«Ni fachista ni rojo, Bergoglio fue el más humilde de los argentinos»

Home People «Ni fachista ni rojo, Bergoglio fue el más humilde de los argentinos»
«Ni fachista ni rojo, Bergoglio fue el más humilde de los argentinos»

«Dios es argentino». Con este aviso, que casi suena a eslogan, la periodista Verónica Roselló se enteró, gracias a un amigo, que el cura Bergoglio acababa de ser elegido nuevo Obispo de Roma. Era la noche del 13 de marzo de 2013 y Verónica, natural de la provincia argentina de La Rioja, con 23 años de residencia en Mallorca, de inmediato llamó a su abuela Benita, quien en tiempos crió a ocho hijos mientras se ganaba la vida entre fogones. «Tu amigo es Papa», le largó la nieta. Y la anciana, siempre dispuesta, le respondió: «Me voy a Roma a llevarle unas empanadas, a saber qué le dan allí de comer».Benita Mora, esposa de Giuseppe Bazzoni, exjesuita y emigrante italiano, cocinó durante años -en los 60 y los 70 del pasado siglo- para los chavales que acudían a los campos de deporte de la parroquia bonaerense de El Salvador. Jorge Mario Bergoglio, por aquel entonces «un seminarista simpático, amigo del barullo y de gran corazón», tenía el mandato de «poner orden» entre la chavalería. Giuseppe, además del mantenimiento de las instalaciones, cuidaba de las vacas; una buena mañana, una vaca llamada La Chula amaneció bañada en vino. Al parecer, «los muchachos habían tomado de más la noche anterior». Cuando Benita le pidió explicaciones a Bergoglio, este le respondió con una canción de moda en la época: ‘La vaca está borracha’.«Aún con el paso de los años, cuando él ya era un cura célebre en Argentina por patearse las ‘villas miseria’ de Buenos Aires y ofrecer homilías en las que daba caña a todos, mantuvo la amistad con mis abuelos. Hasta el final, como cardenal y como pontífice. Mi abuela murió el 5 de octubre de 2024 y, de pronto, mi tía Andrea, que vive en Italia, recibió una llamada desde El Vaticano del mismísimo Papa Francisco: ‘Tu abuela Benita dejó huella en este mundo. ¡Era dura la riojana!», continúa Verónica.Una madeja de recuerdosLos argentinos, desde el pasado 21 de abril, andan enredados en una madeja de recuerdos, sentimientos, anécdotas, debates y teorías al hilo de la muerte del Papa Francisco . Sobre aquel carácter pícaro y ‘canchero’, su posición durante la dictadura militar, la relación con peronistas o justicialistas, su ‘argentinidad’ y, sobre todo, el viaje de vuelta a casa que como pontífice jamás realizó, ABC ha conversado con algunos compatriotas, residentes en España desde hace años. Religiosos o no, más allá de la ideología o la espiritualidad, sus opiniones son coincidentes, con ciertos matices.Noticia Relacionada Geneviève Jeanningros estandar No La monja que se ha saltado el protocolo para despedirlo J. T. La religiosa, que era íntima amiga del Pontífice, se quedó al lado del féretro rezando y sin poder reprimir el llanto en el último adiós al Santo PadreEl rosarino Leónidas Fuster Arman, dueño de la agencia Fetén Comunicación, lo ejemplifica bien: «Los argentinos tenemos esa bipolaridad permanente, esa cierta soberbia y pedantería que nos hace creer que tenemos lo mejor de lo mejor. Tenemos al mejor futbolista del mundo, a Messi; y tuvimos a un Papa sobre el que se discute si fue fachista o fue rojo, cuando, en realidad, Bergoglio fue el más humilde de todos nosotros».Fuster, quien durante un tiempo llevó la comunicación de Scholas Ocurrentes, una organización educativa impulsada por el Papa Francisco, visitó al fallecido pontífice en seis ocasiones. A veces con políticos y, otras, con celebridades como Bono, líder de U2; Miguel Poveda, Sebastián Yatra, Messi o Tamara Falcó, a quien precisamente Francisco aconsejó: «Vos no te olvides de algo en la vida, no te alejes del redil».Fuster se explica: «Yo pensaba: »Dios, estoy frente al Papa». Pero también estaba frente a una persona que con la ternura y el humor te descomprimía, te desarmaba, te hacía sentir muy cercano. Las suyas no eran palabras simpáticas y vanas, eran palabras muy directas. Habló de la corrupción, de la pobreza, del lavado de dinero, de la inflación… ¿Un papa hablando de la inflación? No eran temas progres, como por ahí ahora se dice para ganar su discurso para un lado. Pienso que cada época tiene su pontífice y Francisco fue el de la periferia. Era lo que necesitábamos en América Latina, salir del foco europeo para poner las miradas en otros territorios».La psicóloga Gabriela Carlotari, quien abandonó su Córdoba natal en 1996 para instalarse en Madrid, coincide con Leónidas Fuster: «Europa es muy diferente a América Latina y no tiene nada que ver en cuanto a cómo nos manifestamos nosotros a través de la religión. Si crees, practicas. No te quedas a medias. Francisco nos hizo sentir que el sur también existe». ¿Echó de menos un viaje a Argentina siendo ya pontífice?, le preguntamos: «Creo que su presencia le hubiera dado un impulso nuevo a la fe católica en Argentina y en el resto del continente», responde.Ensanchar la baseAdrián Cragnolini, corresponsal en España de Cadena 3, no es una persona religiosa, pero se identifica con los valores del Papa Francisco. «Me ha pasado lo que probablemente mucha gente reconoce: este Papa ha cautivado más a los no religiosos, a los no católicos. Ha ensanchado notablemente la base de adhesión. Ha sido un pontífice diverso, abierto, diferente… Muy argentino, con buen sentido del humor, rompedor de protocolos, sin boato ni parafernalia estética ni nada. Con su túnica blanca, su gorrito blanco y ya». Y lamenta que algunos de sus compatriotas -«especialmente los porteños reaccionarios, que tanto le atacaron», subraya- no llegaran a entender lo que supuso la llegada de Bergoglio al papado. «No comprendieron esa transición, ese paso de estar al frente de una comunidad local como arzobispo de Buenos Aires a gestionar a 1.400 millones de fieles católicos en todo el mundo. Ahí radica el desencuentro. Siento un poco de vergüenza por una parte de mis paisanos que lo han atacado tanto por su posicionamiento. Creo que estuvo muy solo».De otra manera contempla la escritora y periodista Analía Iglesias, nacida en la provincia de Córdoba, la figura de Jorge Mario Bergoglio una vez que se puso el anillo del Pescador. «Bergoglio pasó por varias etapas, desde una postura más conservadora a otra más progresista. En mi opinión fue una figura política de dimensiones gigantescas. Fue el jefe de un Estado, El Vaticano, que es un centro de poder político. Y yo valoro muchísimo que desde ese centro de poder pusiera el interés sobre los humildes y los marginados. Se necesitaba una voz política no relacionada con la izquierda que hablara de justicia social frente a otras voces que, en Argentina, señalan que eso no existe, como la de Mile. Ese contrapeso desde el poder, desde su posición de estar por encima de todo y de todos para hablar de justicia social y compasión es lo que valoro».En cuanto al debate de si Francisco era o no peronista , Analía reflexiona: «Yo no lo sé. Pero sí creo que entendió una construcción del poder al modo peronista, donde hay que meter a todo el mundo y cambiar las reglas del juego, si bien es cierto que no concluyó cambios. Y ahí quizás reside su argentinidad: un nivel de conciencia básica, la justicia social y la inclusión de todos.

Leave a Reply

Your email address will not be published.