La relación entre Feijóo y la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen , ha navegado en una tensión permanente desde el principio. Al PP nunca le gustó la sintonía pública que la política alemana demostraba con Sánchez tan a menudo. Y quizá el momento de mayor crisis se produjo hace meses cuando el dirigente gallego dio orden a sus eurodiputados de v otar en contra del ejecutivo comunitario , incluso siendo el PP la fuerza mayoritaria. De facto era votar contra sí mismos.Pero Feijóo no iba a admitir que Teresa Ribera asumiera la vicepresidencia de la Comisión con más competencias de lo que estaba previsto. En ese momento los populares peleaban por señalar la responsabilidad de Ribera en la trágica dana de Valencia, insistiendo en que los organismos estatales de su Ministerio, sobre todo la Confederación Hidrográfica del Júscar y AEMET, no informaron de los desbordamientos que terminaron siendo tan letales.A la dirigente alemana le sentó muy mal el pulso del PP español , confirman varios eurodiputados, que no esconden las tiranteces que desde entonces siguen aflorando. Algunos insisten también en que el PP europeo se negó a atender la petición de los españoles para mover de lugar el congreso de esta semana (quisieron llevarlo a Madrid) para evitar Valencia, por la enorme crisis política que atraviesa el partido y, muy especialmente, el presidente autonómico, Carlos Mazón.
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