La monja amiga del Papa regresa acompañada de una mujer trans

Home People La monja amiga del Papa regresa acompañada de una mujer trans
La monja amiga del Papa regresa acompañada de una mujer trans

Se vio con él en varias ocasiones e incluso le cocinó las empanadas que el Papa Francisco elogiaba. Es el recuerdo que atesoraba este viernes Laura Esquibel, una mujer trans paraguaya, que ha acudido a la capilla ardiente en la Basílica de San Pedro junto a Sor Geneviève Jeanningros, la monja de 82 años amiga del Santo Padre que ha acudido hasta en cuatro ocasiones al velatorio.«Soy la primera transexual que estrechó la mano del Papa Francisco. Lo he visto en siete ocasiones, hemos comido juntos», ha relatado Esquibel al medio Vatican News , que recuerda cómo el obispo de Roma disfrutaba de sus empanadas. «Ah, sí, claro, de vez en cuando las cocinaba y se las enviaba. Lo quería mucho», ha rememorado.Con su mochila verde, sus zapatos gastados y la toca azul a juego con sus ojos, sor Geneviève se colocó en la fila este viernes por la mañana por cuarta vez para consagrar un último adiós a su amigo. El primer día en que asistió a la capilla ardiente fue el miércoles, cuando acababan de trasladar el cuerpo del vicario de Cristo a San Pedro y se saltó el protocolo para guardar unos instantes de recogimiento ante el féretro.Noticia Relacionada estandar Si Salen a la luz dos cartas del Papa que impiden que Becciu vaya al Cónclave José Ramón Navarro-Pareja | Enviado especial al Vaticano Según informa un medio italiano, este jueves se conoció en la asamblea diaria de los purpurados dos documentos de Francisco que ratifican su decisión y bloquearían la participación del cardenal en el procesoEsta monja menuda de las Hermanitas de Jesús, nacida en Francia en 1943, pasó varios minutos ante el ataúd del jesuita y terminó robándole el protagonismo a los cardenales. Ambos mantenían una estrecha relación nacida de una tragedia: el asesinato de la tía de la religiosa durante la dictadura argentina.Cuando se vieron por primera vez en El Vaticano, el Papa ya conocía la historia de la tía de sor Geneviève, la también monja Léonie Duquet : una religiosa arrojada al mar en un ‘vuelo de la muerte’ la noche del 14 de diciembre de 1977 junto a once personas más en plena dictadura argentina. A Francisco le impresionó descubrir que vivía en una caravana en un parque de atracciones en el litoral romano, con gente del circo a la que ayudaba.Después de aquello, el Sumo Pontífice visitó en varias ocasiones la caravana de sor Geneviève en el seno de la comunidad de feriantes, pero la pandemia de coronavirus los unió aun más. La religiosa se puso en contacto con el Santo Padre para la gente del circo -que se había quedado sin ingresos- e incluso ejerció de mensajera con un grupo de prostitutas trans latinoamericanas, a las que el vicario de Cristo también ayudó.Tras este gesto, el obispo de Roma las recibió al retomar las audiencias públicas e incluso siguió reuniéndose cada semana con personas del colectivo LGTB+ acompañadas de sor Geneviève.Embargada por estos recuerdos, la monja afirma que extrañará «sus ojos, su mirada» y cuando Francisco la animaba a seguir adelante. «Siempre digo que era un padre, un hermano, un amigo . Todos lo extrañaremos», ha lamentado, antes de reconocer que le «conmueve ver a tanta gente». Ahora deberá aferrarse a estas vivencias, después de haber despedido a su amigo con un beso lanzado al féretro y las lágrimas derramadas el miércoles.

Leave a Reply

Your email address will not be published.