El escenario del convite del enlace entre miembros del clan de los Bruno, terminó convirtiéndose en «un atentado terrorista con muertos por ahí, lleno de sangre». Así lo ha declarado en la Audiencia Provincial de Madrid uno de los heridos de gravedad del atropello múltiple que se produjo en noviembre de 2022 en una boda en Torrejón de Ardoz. Además, ha indicado que el acusado, Micael da Silva, quien se enfrenta a 226 años de prisión por llevarse por delante con su coche a trece personas, de las que fallecieron cuatro, incordió a los invitados durante el convite bailando con las mujeres y grabando a la gente sin permiso.El juicio contra Micael Da Silva, alias ‘El Portugués, ha celebrado este miércoles su segunda sesión con la testifical de varios de los atropellados ese día. Los heridos arrastran aún graves secuelas físicas y psicológicas por lo sucedido. La primera en comparecer ha sido la madre del novio de la boda, quien fue una de las personas que resultó graves en el atropello. Según su relato, en un momento del convite comenzó «un murmullo» entre los asistentes y salieron a la calle por «miedo» a lo que se estaba produciendo. «No recuerdo más. Ya en el hospital, veía a la gente a mi alrededor llorando», ha narrado Victoria, quien sufre actualmente secuelas como la pérdida de audición en un oído. La testigo asegura que nadie llevaba armas durante la celebración y niega que su familia amenazara al procesado o a sus hijos, en contra de la versión del agresor.Noticia Relacionada estandar No El Portugués, acusado de matar a cuatro personas en el atropello de la boda de Torrejón, alegará miedo insuperable C. H.«No duermo bien desde entonces. Me da miedo salir a la calle. Lo estábamos pasando muy bien hasta que llegó esta persona y lo estropeo todo. Empezó a escandalizar a la gente y se le echó», ha detallado.El marido de Victoria ha señalado que el procesado estuvo incordiando a los invitados bailando por ejemplo con sus mujeres y grabando a los asistentes sin permiso. Una vez en el exterior, escuchó como pegó un acelerón y se llevó por delante a mucha gente, entre ellos a su esposa. «En el coche había huesos, carne, sangre… Parecía un atentado terrorista con muertos por ahí», ha recordado.Otro de los invitados que resultó herido de gravedad ha detallado que el procesado acudió a la boda con una gorra naranja muy llamativa y con «pintas». «No estaba invitado y grababa mucho a la gente. Estaba estropeando la boda. Uno de los fallecidos intentó apaciguar la tensión ya afuera», ha indicado.Un acelerón «muy brusco»Ayer, el padre del novio de la boda, Manuel R. B relató que escuchó «el acelerón porque fue muy brusco. Antes de llegar al espacio donde se originan los asesinatos, se lleva a tres jóvenes por delante [con lesiones más leves] y, cuando se aproxima donde estaba mi madre y mi hermano, ahí es donde realiza un acelerón fuerte. En absoluto oí un claxon o algo similar». El hermano y la madre de este testigo fueron dos de los fallecidos como consecuencia del atropello.El atropello tuvo lugar a las 2.44 horas a la salida del restaurante El Rancho, ubicado en el número 6 de la avenida de la Constitución, donde se estaba celebrando una boda gitana con unos 500 invitados, «250 de una parte de la familia y 250 de la otra», según el padre del novio. Entre los invitados, no figuraba ni el acusado de asesinato, ‘El Portugués’, ni sus acompañantes, dos hijos suyos menores de edad y dos sobrinos.

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