El sindicato Manos Limpias ha presentado una denuncia este jueves contra el presidente de Adif, Luis Pedro Marco de la Peña, y el presidente de Renfe, Álvaro Fernández Heredia, por un presunto « delito de imprudencia grave con resultados de daños materiales al servicio público y perjuicios económicos a los afectados» por el caos ferroviario que se vivió en la noche del 4 de mayo y la mañana del día siguiente.En el documento de la denuncia, al que ha tenido acceso ABC, también se amplía a la denuncia contra el exdIrector general de Adif, Andrés Cortabitarte y la directora general de Seguridad de la compañía, María Esther Mateo Rodríguez.Aquella noche el servicio de alta velocidad se vio interrumpido entre Madrid y Andalucía por la combinación de dos circunstancias: el robo de 150 metros de cable y un fallo en la catenaria , dos incidencias que se registraron en la provincia de Toledo.El ministro de Transportes achacó la incidencia a un «sabotaje», aunque a día de hoy no hay evidencia o resultado de investigación que sustente tal afirmación. De hecho, en una información de este diario este mismo jueves, apunta a un modus operandi habitual en los ladrones de cobre . Daniel Timón, portavoz y secretario jurídico de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) en Castilla-La Mancha lo calificaba como «un robo de manual» y ponía el foco en la escasez de efectivos para vigilar y proteger las infraestucturas del ferrocarril. Desde este mismo jueves, además, un juzgado de Toledo ya investiga como robo estos hechos , tras recibir el atestado de la investigación del cuerpo armado.Noticia Relacionada estandar No Un juzgado de Toledo ya investiga como robo el incidente que provocó el caos ferroviario en el AVE Madrid- Sevilla F. Franco El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Orgaz (Toledo) ha abierto diligencias previas tras recibir el atestado elaborado por la Policía Judicial de la Guardia Civil de la Comandancia de ToledoSea como fuere, la denuncia de Manos Limpias solicita que se admita la denuncia y se abran las oportunas diligencias. «Un servicio público tan esencial debe estar dotado al menos de un protocolo de seguridad con objeto de un buen funcionamiento», explica el sindicato en su escrito. «Imagen de un país tercermundista»«Ese protocolo de seguridad no ha funcionado en el caso que nos ocupa, pues ha permitido el robo de cobre que ha originado un caos que ha afectado no solamente a más de 10.000 pasajeros, sino que también ha producido una imagen de un país tercermundista», concluye.El sindicato considera que la conservación de la red ferroviaria depende de Adif y Renfe opera los trenes y ofrece los servicios y así establece la responsabilidad de los denunciados a los que señala.En su relato de los hechos, Manos limpios señala a los «niños, ancianos y minusválidos encerrados unos en los trenes, y otros retenidos en las estaciones de Atocha y Santa Justa, durmiendo tirados en los vestíbulos, durante horas, sin tener una atención de alimentos ni dándoles explicaciones y produciéndose situaciones de ansiedad que motivaron asistencias médicas» y con «los servicios de váteres de los trenes estaban totalmente atascados y los viajeros con problemas gravísimos para poder evacuar sus necesidades». Todo ese «espectáculo dantesco» , según la denuncia, «ha sido divulgado a través de todos los medios de comunicación nacionales e internacionales».Este sindicato también añade otros dos elementos relevantes en su denuncia: que la zona donde se produjo el robo de cobre «carecía de los elementos de seguridad para garantizar» el servicio, como denunciaban las asociación de guardias civiles, y, en segundo lugar, que Adif y Renfe «a las 18.10 horas conocieron el incidente y aún así dejó que los trenes circularan».

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