Extremadura sigue dando pasos y abriéndose hueco en el terreno de la movilidad sostenible . La región será, en un futuro cercano, la sede de una ambiciosa fábrica de vehículos eléctricos de la marca china Lum Auto. La empresa ya ha anunciado públicamente que está valorando varias opciones para aterrizar en tierras extremeñas. De momento, aspiran a fabricar pequeños coches eléctricos de cuatro puertas, con perfil urbano. Todo en un proyecto en el que incluyen también la puesta en marcha de estaciones de carga. Este viernes, de hecho, emisarios de Lum Auto, acompañados de representantes de la Junta de Extremadura , exploraron, en primera persona, posibles terrenos donde ubicarse. Se espera que, ahora, se transmita esta información a Shanghai para tomar una decisión: por capacidad y suelo industrial, Mérida, Badajoz, Cáceres o Navalmoral de la Mata podrían ser algunas de las opciones.Extremadura será, de esta manera, la puerta en Europa para una empresa enormemente exitosa en el sector de las bicicletas eléctricas y que, ya en los últimos dos años, ha entregado más de 20.000 vehículos en regiones como Oriente Medio, África y América Latina. Siendo ya líder en movilidad sostenible, enfoca ahora su estrategia en la venta y distribución de vehículos de nueva energía (NEVs).«Las facilidades que ofrece Extremadura para la llegada de inversiones extranjeras son inigualables». Es el discurso que, continuamente, repite el consejero de Economía, Guillermo Santamaría . Y, desde luego, en el caso de China, está calando. Sin ir más lejos, a principios de 2026, la empresa Hunan Yuneng ya tendrá activa una fábrica de cátodos pionera en Europa y ubicada en Mérida. Cuenta con una inversión de 800 millones de euros y aspira a crear, en su primera fase, medio millar de empleos directos, lo que se entiende un revulsivo económico para la capital extremeña.MovilidadDe hecho, el anuncio de Lum Auto se produce en el marco del II Foro Internacional sobre Movilidad Eléctrica e Hidrógeno , que ha congregado a decenas de empresas, en su mayoría chinas, en territorio extremeño. Ambos, movilidad eléctrica e hidrógeno, son objetivos claros de la Junta de Extremadura, especialmente el primero. En Navalmoral de la Mata, el gigante asiático Envision tiene proyectada una gigafactoría de baterías que supondrá la creación de 900 empleos en una zona castigada -y preocupada- por el cierre de la central nuclear de Almaraz.Para el gobierno extremeño, los lazos ya creados con China suponen una oportunidad real para la región, cuya industrialización pasa ahora por dos grandes frentes. Primero, precisamente, salvar Almaraz y prolongar su vida útil , puesto que sostiene más de 3.000 empleos en el norte de Cáceres y aporta una cuantiosa cantidad en materia de impuestos, cercana a los 100 millones de euros anuales. Esto está ligado a los dos grandes centros de datos proyectados por Merlin Properties en la región.Y, segundo, el sector de la defensa. El rearme de Europa y el aumento del gasto militar previsto por el Gobierno de España han hecho que Extremadura se adhiera rápidamente al Corredor Ruta de la Plata , aprovechando las dos fábricas armamentísticas del gigante alemán Rheinmetall que se encuentran en la comarca del Campo Arañuelo. Con todo, Extremadura persigue el objetivo de darle la vuelta, casi por completo, a su industria.

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