Para el Papa León XIV la audiencia de este lunes con los medios de comunicación acreditados para el cónclave ha supuesto su piedra de toque en un evento más abierto a la improvisación y el contacto directo, más allá del estricto protocolo y la ceremoniosa liturgia de los actos que la agenda y la tradición imponen a un Pontífice tras ser elegido. Aunque incluso en ese contexto, y tras bromear con los periodistas sobre el cerrado aplauso de más de un minuto con el que lo han recibido, no ha perdido tampoco la posibilidad de reivindicar la libertad de prensa —«sólo los pueblos informados pueden tomar decisiones libres»— y reclamar a los periodistas que promuevan una comunicación diferente, que «nunca separe la búsqueda de la verdad del amor con el que humildemente debemos buscarla».Noticias relacionadas estandar No Primer Regina Coeli León XIV llama a impedir una guerra mundial: «Nunca más» Javier Martínez-Brocal estandar Si Mildred, ahijada de Prevost «Mi padrino Roberto es un bendecido, un enviado de Dios» Harry Gordillo AyastaUn largo aplauso para el PapaLa llegada del Papa León XIV ha sido recibida con un largo aplauso de los casi cinco mil periodistas congregados en el aula Pablo VI del Vaticano. Sonriente, el Papa ha agradecido el recibimiento y, en una estrategia de buen comunicador, ha bromeado en inglés: «Se dice que si te aplauden al principio no tiene mérito, pero sí si consigues que sigan despiertos al final. ¡Muchas gracias!». Una hábil estrategia comunicativa de romper el hielo inicial y lograr captar la atención de la audiencia desde el primer momento.En su discurso, el Papa ha comenzado agradeciendo el trabajo realizado estos días por los periodistas y, en referencia a las bienaventuranzas, ha reclamado «promover una comunicación diferente, que no busque el consenso a cualquier costo, que no se revista de palabras agresivas, que no adopte el modelo de la competencia, que nunca separe la búsqueda de la verdad del amor con el que humildemente debemos buscarla». «La paz comienza con cada uno de nosotros: desde la forma en que miramos a los demás, escuchamos a los demás, hablamos de los demás; y, en este sentido, la forma en que comunicamos es de fundamental importancia: debemos decir ‘no’ a la guerra de las palabras y las imágenes, debemos rechazar el paradigma de la guerra», ha añadido.Libertad para los periodistas encarceladosEntre periodistas, el Papa ha reivindicado a continuación la libertad de prensa, y ha manifestado «la solidaridad de la Iglesia con los periodistas encarcelados por haber buscado y relatado la verdad», para los que ha pedido «su liberación». «La Iglesia reconoce en estos testigos —pienso en aquellos que narran la guerra incluso a costa de sus vidas— el coraje de quienes defienden la dignidad, la justicia y el derecho de los pueblos a estar informados, porque solo los pueblos informados pueden tomar decisiones libres», ha enfatizado. Una frase que ha recibido un largo aplauso de los presentes que interrumpió el discurso de un sorprendido Pontífice que, hasta ahora acostumbrado a otro tipo de entornos para sus palabras como la universidad o los templos, todavía está aprendiendo sobre la forma de interactuar con este tipo de audiencia. Así, con una paciente sonrisa ha esperado de nuevo al silencio de la sala para reclamar con contundencia que «el sufrimiento de estos periodistas encarcelados interpela la conciencia de las Naciones y de la comunidad internacional, recordándonos a todos la necesidad de custodiar el valioso bien de la libertad de expresión y de prensa».

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