El ataque de India contra Pakistán deja al menos 26 fallecidos, según han informado las autoridades de este segundo país horas después del bombardeo, acaecido alrededor de la 1:45 de la madrugada (hora local) de este miércoles; una inquietante escalada de la violencia entre dos vecinos enfrentados y poseedores de armas nucleares.Esta ofensiva, bautizada como «Operación Sindoor», ha golpeado nueve localizaciones diseminadas tanto en la parte de Cachemira bajo control pakistaní como en zonas fronterizas del propio Pakistán . Según India, se ha tratado de «acciones focalizadas, mesuradas y de naturaleza no escalatoria» contra «infraestructura terrorista».Pakistán, sin embargo, ha rechazado estas afirmaciones. El ministro de Defensa, Khawaja Asig, ha asegurado que los impactos se han producido en áreas civiles . El director general de Oficina de Información del Ejército (ISPR) de Pakistán ha dado uno de los primeros balances cifrando en 26 los muertos y 46 heridos. «Este acto atroz de agresión no quedará impune», ha advertido el primer ministro Shehbaz Sharif, quien ha adelantado que Pakistán responderá «en el momento y el lugar de su elección».Noticia Relacionada estandar No La India cierra la frontera con Pakistán por el atentado en Cachemira Eduardo R. Barrero Tras el asesinato de 26 turistas por un grupo islamista de esta convulsa región, Delhi expulsa a varios de sus diplomáticos, cancela los visados para los paquistaníes y suspende un tratado bilateral para la gestión del río IndoSin embargo, fuentes consultadas por la cadena de televisión india NDTV han indicado que los ataques del Ejército indio han matado a «más de 70 terroristas» , mientras que otros 60 han resultado heridos, «degradando significativamente su capacidad operacional».Por su parte, las Fuerzas Armadas paquistaníes han derribado cinco aviones de la Fuerza Aérea de India y «varios drones» en respuesta a los bombardeos en la frontera. El ministro de Información, Ataulá Tarar, ha asegurado en una conferencia de prensa que están «completamente preparados, razón por la que India ha recibido una respuesta inmediata y firme».Dicha arremetida escenifica el «compromiso» indio de vengar el ataque terrorista perpetrado hace dos semanas en un valle cercano a Pahalgam, en la sección de Cachemira bajo su control. El pasado 22 de abril, un grupo de hombres armados abrió fuego contra una multitud de turistas asesinando a 26 personas, el más cruento asalto de las últimas dos décadas en la convulsa región.El primer ministro Narendra Modi emitió entonces una airada amenaza, proclamando que India perseguiría «hasta los confines de la Tierra» a los organizadores y ejecutores, quienes «recibirán un castigo que superará todo lo que puedan imaginar». Su dedo iracundo señalaba, de manera implícita, a Pakistán. India no ha culpabilizado de manera formal a ninguna organización en concreto, aunque su policía ha alegado que dos de los cinco terroristas eran ciudadanos pakistaníes . La guerrilla separatista islámica Frente de Resistencia se ha atribuido en redes sociales la autoría del atentado.Pakistán negó involucración alguna en los hechos, pero eso no frenó la reacción inmediata. India cerró el único paso transfronterizo terrestre, suspendió un tratado hídrico en vigor desde hace seis décadas, concedió a los ciudadanos pakistaníes exentos de visado un plazo de 48 horas para abandonar el país y organizó ejercicios militares de su fuerza aérea; dos semanas de preparación simétrica culminadas con el bombardeo de hoy y sus previsibles réplicas, coyuntura ante la que ambos países han organizado simulacros de defensa civil.Cuentas pendientesTanto India como Pakistán controlan sectores opuestos de Cachemira desde la partición que siguió a la retirada colonial del Reino Unido en 1947, aunque ambos reclaman para sí la totalidad de un territorio por el que han ido dos veces a la guerra, en 1947 y en 1967 –también por Bangladés en 1971–. En décadas recientes, no obstante, el enfrentamiento se ha manifestado en forma de terrorismo.Una vista de la ciudad paquistaní de Muzaffarabad, administrada por Cachemira. reutersEn 2016, el asesinato de 19 soldados indios en Uri llevó al país a lanzar «golpes quirúrgicos» contra reductos guerrilleros al otro lado de la Línea de Control. En 2019, un atentado suicida en Pulwama causó la muerte de 40 policías, a lo que India respondió de nuevo con bombardeos a través de la frontera oficiosa. Este suceso motivó asimismo la revocación del Artículo 370, acabando con la autonomía parcial de la Cachemira india y colocándola bajo control directo del Gobierno central. Esta medida aplacó en apariencia las tensiones y favoreció la reactivación de un turismo finiquitado de improviso por las armas.Durante la crisis de 2019, India bombardeó suelo pakistaní doce días después del atentado –quince en esta ocasión–, y Pakistán respondió al día siguiente. La escalada se detuvo entonces tras ese primer intercambio, un esperanzador precedente ante el conflicto bélico entre potencias nucleares; pero la historia solo supone, en el mejor de los casos, un patrón aproximado.

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