Esta mañana los cardenales han recibido un baño de realidad durante la congregación general, pues cinco cardenales les han ilustrado la terrible situación de las cuentas del Vaticano. De los 181 cardenales que han participado 124 eran electores. Curiosamente, hay 9 cardenales electores que aún no han llegado a Roma. «Esta mañana abordaron cuestiones relacionadas con la situación financiera y económica de la Santa Sede», ha explicado el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni. Es habitual en las reuniones del pre-cónclave que se dedique una sesión a estas cuestiones. El responsable de llevar la mala noticia del agujero en las cuentas del Vaticano ha sido el cardenal Reinhard Marx, coordinador del Consejo para la Economía.Noticia Relacionada Condenado por malversación estandar Si El cardenal Becciu renuncia a entrar en el cónclave pero defiende su inocencia Javier Martínez-Brocal | Corresponsal en El VaticanoDicho en lenguaje vaticano, «ha presentado los desafíos y propuestas en la perspectiva de la sostenibilidad, para que estas estructuras sigan apoyando la misión del Papa», ha asegurado Bruni. La cuestión es mucho más espinosa y les obligará a buscar un Pontífice que tenga capacidad para afrontarla.Para apoyarle, también habrían intervenido los cardenales Kevin Farrell, que preside el comité de la Santa Sede que supervisa las inversiones; Christoph Schönborn, que ha explicado la situación del Banco del Vaticano (IOR) y ha llevado la buena noticia de que las cuentas están saneadas y la lista de clientes purgada; Fernando Vérgez, que era hasta hace pocos meses gobernador del Estado Ciudad del Vaticano, que ha mostrado también sus cuentas y el plan de restauración del patrimonio artístico; y Konrad Krajewski, limosnero, que ha actualizado los gastos comprometidos en obras de caridad.83 millones de euros de déficit en 2023La situación de las cuentas del Vaticano era una de las piedras en el zapato del Papa Francisco y lo será también para el próximo Pontífice. En 2021, el déficit fue milagrosamente de sólo 3,3 millones de euros y en 2022, 33 millones. La situación a medio plazo no es sostenible. En 2023 las cuentas se cerraron con un déficit de 83 millones de euros, y ese es el último dato que se conoce. Se sabe que el Papa pidió en enero a todos los departamentos que revisaran a la baja su presupuesto para 2025 y que mientras estaba en el Gemelli instituyó un nuevo organismo con la idea de buscar fondos. El Vaticano interpreta la autonomía financiera como garantía de la libertad de los Papas. Sin embargo, para financiarse no emite bonos, ni tiene una industria, por lo que, aparte de los beneficios de los Museos Vaticanos, cubre sus gastos con rentas. Su patrimonio es de en torno a 4.000 millones de euros, compuesto sobre todo por unos 5.000 inmuebles y una cartera de inversiones. La mayoría de sus gastos son los sueldos de sus 3.000 empleados y las pensiones de sus jubilados. Aparte de esta cuestión, en el Vaticano han intervenido catorce purpurados, que, según Matteo Bruni, han mencionado cuestiones ligadas a «la Eclesiología del Pueblo de Dios, la herida de la polarización en la Iglesia unida a la división en la sociedad, la sinodalidad como colegialidad episcopal y corresponsabilidad, la crisis de vocaciones, y la evangelización como coherencia entre lo que se dice y lo que se hace». La reunión ha terminado a las 12.30 y los cardenales tendrán mucho tiempo libre por delante pues no tienen ninguna cita hasta este viernes 2 de mayo. Quizá para ese día ya sí que participarán los misteriosos nueve cardenales que aún no han participado en las reuniones. «No tengo información sobre los otros nueve que no han llegado», ha confesado el portavoz.

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