Un Barça tan brillante como frágil le gana el partido y la Liga al Madrid más flojo de la década

Home People Un Barça tan brillante como frágil le gana el partido y la Liga al Madrid más flojo de la década
Un Barça tan brillante como frágil le gana el partido y la Liga al Madrid más flojo de la década

Era el último partido realmente importante de la temporada futbolística mundial. Los que no entienden que Barça y Madrid son principalísimos aliados en el gran espectáculo/negocio del Clásico han de ver hasta qué punto la final de esta Champions sólo interesa a las aficiones de cada equipo y es un desperdicio de dinero y de fútbol; y de qué manera un Barça-Madrid con la Liga en juego es una atracción global, de alcance planetario. El Barça empezó fiel a su tradición de complicarse la vida, con Tec también fiel a la tradición de cometer un penalti —en este caso sobre Mbappé— grosero e indiscutible. Todo el mundo era consciente de que se trataba de una ventaja mañanera y reversible, y más con este Barça abonado al prodigio, pero el Madrid se puso más rápido y letal, y los locales salieron como dormidos en las mieles de San Poncio, patrón de los apicultores y cuyo día se celebraba ayer.Fruto de una estudiada salida en largo de Courtois buscando a Mbappé llegó el segundo visitante. Lejos de hundirlos fue el despertador para los de Flick, que se dejaron de mieles para ir a por las abejas, y previo aviso de un exótico pero peligrosísimo disparo de Lamine Yamal, Éric García disfrazado como suele de hombre invisible, apareció a la salida de un córner para recortar distancias de cabeza.El Barça tomó las riendas del juego, encerró al Madrid en el último tercio del campo y los de Ancelotti sólo podían rechazar balones desde una muy angustiosa agonía. Sensación de agobio, de asfixia, todo lo que pasaba tenía signo local y el empate parecía cuestión de minutos. Por los pelos, más que por los aciertos defensivos, los ataques barcelonistas quedaban sin conseguir su objetivo. El Madrid buscaba argumentos para correr pero no los encontraba, perdía con facilidad el balón, y se veía forzado a hacer demasiadas faltas para detener, sobre todo, a Lamine Yamal. Pero el 32 nadie pudo evitar que empatara de una bella parábola. Igual de inapelable fue el tercero de Raphinha dos minutos después, de un disparo raso y cruzado.El atontamiento inicial quedó borrado por un abordaje superaltivo contra la impotencia blanca. El Barça a este nivel es intratable aunque luego tiene sus desconexiones o se cansa. El Madrid parecía despistado, superado, sin una idea clara y ordenada de cómo revertir el sometimiento y pasaban los minutos y no tenía nada destacable. Raphinha estuvo en el 41 a punto del cuarto —se le fue alto por muy poco el cabezazo, desaprovechando un centro maravilloso de Lamine Yamal con el exterior— pero lo consiguió en el 44, robándole la cartera a Lucas Vázquez. Quinto gol esta temporada de Raphinha en un Clásico.El Barça podía con todo, el Madrid no podía con nada. El descanso fue un alivio para los blancos, que volvieron a caer en el fuera de juego de los primeros Clásicos de la temporada. Le anularon por este motivo —y merecidamente— un gol y otro penalti.En la reanudación, Brahim y Modric entraron por Güler y Ceballos. Arriesgaba Ancelotti, y el Barça tenía que saber interpretar con paciencia el nuevo planteamiento del rival, esa paciencia que no siempre es la mejor característica de este equipo tan emergente y tan joven, que marcó el quinto aunque en fuera de juego. Íñigo vio una amarilla por una entrada criminal que mereció ser roja. El Madrid recuperó por lo menos las constantes vitales y a Mbappé se le fue por centímetros el tercero. Balde y Christensen entraron por Gerard Martín y Cubarsí. Poco a poco el Madrid hacía lo suyo, aunque sin acierto en el último acto. El Barça trataba de dormir el partido con ataques largos, horizontales, y el Madrid corría todo lo que podía pero no era contundente cuando se acercaba al área. El Barça tenía resaca tras la fiesta y jugaba con fuego detrás ante un Madrid que continuaba presentando sus credenciales y en el 70 Mbappé recortó distancias tras una contra muy bien corrida por Vini. El Barça trató de despertar como con el 0 a 2 y Lamine Yamal tuvo el quinto de un buen disparo rechazado por Curtois y casi a continuación le regaló otro centro con el exterior a Raphinha que el brasileño a puerta vacía mandó al Palau Sant Jordi. Las ocasiones del Madrid no eran tan claras y Héctor Fort y Fermín entraron por Éric —bien— y un Dani Olmo inédito. Tchouaméni tendría que haberse cortado el brazo para no tocar el balón que los jugadores del Barça reclamaron equivocadamente como penalti.El joven Víctor Muñoz, que justo había sustituido a Vini, tuvo el empate pero chutó incomprensiblemente fuera. Mbappé falló también lo más fácil. Un Barça brillante durante media hora en la primera parte pero catastrófico en defensa en la segunda fue incapaz de asegurar en condiciones su obra de arte, y si ganó el partido y la Liga fue porque tuvo enfrente al Madrid menos inspirado de los últimos diez años.

Leave a Reply

Your email address will not be published.