España se ha enamorado de sus velocistas. Las componentes de los cuartetos de 4×100 (plata en los World Relays en Cantón: Esperança Cladera, Jael Bestué, Paula Sevilla y Maribel Pérez) y 4×400 metros (oro: Paula Sevilla, Daniela Fra, Eva Santdrián y Blanca Hervás) han saltado de golpe a la actualidad y han puesto sobre la mesa algo que jamás tuvo el atletismo español: un ramillete de chicas veloces, velocísimas. Los aficionados de toda la vida, los ‘gourmets’ de las pistas, se frotan los ojos viendo una y otra vez a unas españolas adelantando a las estadounidenses, a las jamaicanas. El mundo al revés.Valentín Rocandio es el sabio de los relevos. Ha dirigido durante décadas a los más rápidos de España y ha analizado al detalle técnicas de entrega del testigo, tiempos parciales, órdenes idóneos de velocistas, especialistas en curva … Con la independencia que le da estar ya fuera de la dirección, el donostiarra analiza a fondo el origen de esta magnífica explosión. La irrupción de las balas naranjas.«Ante todo el mérito está en los entrenadores personales, los que dirigen día a día a cada una de estas magníficas velocistas, que están sabiendo alcanzar tres picos de forma anuales», explica Rocandio, a su vez olímpico en el 4×100 masculino de Seúl’88. «Me refiero a grandes entrenadores como José Luis Calvo, Luis Rodríguez, Ricardo Diéguez, Jesús Sancha… ellos son los que han conseguido poner a punto a sus velocistas para estos World Relays. Y luego está el importantísimo papel del PNR, el Plan Nacional de Relevos, puesto en marcha por Pepe Peiró en 2018 cuando debutó como seleccionador. EL PNR, que ahora dirige Toni Puig, es la base de este éxito porque ha sabido dar prioridad a los relevos, a base de muchas concentraciones y trabajo técnico y científico».Noticias relacionadas estandar No Atletismo Paul McGrath se hace grande; María Pérez, infinita Javier Asprón estandar Si Atletismo Se retira Bruno Hortelano, el mejor velocista español Javier AsprónTeresa Rioné, la primera velocista española en ir a los Juegos Olímpicos, está feliz con esta generación de relevistas. «¡Qué alegría me da ver a este grupo de mujeres, con tanto talento! Estos es un paso de gigante para nuestro atletismo, no sólo porque son muy buenas a nivel individual sino porque han sabido conjugar su calidad en un trabajo de equipo, que es la clave de los relevos». La barcelonesa, olímpica en Los Ángeles’84 y referencia de la velocidad española, opina que «da gusto verlas correr. Después de tantos años, lo que han conseguido estas chicas me parece brutal, tiene un mérito enorme».La aportación económica de los fondos del ‘Team España’ también ha jugado un papel decisivo en la explosión de los relevos. Aquellas concentraciones invernales en Sudáfrica, criticadas con ciertos celos desde otras especialidades del atletismo, arrancaron primero con el 4×400 masculino y han sido decisivas en esta edad dorada de la velocidad femenina.También la ciencia está jugando un papel decisivo en el éxito de las balas naranjas. Por un lado, la biomecánica, con análisis de zancada, técnica, tiempos parciales, relevos en distancias diferentes (4×40, 4×60) y tests sobre 120 metros en recta y curva o 350 para las del 4×400. El CAR de Sant Cugat cuenta con un sólido equipo de biomecánicas, de primer nivel internacional.Las velocistas españolas consumen creatina, con la gran mayoría de los atletas en especialidades explosivas. El monohidrato de creatina, un suplemento permitido, invadió el atletismo en los años noventa y lleva ya tres décadas jugando un papel fundamental en la preparación de la velocidad.Los suplementos que ingieren nuestras velocistas incluyen también cafeína y aminoácidos. En el caso de las cuatrocentistas, la beta-alanina, las pastillas de remolacha o el bicarbonato juegan también un papel importante ante la temida acumulación de lactatos. Ciencia en forma de células fotoeléctricas y test de lactados, tecnología encarnada por las nuevas zapatillas, trabajo técnico de los entrenadores, todo suma en este despegue de nuestras velocistas con dos nuevos récords nacionales. Las españolas han volado en China.

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