El Gobierno y el Partido Popular (PP) se enzarzaron ayer a cuenta de los mensajes entre Pedro Sánchez y el exministro de Transportes y anterior secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos, investigado por varios delitos de corrupción en el Tribunal Supremo (TS). Los ‘whatsapps’ desvelados este fin de semana por ‘El Mundo’ se produjeron entre los años 2020 y 2021, antes de la defenestración de Ábalos en el verano de este último año, cuando fue cesado como miembro del Consejo de Ministros. Y en ellos queda de manifiesto la estrecha relación de confianza entre ambos, así como la indignación de Sánchez con los barones críticos, Emiliano García-Page, Javier Lambán y Guillermo Fernández Vara , al que Sánchez se refiere como «petardo», después de lamentar que los presidentes de Castilla-La Mancha, Aragón y Extremadura «tocan los cojones» y les calificase de «hipócritas». López y BendodoEl Ejecutivo reaccionó ayer por boca del ministro de Transformación Digital y líder del PSOE en la Comunidad de Madrid, Óscar López, quien en declaraciones a los medios en la capital denunció como algo «muy grave» el hecho de que «se publiquen comunicaciones privadas del presidente del Gobierno«. » Me gustaría saber si alguien va a investigar esta filtración como se han investigado otras», afirmó en referencia a la imputación ante el TS del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por presunta revelación de secretos por el documento filtrado sobre el novio de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso.Noticia Relacionada estandar Si García Ortiz no dejó rastro en su WhatsApp y sólo mantuvo en su cuenta 159 correos sin interés Nati Villanueva Google remite 159 correos, pero no están los que la fiscal imputada le envió a su mail personal el día de la filtraciónLópez, como en tantas otras ocasiones, atribuyó la publicación de esos mensajes a una «campaña de la ultraderecha» pese a la cuál, afirmó, «el Gobierno seguirá avanzando». Desde el primer partido de la oposición, su vicesecretario autonómico y local, Elías Bendodo, aseguró que los mensajes prueban «el verdadero retrato robot» del presidente del Gobierno: «Autoritario, sin escrúpulos, con una sed de venganza brutal dentro y fuera del PSOE». Según Bendodo, el líder socialista «daba órdenes permanentemente para que llamara la atención a los distintos presidentes autonómicos del Partido Socialista, a las comunidades autónomas o secretarios generales autonómicos. Una vergüenza», remató. Para Bendodo, «Sánchez conocía la corrupción, la tapó y protegió al que fue su brazo ejecutor del Partido Socialista». Y los mensajes probarían que Ábalos ejercía como su «señor lobo», en referencia al célebre personaje de Tarantino.

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