«Pero mamá, ¿cómo cuidabas tú de 8 hijos, si yo no puedo con dos?»

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«Pero mamá, ¿cómo cuidabas tú de 8 hijos, si yo no puedo con dos?»

A sus 60 años, Emilia confiesa a ABC que de joven lamentaba ser la única mujer de tres hermanos, «me hubiera gustado tener alguna hermana más. En una ocasión escuché a alguien decir que ‘ la mejor herencia que te pueden dejar los padres son los hermanos’. Esa frase me marcó». Cuando se casó tenía 24 años y al hablar de su proyecto de familia con su marido (que es hijo único) coincidían en que les gustaría tener un hijo. Y ese hijo llegó. Y, después, siete más. «La primera al año de casarnos sin haberlo planificado. Cuando llegó el segundo hijo me costó más la maternidad porque tenía que ajustarme a sus diferentes horarios , puesto que la mayor ya comía comida más normal, podía llevarla a más sitios y con el pequeño su alimentación era de bebé, tenía otros horarios de sueño…». Fue en el tercer embarazo, año y medio después, cuando Emilia decidió que quería dedicarse a cuidar a sus hijos y dejó su trabajo porque, le resultaba imposible conciliar. «No me arrepiento. Cuando te conviertes en madre te cambia tu mentalidad porque cambias tus prioridades. Tienes una vida en tus manos y quieres atenderla lo mejor que puedes porque eres consciente de que depende de ti. La vida está llena de decisiones y pensé que dedicarme a la crianza era la mejor de ellas en aquel momento».Noticias relacionadas estandar Si «Cuando mi hija enferma me dijo ‘qué chulo es que me puedas cuidar’, supe lo importante que es conciliar» Laura Peraita estandar No Día del niño y de la niña «Nadie puede decir que hace bien las cosas cuando hay 2,7 millones de menores en riesgo de pobreza» Laura PeraitaEso no quita que reconozca que cuando ya tenía seis hijos decidiera volver a trabajar, pero para poder conciliar se hizo autónoma para evitar estar sometida a horarios rígidos incompatibles con los cuidados y necesidades de sus hijos. «La conciliación no va a ser posible en nuestro país hasta que los políticos valoren el verdadero papel de la familia y concedan ayudas de verdad, como ya se está haciendo en Europa en un intento por apoyar la natalidad. Sin embargo, en España la familia está denostada. Hace falta voluntad política y visión de futuro». Emilia, que de joven no pensaba tener tantos hijos, quiere transmitir el mensaje a las parejas actuales de que «tener hijos es una inversión de futuro en tu propia vida . Ellos te acompañan, te dan alegría que compensa los momentos difíciles… la felicidad se multiplica».Explica que su marido y ella querían desde un principio educarles de una manera que pensaban que era la mejor, con unas normas, valores, responsabilidades para una buena convivencia en casa. «Sin embargo, el día a día a veces hace que se salten ciertas normas y no siempre sea todo tan ideal como una se imagina porque según van creciendo también se rebelan. Cada hijo es diferente y hay que tratarles y exigirles de forma distinta. Eso es así. No queda más remedio de pasar por alto ciertas situaciones. A día de hoy ellos se dan cuenta de todo lo que les hemos enseñado y nos lo agradecen. Es más, me dicen : ‘Mamá, ¿pero tú como has podido con 8 hijos, si yo no llego con sólo dos?». Es cierto que los niños no nacen con una guía debajo del brazo y hay que ir aprendiendo paso a paso . Es como una profesión laboral en la que necesitas estar al día y reciclarte para dar soluciones a los problemas que van surgiendo y, sobre todo, para prevenirlos. No obstante –aclara– no por tener muchos hijos se les quiere o atiende menos. El corazón se ensancha y puedes saber lo que necesitan con solo una mirada». Cuando Emilia salía a la calle con sus 8 hijos de pequeños era objeto de miradas… y de dedos. «No eran pocos los que sacaban su dedo índice delante de mí, empezaban a contar niños y me miraban extrañados dándome a entender que era una barbarida d. Me ocurría en el parque, en el supermercado, cuando cargaba varios carros con comida… Me daban ganas de decirles ‘no se preocupen que el carro lo pago yo’«. No obstante, también era objeto de confesiones . «Algunas personas se me acercaban y me reconocían que a ellos también les hubiera gustado tener más hijos, se lamentaban de no tenerlo o tener pocos. Y, es que, el problema es que la maternidad se retrasa mucho en nuestra sociedad. Las parejas priorizan otras cosas: su forma de vida, su trabajo, su estatus económico, viajar…, pero creo que las personas tenemos un sentido de transcendencia. Hemos vivido la revolución de la mujer de años pasados como la posibilidad de poder trabajar y no ser esclavas de los hijos, pero se equivocan. Las mujeres no son más libres por salir de casa, lo son de verdad cuando pueden elegir libremente lo que quieren hacer, como, por ejemplo, ser madres. Además, cumplimos una labor social porque si están bien educados y adquieren ciertos valores van a a portar mucho socialmente».MÁS INFORMACIÓN noticia No Así viajan las familias en función de la edad y número de hijos noticia Si Una ginecóloga advierte de cuándo el deporte afecta a la fertilidadAún así, cuando esta madre echa la vista atrás y analiza ahora la situación actual asegura rotunda que «la juventud lo tiene hoy mucho más difícil para tener hijos, porque no se pueden independizar por la situación económica. De hecho yo tengo a tres de mis hijos viviendo en mi casa por esta causa«.

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