Mientras Donald Trump se aproxima a un posible acuerdo con Irán, tras semanas de contactos discretos en Omán y otras capitales, el principal opositor interno a esa estrategia ha quedado fuera del círculo de decisión. Mike Waltz , hasta ahora consejero de Seguridad Nacional, fue apartado el jueves, en parte, por haber expresado reiteradas objeciones al rumbo de las conversaciones lideradas por el enviado especial Steve Witkoff . Tanto Waltz como otros dentro del aparato diplomático consideraban a Witkoff inexperto y excesivamente solícito con Moscú y Teherán.La destitución de Waltz llega en plena recta final de unas negociaciones que podrían desembocar en un nuevo pacto nuclear con la república islámica, algo que el defenestrado consejero siempre rechazó con contundencia. Aunque la razón inmediata de su salida fue un grave error -haber incluido por accidente a un periodista en un chat de la aplicación Signal donde se discutían planes confidenciales de ataque contra posiciones hutíes en Yemen-, las tensiones venían de lejos. Las discrepancias entre Waltz y el núcleo duro del trumpismo iban más allá y reflejaban un choque entre el viejo conservadurismo intervencionista y la nueva corriente pragmática y personalista que define este segundo mandato. Aunque Marco Rubio asume de forma interina la función de consejero de Seguridad Nacional -cargo que acumula con el de secretario de Estado-, el verdadero vencedor de esta purga es Steve Witkoff, amigo personal de Trump y empresario inmobiliario convertido en negociador plenipotenciario con Israel, Palestina, Ucrania, Rusia e Irán.Noticia Relacionada estandar Si Irán y Estados Unidos aceleran un diálogo nuclear que aleja la vía militar Mikel Ayestaran | Corresponsal en EstambulEn la Casa Blanca ha tenido lugar una guerra apenas oculta entre políticos de carrera con una visión institucional de la política exterior y un Witkoff cuya influencia crece gracias a un pragmatismo sin reglas, basado más en su relación directa con el presidente que en estructuras formales de gobierno.Apenas unas horas antes del despido de Waltz, uno de los diarios de referencia del presidente Trump, el ‘New York Post’, publicó una crónica con fuentes anónimas que era un ataque directo a Witkoff. Le criticaban desde la Casa Blanca por asistir solo a reuniones de alto nivel con líderes como Vladímir Putin, sin el acompañamiento habitual de asesores o traductores estadounidenses. En ocasiones, ha dependido de intérpretes proporcionados por el Kremlin, lo que ha generado preocupaciones sobre la precisión de las traducciones.Enriquecimiento de uranioAlgo crucial: en las conversaciones nucleares con Irán, Witkoff inicialmente sugirió permitir que Teherán mantuviera su capacidad de enriquecimiento de uranio a niveles bajos. Una postura que posteriormente revirtió al afirmar que Irán debe eliminar completamente su programa de enriquecimiento. Este cambio de posición ha generado confusión y ha sido interpretado como una falta de coherencia en la estrategia negociadora, algo que Waltz, un verdadero halcón con respecto a Irán, trató de aprovechar sin éxito alguno.Trump busca un acuerdo con Irán. Tras el aplazamiento de una nueva ronda de negociaciones previstas en Omán, el presidente lanzó una amenaza directa en las redes sociales contra cualquier país o empresa que compre petróleo o petroquímicos iraníes, como una forma de obligar a los ayatolás a ceder. «¡Todas las compras de petróleo iraní deben cesar, AHORA!», escribió Trump, advirtiendo de que quienes desoigan esta orden no podrán hacer negocios con Estados Unidos «de ninguna forma». La medida apunta especialmente a China, principal cliente del crudo iraní.El retraso en las negociaciones ha sido atribuido a motivos logísticos por parte de Irán y del ministro de Exteriores de Omán, que actúa como mediador. Mientras tanto, Marco Rubio ha reiterado que Irán puede tener energía nuclear si importa el combustible, pero no si lo enriquece localmente, la postura tradicional de Estados Unidos.Noticia Relacionada estandar Si Irán y Estados Unidos negocian un acuerdo nuclear bajo la presión de un ataque de Israel Mikel Ayestaran | Corresponsal en Estambul«Esta es la mejor oportunidad que van a tener», dijo Rubio, en referencia al posible acuerdo, que busca restringir el programa nuclear iraní a cambio de levantar sanciones económicas.En paralelo, el Pentágono continúa su campaña de ataques aéreos contra los rebeldes hutíes en Yemen, aliados de Irán. El secretario de Defensa, Pete Hegseth , lanzó una advertencia pública: «Mensaje a Irán: Vemos vuestro apoyo letal a los hutíes. Sabemos lo que hacéis y lo pagaréis». Aunque oficialmente fue nominado como embajador ante la ONU, la de Waltz es una destitución en toda regla, impulsada por la pérdida de influencia tras un grave error de seguridad y por las maniobras de figuras afines a Trump como la polemista Laura Loomer, que presionaron por una depuración del equipo. Loomer es una activista famosa por sus absurdas teorías de la conspiración que fue echada de cualquier plataforma posible, incluido Uber, y que ha ganado influencia en el círculo del presidente.Waltz, con un perfil más tradicional y próximo al republicanismo neoconservador, había adaptado parte de su discurso al de Trump, pero seguía generando desconfianza en el núcleo duro trumpista. Con su salida y la de su adjunto, Alex Wong , gana poder Witkoff, el enviado especial sin experiencia diplomática pero con línea directa con Trump.

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