Qué está pasando en la Capilla Sixtina mientras sale el humo

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Qué está pasando en la Capilla Sixtina mientras sale el humo

Mientras por la chimenea de dos metros que hay en el tejado de la Capilla Sixtina sale el humo blanco, la «fumata bianca», dentro, en la «sala de las lágrimas» , el nuevo Papa se está ya preparando para presentarse al mundo. Tiene por delante aproximadamente una hora frenética durante la que empezará a tomar conciencia de cuánto ha cambiado su vida.La «fumata blanca» significa técnicamente que un candidato ha obtenido más de dos tercios de los votos de los cardenales electores y que ha aceptado. El momento en el que ha superado ese número habrá sido celebrado dentro de la Sixtina con un aplaus o. Pero antes de convertirse en Papa han ocurrido allí dentro muchas otras cosas.Noticia Relacionada Francisco II, Juan Pablo III… estandar No Lo que el nombre que elija nos dirá sobre el nuevo Papa José Ramón Navarro-Pareja Bergoglio eligió Francisco e inauguró una saga aunque el propio Papa pidió que se eliminara el ordinal, un santo con el que aparentemente no tenía relación, pero que había recibido un claro mensaje de Dios: «Francisco, repara mi Iglesia».Una vez que los tres «cardenales escrutadores» hayan terminado el recuento, les han dado el relevo los tres «cardenales revisores» que han contado de nuevo una a una las papeletas y los votos para comprobar la legitimidad de la votación y que el número de votos sea correcto. No se sabe quiénes eran estos cardenales, pues se trata de cargos elegidos por sorteo.Cuando hayan confirmado el recuento y confirmado que el elegido ha superado efectivamente los dos tercios de los votos, el cardenal George Koovakad , el último de los cardenales que nombró Francisco, debe abrir la puerta de la Capilla Sixtina y llamar al secretario del Colegio de Cardenales, el arzobispo brasileño Ilson Montanari ; al Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, Diego Ravelli y a dos «ceremonieros». Con ellos, ha vuelto a entrar, y ha cerrado la puerta para evitar miradas indiscretas.Fotogalería | La chimenea de la Basílica de San Pedro anuncia con humo blanco la elección de un nuevo Papa ABCCon ellos como testigos, el cardenal que preside el cónclave, Pietro Parolin , o -en caso de que este sea el elegido-, el cardenal Fernando Filoni , le han hecho en nombre de todo el colegio de los electores la pregunta fundamental de este cónclave: «Acceptasne electionem de te canonice factam in Summum Pontificem?», «¿Aceptas tu elección canónica para Sumo Pontífice?». En el momento exacto en que ha respondido que sí, si ya es obispo, se ha convertido automáticamente en Papa. Según la norma vaticana, desde ese instante es «obispo de la Iglesia romana, verdadero Papa y Cabeza del Colegio Episcopal» y ha adquirido «de hecho la plena y suprema potestad sobre la Iglesia universal y puede ejercerla». En caso de que el nuevo Papa no sea obispo, el cardenal Parolin debe ordenarlo inmediatamente, antes de la fumata. Esa hipótesis puede aplicarse solo al cardenal Timothy Radcliffe , el único que no es obispo de los 133 cardenales electores.La pregunta fundamental de este cónclave: «Acceptasne electionem de te canonice factam in Summum Pontificem?», «¿Aceptas tu elección canónica para Sumo Pontífice?»A continuación, el mismo cardenal le ha hecho una segunda pregunta muy importante: «Quo nomine vis vocari», «¿Cómo quieres ser llamado?» . Dentro de poco se conocerá su respuesta. Luego, Diego Ravelli , que también actúa como notario de la elección, con los dos ceremonieros como testigos, ha levantado acta de la aceptación del nuevo Papa y de su nombre. Si el elegido hubiera respondido negativamente, la fumata habría sido negra. Si hubiera pedido tiempo antes de aceptar, no habría habido fumata. Mientras el humo blanco sale por la chimenea, el nuevo Papa se está revistiendo con la sotana blanca en la llamada «Habitación de las lágrimas». Así se llama informalmente a la sacristía de la Capilla Sixtina, imaginando la conmoción que el elegido experimenta al vestirse por primera vez de blanco. De hecho, allí le esperan tres sotanas de tres tallas diferentes, para que use la que le quede mejor. También tiene a disposición varios pares de zapatos. El elegido se viste la sotana que mejor le quede y se le hacen algunos arreglos rápidos para su primera aparición pública. Habitualmente los pontífices llevan en esta ocasión sotana blanca, la muceta o esclavina (capa corta) de color rojo, una estola roja y el solideo blanco. Así vestido regresará a la Sixtina para saludar a los cardenales sentado en la cátedra. Es tradicional que el secretario del cónclave, en este caso, Ilson Montanari , le entregue el birrete blanco y que el nuevo Papa le ponga a cambio el suyo de cardenal, un modo de adelantar que lo hará príncipe de la Iglesia en su primer consistorio, aunque no está obligado a hacerlo. Entre la fumata blanca y el «Habemus Papam!» transcurre algo menos de una horaEn la plaza, pronto empezarán a repicar juntas las seis campanas de la basílica de San Pedro, el «Campanone» , fundida en el año 1785, que pesa 8.950 kg, y tiene un diámetro de 2,316 metros; el «Campanoncino» , de 1725, 3.640 kg, y 1,772 metros de diámetro; la «Rota» , del siglo XIII, de 1.815 kg y 1,361 m. de diámetro; la «Prédica» , de 1909, 830 kg y 1,085 m. de diámetro; el «Ave María» , de 1932, 250 kg y 0,75 metros de diámetro; y la «Campanella» , del año 1825, 235 kg y un diámetro de 0,73 metros. Todas están fundidas en bronce.Antes de que el Papa salga al balcón tendrá lugar una breve ceremonia en la que se le lee un paso del Evangelio con las palabras de Cristo sobre la misión del apóstol Pedro, de quien se acaba de convertir en sucesor. Luego, todos los cardenales rezan juntos por él y se ponen en fila para hacerle un primer saludo personal, siguiendo el orden de precedencia. En los últimos cónclaves, para ese saludo entraron también los colaboradores de los cardenales y los guardias de seguridad que estaban vigilando fuera de la Sixtina. La ceremonia finaliza con el rezo del «Te Deum», la oración con la que la Iglesia da gracias a Dios. MÁS INFORMACIÓN noticia No El retraso en la fumata negra dispara la tensión en el Vaticano noticia Si El 70% de los españoles quieren UN Papa continuista noticia No «Auguri e doppi»: la doble felicitación de Re a Parolin que desató los rumores antes del cónclaveUna vez terminado este saludo personal, el «cardenal protodiácono» Dominique Mamberti , el senior de la orden de los diáconos, o si él fuera el elegido, el cardenal Mario Zenari , saldrá al balcón central para pronunciar el tradicional «Habemus Papam!», «¡Ya tenemos un Papa!». Entre la fumata blanca y el «Habemus Papam!» transcurre algo menos de una hora. Una hora que pasa volando para el elegido, y que en San Pedro parece una eternidad.

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