Robert De Niro es un actor de época y un hombre que, como casi todos, tiene grandes contradicciones. Sigue por el festival después de recoger su Palma de Oro de Honor y hace unas horas tuvo un encuentro con la prensa porque ha venido a hablar mal de Trump . Está muy enfadado, muy en su papel, muy en su misión imposible…, no se le había visto con un cabreo semejante desde que agarró el bate como Al Capone en ‘Los intocables de Elliot Ness’.Las dos primeras películas en salir a la competición también llegaron con muy mal humor, la alemana ‘Sound of falling’ y la bielorrusa ‘Two prosecutors’ . La primera la ha dirigido Mascha Schilinski, casi debutante pero con un poderoso estilo visual, una fotografía esplendorosa y mucha sutileza en el trato a la mujer. Cuenta una historia complicada alrededor de una granja al norte de Alemania y varias familias que han vivido allí durante el último siglo, historias, personajes y situaciones que se mezclan y que el espectador precisa de una buena brújula para no perderse entre ellas.Noticia Relacionada estandar Si El Festival de Cannes rompe su rutina y tendrá dos películas españolas en la competición Oti Rodríguez Marchante ‘Romería’, de Carla Simón, y ‘Sirat’, de Oliver Laxe, estarán en la lucha por la Palma de OroLas protagonistas son las niñas y jovencitas de la casa en los diversos tiempos, las relaciones familiares, los reflejos de una época en otra, en fin, vidas que pueden resultar interesantes…, o no. Muy bien filmada, con buena carga metafórica, con la muerte casi de protagonista principal y con un jaleo que no se acaba de esclarecer sobre quién es primo de quién, o si la madre en una historia era la hija en la anterior. Es una película que muy bien podría ganar el gran premio en el Festival Internacional de Películas Aburridas de Muermoland , pero quizá resulte algo espesa para Cannes.Mascha Schilinski, con el equipo de su película ‘Sound of falling’ EfeEl bielorruso Sergei Loznitsa, gran documentalista, ha hecho una película de ficción que apesta a realidad, ‘Two prosecutors’, o dos fiscales, aunque la historia solo sigue a uno de ellos. Ocurre en la Unión Soviética en 1937, cuando José Stalin estaba en su ‘prime’, el año de la Gran Purga, y la película empieza con un viejo purgado en una celda con miles de cartas para quemar pidiendo ayuda a ‘Papá Stalin’ por que han sido acusados falsamente. El personaje protagonista es un joven fiscal, buen bolchevique, que pretende denunciar la situación en las zonas altas del poder y acude hasta el Fiscal General del Estado, un cargo que suele ser respetable.La película no permite que asome el bigote de Stalin, pero sí toda la greña del estalinismo, con la mentira, la impunidad, la falta de respeto al individuo, el miedo al de al lado y una animalidad que se presiente. Tiene un ritmo lento, entre otras cosas porque la espera burocrática se hace notar: al fiscal que quiere denunciar lo tienen en los pasillos y antesalas media película; aunque merece la pena tanta demora y aplazamiento por ver la escena entre los dos fiscales, el pipiolo y el gran jefe de la fiscalía, porque ahí están todos los mandamientos del comunismo. Quizá se vea con cierta claridad hacia dónde se dirige la historia, pero se ven también tantas otras cosas, que no importa.Tom Cruise, con el equipo de ‘Misión imposible: sentencia final’ ReutersY ya a última hora y en sesión de gala se proyectaba ‘ Misión imposible: sentencia final’ , en la que Tom Cruise , que cumple ahora 63 castañas, se seguirá colgando seguramente de cualquier cosa. Y algo diremos de ella, pero hoy no, mañana.

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