La madre de Gabriel Cruz, Patricia Ramírez, ha vuelto a armarse de valor para comparecer ante los medios de comunicación y denunciar la situación de desamparo institucional y judicial que padece. Justo este martes salía a la luz que dos trabajadores de la cárcel de Ávila donde está reclusa la asesina de su hijo, Ana Julia Quezada, habían mantenido sexo con ella a cambio de darle un teléfono móvil. En la sala de prensa del pabellón Moisés Ruiz de Almería había mucha expectación a la espera de las declaraciones de la madre del niño Gabriel. Ha llegado nuevamente acompañada por su por su psicólogo y amigo, el doctor Francisco Martín. «Me siento obligada como ciudadana y en especial por todas las víctimas a las que nuestros asesinos se nos han convertido en famosos. También lo hago como madre de Gabriel, porque sigo siendo y lo seguiré, siempre saldré a defenderlo», así ha comenzado. «He tenido mucho miedo porque se filtró todo de nuestro sumario. Esta vez no tengo miedo y doy un paso hacia adelante. Cuando las víctimas nos quedamos escondidas perdemos la capacidad de nuestros derechos», ha continuado. «Esto no lo ha abierto la Guardia Civil es el fruto de una denuncia donde yo aporto testimonios . Dije que existían móviles dentro de prisión, que se podían haber dado poderes judiciales para que pudiera hacer movimientos fuera y que en los vis a vis además se le podría haber entregado dinero», ha recordado.La madre de Gabriel ha relatado todo el proceso que ha vivido en el último año. «Había varios móviles en prisión pero cuando denuncio hay chivatazos y desaparecen los teléfonos para que no se encuentren en los registros. Además, hay movimientos de dinero entre los funcionarios», ha revelado.Amenazas de QuezadaRespecto al documental que presuntamente estaba grabando Ana Julia Quezada desde la cárcel, Patricia Ramírez ha señalado que «está todo hecho menos dos entrevistas». «En diciembre presenté denuncia ante la Guardia Civil por amenazas hacia mi persona, ha manifestado que me quiere matar porque le he reventado el documental y se quiere vengar», ha relatado haciendo hincapié a una situación que considera de indefensión. Ramírez se siente «aterrada» por las amenazas de Quezada . «He sido informada que en estas diligencias de investigación está mi nombre, teléfono y hasta la dirección de mi casa. Toda esa información le ha llegado a uno de los funcionarios que ha tenido contacto directo con ella», ha manifestado. «No vivo, no me deja vivir».«En esos móviles además de haber imágenes sexuales hay grabaciones para el documental. No solo son dos funcionarios, a mi me constan cuatro al menos», ha continuado. Patricia sigue preguntándose «¿por qué se le da fama a los asesinos?», mientras que «a las víctimas se les ningunea o no se les escucha».La intervención a concluido con una petición a los ministerios del Interior y Justicia . «Espero que traslade información sobre esos funcionarios de la cárcel, que localicen esos móviles e investiguen las imágenes, además de esos movimientos de dinero porque me afectan a la responsabilidad civil que aún no me ha pagado. Que me llame la Fiscalía y así podré pasarle toda la información para que se destape y lleguen hasta el final».Ramírez ya advirtió hace un año que Quezada tenía tratos de favor en la prisión y que, según una fuente cercana, contaba con un dispositivo telefónico con el que estaba haciendo grabaciones para la realización de un ‘true crime’ sobre la muerte del menor en Níjar (Almería) hace siete años. La madre del niño llegó a realizar estas denuncias ante la Comisión de Interior en el Senado y en el mes de junio presentó una denuncia ante la Guardia Civil con una serie de hechos penales de gravedad que estaban sucediendo en la prisión de Ávila.

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