Ana Guerra, la cantante canaria que saltó a la fama tras su paso por la aclamada edición 2017 de ‘Operación Triunfo’, es uno de esos rostros conocidos que ha sabido conjugar el éxito profesional con una vida personal cargada de historias, emociones y también dificultades. Aunque su nombre suele aparecer en titulares por sus logros musicales o sus apariciones en eventos de renombre, la historia completa de la artista incluye mucho más. Desde que se dio a conocer, Ana Guerra, cuyo nombre completo es Ana Alicia Guerra Morales , ha intentado mantener cierta discreción sobre su vida más íntima. Sin embargo, como sucede a menudo con quienes alcanzan la fama, algunas partes de su historia han trascendido inevitablemente y han despertado el interés del público. Hoy nos adentramos en tres capítulos fundamentales de su trayectoria: su participación en OT , su historia de amor con Víctor Elías y la grave enfermedad de su madre durante su adolescencia , un episodio que, según ha revelado, le marcó profundamente.Su participación en ‘OT’Ana Guerra se convirtió en un rostro conocido para toda España gracias a su participación en la edición de 2017 de Operación Triunfo , un programa que volvió con fuerza tras años fuera de la parrilla televisiva. Aunque la ganadora fue Amaia Romero, Ana logró un merecido quinto puesto que le sirvió para abrirse camino en la industria musical.Entre sus momentos más destacados está su participación en la selección para Eurovisión , donde presentó dos temas: ‘El remedio’, que defendió en solitario, y ‘Lo malo’, que cantó junto a Aitana. Este último tema se convirtió en un auténtico fenómeno de ventas y la catapultó aún más hacia la popularidad, pese a no haber sido elegido para representar a España en el certamen. Tras la gira conjunta con sus compañeros de edición, Ana se enfocó en su carrera en solitario y no tardó en cosechar éxitos . ‘Ni la hora’, junto a Juan Magán, fue un auténtico bombazo, colocándose rápidamente en el número uno de la lista de ventas y consiguiendo varios discos de platino .Con el paso de los años, la artista tinerfeña ha asentado su posición en la industria musical, participando en producciones de TVE , películas de Disney y lanzando álbumes como ‘ La luz del martes ‘ o, más recientemente, ‘ Sin final ‘.Su relación con Víctor ElíasLa vida amorosa de Ana Guerra siempre ha sido objeto de interés, y aunque mantuvo una relación con Miguel Ángel Muñoz , su relación más sonada ha sido la que mantiene con Víctor Elías , conocido por muchos como ‘ Guille ‘ en la serie ‘ Los Serrano ‘. Lo curioso es que su historia de amor no empezó con buen pie . Así lo relató la propia artista en el pódcast ‘Animales humanos’, donde confesó que las primeras colaboraciones profesionales con Víctor estuvieron marcadas por choques y tensiones : «Empezamos a currar juntos y nos empezamos a llevar fatal. Él tenía sus tiempos, yo quería que se involucrara antes en mi proyecto, pero él estaba con un montón de cosas. Tuvimos una discusión tocha. Me dijo ‘léete mi currículum’ y le dije ‘así lo haré’».Sin embargo, el destino tenía otros planes. En la preparación de la Gala Dial 2021, algo cambió entre ellos: «Fuimos a cenar con el equipo y, eligiendo los temas, llegó Vanesa Martín y dije ‘Complicidad’, porque me encanta esa canción de Vanesa Martín, y dije ‘la que nos falta’ y él dijo ‘la que nos sobra’. Y ese día… ese día cambió todo», confesó Ana.Desde entonces, la pareja ha demostrado ser inseparable . El 14 de febrero de 2022 hicieron pública su relación y poco más de un año después, en octubre de 2023, anunciaron su compromiso . El 31 de octubre de 2024, en una ceremonia íntima en la ermita de la Virgen del Puerto, en Madrid, sellaron su amor rodeados de sus seres queridos.La enfermedad de su madre: un golpe en plena adolescenciaSin embargo, no todo en la vida de Ana Guerra han sido éxitos. En su libro autobiográfico, ‘Con una sonrisa’, la artista habló abiertamente de un episodio especialmente duro que vivió cuando solo tenía 15 años. Fue entonces cuando su madre sufrió un derrame cerebral que la mantuvo ingresada durante tres largos meses . Aunque su madre logró salir adelante, esos meses fueron un desafío emocional enorme para la joven Ana, que aún estaba en plena adolescencia y cursando sus estudios musicales.La conciliación de sus estudios con las visitas al hospital se convirtió en su rutina diaria: por las mañanas iba al colegio, por las tardes acompañaba a su madre y por la noche asistía al conservatorio, donde estudiaba flauta travesera. «Me pasaba el día pendiente del teléfono y pensando en mi madre», confesaba la cantante, dejando claro cómo aquella experiencia la marcó y reforzó su capacidad de resiliencia , una cualidad que sigue llevando consigo.
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