El Gobierno promete una agenda «ambiciosa» con China hasta 2028

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El Gobierno promete una agenda «ambiciosa» con China hasta 2028

El Gobierno sigue dando pasos adelante en su relación con el gigante asiático y lo plasma en su nueva Estrategia de Acción Exterior 2025-2028 . «Desplegaremos una agenda bilateral ambiciosa con China , profundizando la asociación estratégica integral que entra en su tercera década y las excelentes relaciones bilaterales, como demuestra el sostenido flujo de viajes y visitas», recoge el documento, de 83 páginas, que defiende también los frecuentes viajes de Pedro Sánchez a China. La profundización de la relación entre el presidente del Gobierno y Xi Jinping no tiene, por tanto, vocación de corto plazo sino que forma parte de una hoja de ruta diseñada para los próximos cuatro años. En ella también se promete aprovechar «los mecanismos de diálogo político, económico y tecnológico existentes y trabajaremos para mejorar los términos de la relación económica » con China. La anterior Estrategia de Acción Exterior, años 2020-2024 y con una extensión de 115 páginas, señalaba al gigante asiático como el país «más relevante» a nivel político dentro de Asia y «con el que se deben buscar relaciones más equilibradas, sobre todo en lo económico, intentando al tiempo reforzar la posición de la Unión Europea». Noticias relacionadas estandar Si La relación de Sánchez con China vulnera la hoja de ruta de la OTAN Ana Sánchez estandar Si El presidente, en China: mucho riesgo y pocos frutos Jaime Santirso | Corresponsal en AsiaAdemás, mantenía la prudencia respecto a la relación bilateral aludiendo a la rivalidad creciente de China con Estados Unidos , y la búsqueda de Europa de su lugar geoestratégico. «Todas estas cuestiones determinarán el contexto en que se desplegará la acción exterior española», señalaba. Aunque la tensión entre ambas superpotencias se encuentra ahora en sus cotas más altas, la nueva Estrategia no hace alusión a ello ni enmarca el rumbo diplomático de España en esa pugna. Rival y comperencia deslealOtro cambio no menor que se incorpora ahora respecto a China es la eliminación de la referencia a la situación de los derechos humanos en este país . La hoja de ruta anterior señalaba que la relación de la Unión Europea con el gigante asiático debía poner «un particular énfasis en las cuestiones relativas al respeto a los Derechos Humanos». Ahora, en cambio, Exteriores señala repetidamente que la defensa de esta materia es una de las prioridades de la diplomacia española de manera general, y a la hora de señalar a los países donde los derechos humanos no se respetan pone el foco en Ucrania, Oriente Medio, Congo, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Panamá o Cuba. Ni rastro de China. Estrategia 2020-2024 «Se deben buscar relaciones más equilibradas con China sobre todo en lo económico» «La relación de la UE y China no debe obviar los claros elementos de rivalidad que existen en los ámbitos de valores e intereses» «Hay que poner un particular énfasis en las cuestiones relativas al respeto a los Derechos Humanos y la necesidad de impedir la competencia económica desleal»Estrategia 2025-2028 «Desplegaremos una agenda bilateral ambiciosa con China, profundizando la asociación estratégica» «Aprovecharemos los mecanismos de diálogo político, económico y tecnológico para mejorar los términos de la relación económica» «Que las divergencias no menoscaben la necesidad de una agenda positiva y de cooperación ante retos globales»Comparar ambas estrategias aún arroja otros cambios en la retórica y las intenciones respecto a China. Así, el documento vigente hasta 2024 apostaba por una relación verdaderamente «estratégica» y a «largo plazo» que permitiera la colaboración en los grandes retos mundiales, pero «que no obvie los claros elementos de rivalidad que existen en los ámbitos de los valores e intereses». Además, remarcaba «la necesidad de impedir la competencia económica desleal» en alusión a las malas prácticas del gigante asiático. Estas dos últimas declaraciones desaparecen completamente en la versión recién aprobada por el Consejo de Ministros, dejando paso a la defensa de unas relaciones entre la Unión Europea y China «en las que las divergencias no menoscaben la necesidad de una agenda positiva y de cooperación ante retos globales, como el cambio climático o la salud». Sin más condicionantes. Otra cuestión que desaparece en el documento es el señalamiento del desequilibrio que existe en la balanza de pagos. «Las relaciones comerciales son deficitarias , especialmente con China (tercer proveedor y décimo cliente, con 29.154 millones de euros en importaciones y 6.800 millones de euros en exportaciones en 2019)», recogía la Estrategia de Acción Exterior 2020-2024 sin que la nueva se haga eco de este dato. La nueva hoja de ruta de la diplomacia española fue aprobada por el Consejo de Ministros el pasado 1 de abril -a las puertas del viaje de Pedro Sánchez a China-, y explicada por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en la rueda de prensa posterior. Pero con evidente opacidad respecto al rumbo fijado de cara a Pekín. El titular de Exteriores no hizo alusión alguna a los pasos hacia adelante en la relación con el gigante asiático y el resumen ejecutivo de la nueva Estrategia que fue difundido por Exteriores tampoco incluye ninguna mención.Exteriores no contestaLa defensa de los viajes de Sánchez a Asia se realiza con datos concretos. «El presidente del Gobierno ha viajado a República de Corea en 2022, a China en 2023, 2024 y 2025, y a India en 2024», destaca el documento. «España encara su acción exterior en Asia y Pacífico durante los próximos cuatro años partiendo del impulso que le otorgan unas relaciones bilaterales reforzadas por visitas de alto nivel a países clave de la región», subraya. ABC ha preguntado a la Oficina de Información Diplomática sobre todos estos cambios, pero fuentes oficiales de la misma no han querido contestar. «Sobre los asuntos relacionados con la Estrategia de Acción Exterior tiene previsto referirse el ministro en su comparecencia del próximo lunes, tanto en el Congreso como en el Senado, por lo que le emplazamos a seguirla», fue la respuesta. La relación creciente de España y China irrita al Gobierno de Estados Unidos e incomoda a la OTAN , cuyo secretario general, Mark Rutte, está haciendo grandes esfuerzos porque la Administración de Donald Trump vea la utilidad de la Alianza frente a China. Dentro de dos meses la OTAN celebrará en La Haya la que será una cumbre clave para la estabilidad de la organización. Profundizar en la relación con China de la manera en que lo está haciendo Sánchez, con un viaje justo después de que EE.UU. concediera una prórroga a los nuevos aranceles a la Unión Europea en el que el líder chino Xi Jinping atacó a Donald Trump, resulta «imprudente» a ojos de todos los analistas geopolíticos consultados por este periódico. En el caso de la OTAN, el concepto estratégico aprobado en la cumbre de Madrid , en 2022, de la que Sánchez fue anfitrión incluyó por primera vez al gigante asiático como desafío para la Alianza. «Las aspiraciones declaradas y las políticas coercitivas de la República Popular China (RPC) desafían nuestros intereses, nuestra seguridad y nuestros valores», advierte el punto 13 de la hoja de ruta de la Alianza. Noticia Relacionada estandar Si Sánchez intenta que España construya el AVE de Vietnam Jaime Santirso | Enviado especial a Ho Chi Minh (Vietnam) El presidente del Gobierno concluye su visita oficial al país asiático apoyando la candidatura española a construir la línea entre Hanói y Ho Chi Minh«Emplea una amplia gama de herramientas políticas, económicas y militares para ampliar su presencia en el mundo y proyectar poder, al tiempo que mantiene opaca su estrategia, sus intenciones y su rearme militar», señala, antes de subrayar que «las operaciones híbridas y cibernéticas maliciosas de la RPC y su retórica de enfrentamiento y desinformación van dirigidas contra los aliados y dañan la seguridad de la Alianza». El documento continúa su aviso señalando que el gigante asiático «aspira a controlar sectores tecnológicos e industriales claves, infraestructuras críticas y materiales y cadenas de suministro estratégicos», y que «utiliza su ventaja económica para crear dependencias estratégicas y aumentar su influencia». «Se esfuerza por subvertir el orden internacional basado en normas, incluyendo los ámbitos espacial, cibernético y marítimo. La profundización de la asociación estratégica entre la República Popular China y la Federación Rusa, y sus intentos mutuos por debilitar el orden internacional basado en normas van en contra de nuestros valores e intereses», concluye. La intervención del gigante asiático como colaborador necesario de Rusia en la guerra de Ucrania es lo que llevó a la OTAN a incluir a China como desafío en su hija de ruta en 2022.

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