Una mañana demasiado cálida en Londres. Correr un maratón a 17 grados no es una situación ideal, ni siquiera para atletas de élite, corredores que se mueven por debajo de los tres minutos por kilómetro sin acusarlo apenas. La capital británica comienza a mostrar sus costuras en el maratón a pesar de contar con patrocinios millonarios y listas de participantes de superélite. Pero Berlín, Chicago y Valencia están por encima. Son circuitos mejores que el de Londres, sin curvas y sin subidas. Y precisamente uno del factores que mejor funcionan en la ciudad del Támesis, las liebres, han fallado en esta ocasión de forma monumental.El ugandés Kiplimo era el señalado para lograr la gran gesta , que un ser humano pudiera por fin correr la distancia mítica en menos de dos horas. El malogrado Kiptum registró 2h00:35 hace dos años, un crono que parecía al alcance de Kiplimo (con todas las incógnitas que conlleva un debut en los 42,195 kilómetros) tras su tremendo récord (56:42) en la Media Maratón de Barcelona. Las enigmáticas respuestas del corredor ugandés en la rueda de prensa previa a la prueba londinense hacían crecer las esperanzas de que batiera el récord del mundo e incluso se asomara al muro de los 120 minutos. Pero no pudo ser. El verdadero muro del maratón, el del agotamiento de glucógeno, se presentó ante Kiplimo en el kilómetro 30. Aun así, terminó el maratón en un dignísimo crono de 2h03:37. Las perspectivas de futuro son muy buenas para Kiplimo, quien deberá adaptarse a las exigencias de una distancia temible.Noticia Relacionada estandar No Récord del mundo de disco: Alekna se aprovecha de los vientos de Oklahoma Ignacio Romo El lituano bate por dos veces la plusmarca mundial de lanzamiento y se convierte en el primer atleta de la historia en superar los 75 metrosLa prueba masculina arrancó bien. Al paso por el kilómetro 15 (43:36) un grupo de 10 atletas (cuatro kenianos, tres etiopes, un alemán, un holandés y un ugandés) alimentaban las esperanzas de un gran crono en meta. Pero poco después, los atletas encargados de marcar el ritmo, las imprescindibles liebres, no pudieron aguantar más. En el kilómetro 20 ya no había nadie encargado de tirar del grupo, una necesidad tanto física como mental, para lograr récords mundiales. En el kilómetro 23, el keniano Sabastian Sawe descargó un ataque brutal, troceó el grupo cabecero y se marchó, con una zancada ligerísima, en busca de la meta del Palacio de Buckingham. Sawe ganó con un crono de 2h02:27, tras una segunda mitad rapidísima, y se convierte ahora mismo en el número uno del maratón mundial con sólo dos maratones en sus piernas.Récord femeninoSi Kenia triunfó en el maratón masculino, a la otra gran potencia, Etiopía, le correspondió la victoria en la carrera femenina. Tigist Assefa venció con una excelente exhibición en los kilómetros finales y cruzó la meta en 2h15:50, un registro que se convierte en el mejor de la historia para pruebas exclusivamente femeninas. No pudo Assefa con el récord del circuito (2h15:25) que logró hace 22 años la legendaria Paula Radcliffe pero su cabalgada final le sirvió para vengar la derrota olímpica ante Sifan Hassan que llegó tercera a la meta. Londres ofreció un maratón espléndido pero debe corregir dos aspectos si quiere competir con los circuitos más rápidos del mundo. Mejores liebres y una salida a una hora más temprana para que la carrera se dispute con una temperatura inferior.

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