El primer día del Papa León XIV ha comenzado con una misa, el principal acto de culto de la Iglesia católica. Sus primeras palabras han sido un mensaje espiritual que pone las bases de cómo quiere plantear su relación con los cardenales y hacia qué dirección se encamina su pontificado. Una ceremonia con muchas lecturas y significados. Además de confiar las lecturas de la misa a dos mujeres, entre ellas la española Fermina Álvarez, ha comenzado la homilía en inglés, y luego en italiano ha explicado que su tarea no es defender sus intereses sino ayudar a que el mensaje de Jesús vuelva a ser relevante en la sociedad.El ambiente en la Capilla Sixtina este viernes por la mañana era completamente diferente al de el miércoles por la tarde, cuando entraron para votar. Los cardenales, visiblemente aliviados, tomaban sitio de nuevo bajo los frescos de Miguel Ángel satisfechos por haber hecho bien los deberes. Tienen mucho mérito. Por la vía de los hechos, han desmentido las interesadas reconstrucciones de supuestas divisiones en el Colegio de cardenales, y la impresión de conflicto entre partidarios del Papa Francisco y detractores. Elegir un nuevo Papa en solo cuatro votaciones no es tarea fácil. Y si hay conflicto, es imposible. Noticias relacionadas estandar Si Un Papa de Chicago frente a un césar de Nueva York David Alandete estandar No León XIV, el hijo de Mildred Martínez, una bibliotecaria de ascendencia española Daniel RoldánUnos minutos después de las once ha entrado el nuevo Pontífice . Le esperaban también los cardenales mayores de 80 años, que no han participado en la elección, pero la han sostenido desde fuera. Sorprende la agilidad con la que camina el «joven» León XIV, de 69 años, casi diez años menos de los que tenía Benedicto XVI cuando fue elegido, y siete menos que Francisco. Desde anoche, en su biografía personal, la Capilla Sixtina tendrá un puesto especial. Cada vez que entre, podrá mirar hacia la derecha, donde estaba sentado en el momento de la elección y donde aceptó asumir esta responsabilidad. Su homilía podría resumirse en la idea de que la misión de la Iglesia es centrarse en su mensaje y no en batallas externas o internas. Primero ha recordado en inglés que «se apoya en los cardenales». «Me habéis llamado para llevar una cruz, bendecido con esta misión, quiero que vosotros también caminéis conmigo porque somos una comunidad, Iglesia, que debe anunciar la buena noticia».Luego, en italiano, ha subrayado lo que «desde hace dos mil años la Iglesia, a través de la sucesión apostólica, custodia, profundiza y trasmite», que es la proclamación de que «Jesús es el único Salvador y el que nos revela el rostro de Dios». «Dios, de forma particular, al llamarme a través del voto de ustedes a suceder al primero de los Apóstoles, me confía este tesoro a mí, para que, con su ayuda, sea su fiel administrador en favor de todo el Cuerpo místico de la Iglesia».La Iglesia como un «faro que ilumina las noches del mundo»Ha hablado de la Iglesia como «faro que ilumina las noches del mundo no tanto gracias a la magnificencia de sus estructuras y a la grandiosidad de sus construcciones —como los monumentos en los que nos encontramos—, sino por la santidad de sus miembros». Por eso, la cuestión central es la coherencia de sus miembros con la cuestión de si Jesús era Dios o no lo era. «Hoy también son muchos los contextos en los que la fe cristiana se retiene un absurdo, algo para personas débiles y poco inteligentes, contextos en los que se prefieren otras seguridades distintas a la que ella propone, como la tecnología, el dinero, el éxito, el poder o el placer», ha dicho. «Hablamos de ambientes en los que no es fácil testimoniar y anunciar el Evangelio y donde se ridiculiza a quien cree, se le obstaculiza y desprecia, o, a lo sumo, se le soporta y compadece. Y, sin embargo, precisamente por esto, son lugares en los que la misión es más urgente, porque la falta de fe lleva a menudo consigo dramas como la pérdida del sentido de la vida, el olvido de la misericordia, la violación de la dignidad de la persona en sus formas más dramáticas, la crisis de la familia y tantas heridas más que acarrean no poco sufrimiento a nuestra sociedad». No quiere escapar de los problemas.«Me habéis llamado para llevar una cruz, bendecido con esta misión, quiero que vosotros también caminéis conmigo porque somos una comunidad, Iglesia, que debe anunciar la buena noticia»El Papa se ha referido también al «ateísmo de hecho» dentro de la Iglesia, «contextos en los que Jesús, aunque apreciado como hombre, es reducido solamente a una especie de líder carismático o a un superhombre, y esto no sólo entre los no creyentes, sino incluso entre muchos bautizados, que de ese modo terminan viviendo, en este ámbito, un ateísmo de hecho». La fe es algo más profundo que limitarse a la práctica religiosa.«Este es el mundo que nos ha sido confiado, y en el que, como enseñó muchas veces el Papa Francisco, estamos llamados a dar testimonio de la fe gozosa en Jesús Salvador». Ha dicho a los cardenales que esa fe debe mostrarse «antes de nada en nuestra relación personal con Él, en el compromiso con un camino de conversión cotidiano. Pero también, como Iglesia, viviendo juntos nuestra pertenencia al Señor y llevando a todos la Buena Noticia».Evocando las cartas de Ignacio de Antioquía cuando era llevado a Roma para ser martirizado, ha recordado que «sus palabras evocan en un sentido más general un compromiso irrenunciable para cualquiera que en la Iglesia ejercite un ministerio de autoridad, desaparecer para que permanezca Cristo, hacerse pequeño para que Él sea conocido y glorificado gastándose hasta el final para que a nadie falte la oportunidad de conocerlo y amarlo». «Que Dios me conceda esta gracia, hoy y siempre, con la ayuda de la tierna intercesión de María, Madre de la Iglesia».«Este es el mundo que nos ha sido confiado, y en el que, como enseñó muchas veces el Papa Francisco, estamos llamados a dar testimonio de la fe gozosa en Jesús Salvador»No era un texto de circunstancias. Aparentemente, el Papa ha preparado personalmente esta homilía, aunque la Secretaría de Estado le suele ofrecer un esquema para facilitar el trabajo. León visitó anoche su apartamento en el llamado edificio del Santo Uffizio dentro de los muros vaticanos y regresó también esta mañana. Vivía allí desde hace siete semanas y ya tiene que mudarse de nuevo. MÁS INFORMACIÓN noticia No Leon XIII, el primer Papa del que hay imágenes en vídeo noticia No El Papa celebra su primera misa ante los cardenales que lo eligieron noticia No León XIV: «El mal no prevalecerá»La misa, que ha celebrado junto al cardenal decano Giovanni Battista Re y el vicedecano, Leonardo Sandri, ha sido proyectada en la plaza de San Pedro, donde grupos de peregrinos se detenían para corear su nombre en italiano, «Leone, Leone». El domingo volverá a salir al balcón central de la basílica y concretará un poco más sus prioridades.

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