¿De dónde viene la luz cuando enciendo el interruptor?

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¿De dónde viene la luz cuando enciendo el interruptor?

No hay un solo minuto del día en el que la electricidad que estamos consumiendo en casa, en el trabajo o al viajar en tren proceda de las mismas centrales. La luz que nos llega cada vez que encendemos el interruptor, recargamos el móvil o accionamos el aire acondicionado es el resultado de una mezcla de la que están produciendo en ese momento las plantas eléctricas activas. Puede ser más renovable , como ocurre estos días de primavera y verano por las numerosas horas de sol a mediodía; o de los ciclos combinados de gas y nucleares , necesarios muchas noches cuando no hay sol ni viento para garantizar que también de madrugada podamos ver al circular por las calles. Ese el denominado mix eléctrico, el término del que se habla desde que se produjo el apagón el pasado lunes , y que dejó a España a oscuras durante casi 24 horas en la mayor crisis energética de la historia. Aunque ese cóctel de luz procede de centenares de instalaciones, hay algunas variables que son comunes con el paso del tiempo: cada vez hay más luz procedente de las renovables y menos de las centrales que respaldan el suministro. Las primeras (eólicas, solares, hidroeléctricas) se activan en función de cuánto viento, sol y agua hay en cada momento. Las segundas (nucleares, gas, fuel y cogeneración) son las que pueden funcionar a cualquier hora del día, y por eso son las que garantizan el suministro cuando las renovables no tienen las condiciones para poder hacerlo. Verdes, contaminantes, respaldo…Para tener una perspectiva del origen de nuestra luz, los datos de producción eléctrica de 2024 revelan cómo un 57,3% del consumo procedió de renovables; y un 42,7% de no renovables. En el primer grupo se encontró la tecnología de los molinos de viento (con más de un 23% de aportación sobre el total) seguida de la fotovoltaica (17,2%) y los pantanos (13,4%), según los datos de Red Eléctrica. En el otro frente, la nuclear aportó casi un 20% del total (solo por detrás de eólicas), seguido de los ciclos de gas (más de un 13%). Aunque el sistema distingue entre renovables y no renovables, otra clasificación diferencia a las centrales entre las contaminantes (de CO2) y las no contaminantes . Sobre todo porque muchas compañías ofrecen tarifas ‘libres’ de CO2, o con emisiones en mínimo. Y aquí existen importantes diferencias. Porque los reactores nucleares no se encuentran en la categoría de emisores contaminantes y se unen al grupo de los paneles fotovoltaicos, los molinos o los pantanos. El cliente lo desconoce en muchas ocasiones, pero también puede decidir de dónde procede la luz que le paga a su eléctrica. Cada vez hay más tarifas con las que las comercializadoras ‘garantizan’ la procedencia de su electricidad. No es que su luz les llegue desde una planta renovable concreta. Sino que la compañía realiza compras de luz renovable, o las tiene adquiridas, para vendérselas después a sus clientes.¿Quién decide qué luz entra en cada casa?Red Eléctrica. La compañía actúa como el gestor de la red. Es decir, una especie de árbitro que va regulando qué centrales aportan luz en cada momento, a cuáles deja reposar y también cuáles deben ser las que deben estar prevenidas en caso de necesidad. Cada día, la corporación, presidida por la exministra Beatriz Corredor, realiza su planificación de mix en función de cómo estará el tiempo al día siguiente ; de sus cálculos de consumo -no es lo mismo un día laborable, con más necesidades, que un festivo-; y de la garantía del suministro , las 24 horas del día. A partir de ahí, Red Eléctrica realiza un auténtico encaje de bolillos. ¿Cómo lo hace? Con dos criterios: el económico y el de seguridad. En primer lugar va dando paso a la electricidad que procede de las centrales que producen luz a un coste más bajo , como suelen ser las eólicas y las fotovoltaicas. A partir de ahí, va permitiendo acceder al resto de plantas, incrementando así el coste de la electricidad. Pero ahí entra en juego el segundo factor, el más técnico, el de la seguridad de suministro. Porque por muy barata que sea la luz solar o eólica, si Red Eléctrica anticipa un bajón de luz, da entrada a las tecnologías que funcionan sí o sí independientemente del mapa del tiempo.Por ejemplo, las nucleares fueron las centrales que más horas de trabajo estuvieron activas el año pasado entre todos los tipos de tecnología eléctrica. En concreto, funcionaron más del 83% de las horas del año, lo que permitió contar con una fuente esencial de electricidad de base y constante que ofreció estabilidad y robustez al sistema eléctrico. ¿Y qué tiene que ver todo esto con el precio que se paga?Cada día se establecen los precios de la luz en el mercado mayorista -donde se negocia el coste de la electricidad que llega de las centrales- en función de lo que aporta cada tecnología pero también del consumo que demanda el conjunto del país. Por eso, puede haber días de inverno o verano -con mucho frío o calor- en el que las renovables se encuentren muy activas -por el sol, en un caso, o por el viento en otro- pero donde los precios se disparan por el elevado uso de la luz de hogares y empresas.Ese precio de referencia del mercado -el denominado pool- es el que sirve a las compañías comercializadoras para ofrecer dos tipos de tarifa : la regulada o las libres. En el primer caso, sus usuarios verán cómo el precio que pagan por la electricidad en su factura varía por hora en función del pool. En el segundo caso, suele tratarse de precios estables, contratados a priori, y que ni suben ni bajan, independientemente de lo que esté ocurriendo en el mercado.

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