Cuando Hernández Hernández decidió que era el momento de soplar el silbato por última vez, Ancelotti se dio cuenta que, definitivamente, su tren del Madrid había llegado al destino final y lo hacía perdiendo la Liga. Porque hubo momentos durante el partido que no dieron la sensación de que el Madrid estuviera obligado a vencer en Montjuic . Con el 0-2, ventaja inicial fruto de la eficacia y no del juego, Ancelotti pedía calma a sus jugadores desde la zona técnica. Una y otra vez brazos extendidos con las palmas hacia abajo. Su equipo se había embotellado atrás, en ese famoso bloque bajo que esta temporada es una sangría, pero a él le parecía correcto.«Creo que en un partido de este nivel tienes que defender y atacar bien. Ya lo dije en la previa. Atacamos bien porque hemos hecho tres goles, nos han anulado dos, hemos aprovechado bien su espalda, hemos evitado el fuera de juego y las ideas ofensivas eran claras, pero atrás hemos cometido errores bastantes evidentes que nos han costado goles». Errores que justificó Ancelotti por las numerosas ausencias en defensa, en un ejercicio de leve autocrítica: «Se podía defender mejor en los 30 minutos iniciales de la primera parte. No hay que olvidar que faltaban cinco defensas».Noticia Relacionada BARCELONA 4 – REAL MADRID 3 estandar Si Un Barça tan brillante como frágil le gana el partido y la Liga al Madrid más flojo de la década Salvador SostresNoticia Relacionada EL ÁRBITRO DE ABC opinion Si El árbitro debió anular el gol del empate de Yamal por mano previa de De Jong Martínez Montoro Hernández Hernández, con ayuda del VAR, acertó en la inmensa mayoría de las muchas acciones polémicas habidas en el ClásicoDe nada sirvió el triplete de Mbappé , el primero como jugador del Real Madrid en un clásico (ya lo había logrado en el Camp Nou, con la camiseta del PSG, en octavos de la Champions de 2022). Kylian ya es el pichichi del campeonato, con 27 tantos (dos más que Lewandowski), y ha marcado en todos los clásicos de la temporada (también lo hizo en el 0-4 de la primera vuelta de Liga, aunque se lo anularon), pero sus tantos de nada han servido. El global contra el Barcelona esta temporada es muy duro para el madridismo. Cuatro partidos y cuatro derrotas, con un balance de 16 goles en contra y siete a favor: «Teníamos que defender mejor y el partido de hoy es bastante evidente. Hemos defendido mal y punto. No por tener el bloque bajo. Hemos regalado algunas oportunidades y nos han castigado».Ancelotti no va a cambiar el paso ahora, a escasos días de coger un avión para Río de Janeiro y ponerse el parche de la CBF , el italiano sabe que esta temporada su equipo no ha tenido solidaridad, ni tampoco compromiso. Las bajas en defensa también fueron notables hace dos años, y el Madrid acabó ganando la Champions y la Liga. Hay un claro déficit de actitud, como se vio una vez más en Montjuic. Vinicius , pese a dar dos asistencias, mostró una desidia que no es nueva. Un gol en los últimos tres meses y medio, una apatía alarmante y un poder que Ancelotti le ha dado y se le ha ido de las manos.En el minuto 75, el brasileño pidió el cambio, por un problema en el tobillo. Ancelotti llamó rápidamente a Endrick, pero de repente Vinicius cambió de opinión y le dijo a su entrenador que esperase. Endrick, que ya estaba junto al cuarto árbitro, listo para salir, volvió al banquillo, se puso el peto y otra vez a calentar. Ocho minutos después, por fin salió el atacante, y lo hizo por Lucas en lugar de Vini. Pero la realidad es que el brasileño no se había recuperado, sino que estaba más diezmado. Valverde hacía aspavientos porque no entendía nada. Sería en el minuto 86, cuando Vini volvió a pedir salir, el momento en el que por fin Ancelotti lo retirase del campo: «El cambio lo he hecho yo, porque tenía un esguince de tobillo. Lo ha intentado, le molestaba y he preferido quitarlo, explicó Carletto , sin ganas de profundizar en el asunto ni de reconocer que fue el brasileño quién marcó los tiempos de su cambio. Ancelotti, que no quiso contestar a la pregunta de este periódico sobre si este triste final de temporada podía manchar su exitoso trayecto hasta hace unos pocos meses, negó que a su equipo le faltase actitud y, además, también negó que no pusiera ni un solo minuto a Rodrygo por algún tipo de castigo: «No tengo nada que reprochar a mis jugadores. El partido ha sido igualado y competido y lo han intentado. Rodrygo no se encontraba bien y por eso no le he puesto, para no correr riesgo de lesión. No hay absolutamente nada contra él».

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