Los empresarios catalanes envían una carta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez , para que impida la fusión de BBVA y Banco Sabadell . Un matiz importante el de la referencia a la fusión y no la opa ya que el Ejecutivo tiene capacidad de intervenir de dos maneras distintas. La opa de BBVA en estos momentos se encuentra en la llamada fase tres por la cual el Gobierno puede intervenir para modificar las condiciones fijadas por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en la operación. El Ejecutivo podría llegar a endurecer tanto las condiciones para el banco vasco que le hiciera renunciar a la opa. Más adelante, el Gobierno tiene una segunda ocasión para intervenir. En caso de que triunfara la opa , el Ejecutivo tendría la posibilidad legal de vetar, directamente, la posterior fusión de ambas entidades, que es lo que pretende el BBVA. Lo que ha reclamado el Sabadell es que La Moncloa aclare ya si prohibiría esa fusión posterior para que sus accionistas tomaran la decisiones de acudir o no a la opa teniendo toda la información disponible sobre lo que pasaría después. Noticia Relacionada estandar Si El intento de frenar la opa de BBVA por parte del Gobierno afronta fuertes dudas legales Daniel CaballeroLa carta de los empresarios catalanes va enfocada a que Pedro Sánchez se pronuncie en la intervención que tiene ahora en su mano sobre lo que pasaría con la fusión posterior. La misiva la firman los máximos responsables de Barcelona Global, las cámaras de comercio de Cataluña, Cecot, el Colegio de Economistas de Cataluña, Fomento del Trabajo, la Fundación de Empresarios de Cataluña, la Fira de Barcelona, Pimec y Racc . Este ejercicio de presión de los empresarios catalanes se produce además en medio de la consulta pública inédita que ha abierto el Gobierno para que cualquiera pueda pronunciarse sobre la opa y así el Ejecutivo armarse de razones para torpedear la operación. Los argumentos que exponen en la carta son variados y todos enfocados a persuadir al presidente del Gobierno de dar un paso adelante contra la operación. «Creemos que, más allá de las consideraciones técnicas de defensa de la competencia, ya dirimidas por la CNMC, y que respetando no compartimos, existen también poderosas razones de interés general que justificarían la intervención del Gobierno, que usted preside, para impedir la fusión entre las dos entidades bancarias anteriormente mencionadas (BBVA y Banco Sabadell)», señalan. «Nos permitimos estructurar estas razones, de forma resumida, en cinco argumentos principales: (i) evitar una excesiva concentración de poder empresarial y financiero, (ii) preservar un canal de crédito y servicios financieros especializados en empresas y proyectos de menor dimensión, (iii) prevenir la pérdida de ocupación i de oficinas bancarias, con el consiguiente aumento del riesgo de exclusión financiera, (iv) promover la atracción y retención de talento financiero en los diferentes territorios y (v) garantizar la cohesión social y territorial que es la base de una economía abierta y diversa en una sociedad plural, evitando el riesgo de exclusión financiera», exponen los empresarios, que añaden que este es el sentir «muy mayoritario» en la sociedad y empresa catalanas. Los firmantes le dicen a Pedro Sánchez que concentrar el poder económico y empresarial todo en Madrid conlleva una « clara externalidad negativa , derivada de los costes no contabilizados de una excesiva concentración de poder económico y financiero en el centro peninsular». Y añaden que la promesa de BBVA de mantener una sede operativa en Barcelona es más simbólica que real. «Preservar la individualidad de Banco Sabadell es preservar la existencia de un mercado de crédito a nuevos proyectos y empresas de menor dimensión, vital para la economía española en su conjunto y, muy especialmente, para aquellas zonas donde estas tienen mayor presencia, así como una oferta de servicios especializados como fruto de una amplia experiencia. Su función es también ayudar a florecer nuevos proyectos desde la base, ayudarlos a crecer y hacerse grandes. Si desapareciera una entidad financiera clave en este mercado, se perdería un canal de crédito y de servicios especializados necesario para garantizar un modelo productivo diversificado y centrado en el emprendimiento», insisten. Reducción de créditoEn la carta, exponen que la operación generaría una pérdida estimada entre 54.000 y 70.000 millones de euros en crédito disponible para las pymes , además de causar un daño al empleo, a la captación de talento en la región y provocaría más exclusión financiera. «En un contexto donde la competitividad depende en gran medida del talento y de la interacción entre academia, empresa y sector financiero, este movimiento podría suponer una pérdida estratégica de valor para el tejido empresarial y educativo más allá de la capital del Estado», afirman. En este sentido, reclaman «un Banco Sabadell autónomo, quizá aliado con otras entidades financieras peninsulares con centros efectivos de decisión en Barcelona, Alicante, Palma, Málaga o La Coruña», lo cual «sería garantía de equilibrio social y territorial para el conjunto del país. Y es este modelo económico y de país el que deseamos y en el que creemos los representantes de las entidades que representan de forma transversal a todos los actores del tejido económico y empresarial de Cataluña».

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