos años hasta que en 2035 la edad media de jubilación se situará ya por encima de los 66,2 años, frente a los 65,2 años en la que se encuentra actualmente. Cada vez seguiremos trabajando más tiempo, y por tanto cotizando, más allá de 2027, el año en el que finaliza la reforma de las pensiones que elevó la edad de jubilación, según las estimaciones realizadas por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef). Este organismo considera que de todas las reformas impulsadas por el Gobierno en los últimos años, la única que puede contener el gasto en pensiones será precisamente el retraso a la hora de jubilarse. Y se explica por la medida que fomenta la demora -con un cheque de pago único y otros beneficios- no solo ha provocado que hayan crecido más de un 10% estos retrasos en los retiros, sino que, a juicio de la Airef, prácticamente un 30% de los españoles optarán por seguir trabajando más allá del momento en el que les corresponda jubilarse en el año 2035. Es decir, su edad efectiva de jubilación subirá hasta los 68 años, lo que provocará que la media del sistema también se incremente por encima de los 66 años. Esta novedad en el comportamiento de los españoles se suma a otra circunstancia que se ha asentado desde las reformas impulsadas por el exministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá: el cambio en las penalizaciones a la hora de adelantar el retiro , con recortes de la pensión por cada mes, en vez de al trimestre, como ocurría anteriormente. La proporción de trabajadores que adelantan su jubilación ha descendido en los últimos años desde casi la mitad de las nuevas altas a representar ahora algo más de un tercio del total. Esto se debe a los coeficientes reductores que reducen la pensión inicial, una medida que ha condicionado sobre todo a quienes tienen salarios más altos y, por tanto, realizan mayores cotizaciones sociales. En este grupo de población, la jubilación anticipada apenas han crecido un 0,8%, lo que denota la parálisis en estas decisiones por parte de los colectivos que más cobran. La Airef pone de relieve que hay una serie de presiones sobre el gasto en pensiones que ante la situación actual de deuda elevada, inciden aún más a la deuda y si no se toman medida, sitúan a España en una posición de mayor vulnerabilidad por posibles ‘shocks’ económicos en el futuro. La pensión media se disparará un 25%Entre los impactos que inciden en el gasto de las pensiones también se ven reflejados en cómo aumenta el importe de las pensiones que reciben los españoles frente a las cotizaciones que han realizado a lo largo de su vida. En concreto, la Airef calcula que por cada euro cotizado, un ciudadano recibirá 1,6 euros en pensión de jubilación. Es lo que se denomina como tasa de rendimiento (TIR), que aumentará medio punto porcentual tras las reformas frente a la anterior. Y lo hará sobre todo entre las mujeres, cuya cuantía a percibir en su pensión con respecto a sus cotizaciones será superior a la de los hombres. Con todas las medidas incluidas en las reformas de Escrivá, la pensión media se disparará un 25% con respecto a la actual en el año 2050 . Este alza se explica por el incremento del gasto que implica la revalorización de las pensiones con el IPC (supone un incremento del 2,6%); la eliminación del factor de sostenibilidad, que vinculaba la pensión inicial a la esperanza de vida entre otros factores; o las subidas de las pensiones mínimas por los complementos aplicados por el Gobierno aunque no se cubran por completo las carreras de cotización. Frente a esas realidades, la jubilación anticipada y la demorada, con efectos positivos sobre las cuentas de la Seguridad Social, no compensa el resto de leyes aprobadas por el Gobierno en los últimos años.

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